Nina Petrova, la mejor francotiradora anti-nazi de la II Guerra Mundial

Néstor Rivero Pérez

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El 1ro de mayo de 1945 en el marco del avance que ejecutaba el Ejército Rojo, de la URSS, dentro de territorio alemán con el designio de tomar Berlín, cayó Nina Pavlovna Petrova, quien formaba parte del grupo de tiradores de élite dentro de la infantería soviética.

Francotiradores

El término surgió en el marco de la guerra sueco-danesa escenificada entre 1563 y 1570, cuando se seleccionó soldados dotados de un fusil, con buena puntería a largas distancias y que actuaban desde algún lugar oculto o bajo camuflaje.

El conflicto dentro del cual se empleó del modo más tecnificado, la función de los francotiradores, fue durante la II Guerra Mundial, especialmente en el Frente Oriental y los combates y asedios sucedidos dentro de territorio de la URSS entre 1941 y 1943, e igualmente en el curso de la contraofensiva del Ejército Rojo al mando de Guerguoi Zhukovania, y al obligar a la Wehrmacht a replegarse, recorriendo, entre fuegos de artillería, fusiles y bombarderos, ciudades de Polonia y el suelo alemán hasta la victoria final en la Batalla de Berlín en mayo de 1945.

Los mejores

En la historia de la URSS y de la actual Federación Rusa se ha reconocido como el más eficiente francotirador durante la II Guerra Mundial a Iván Sidorenko quien fue designado como Héroe de la Guerra Patria, dejando en su haber un total de 500 bajas dentro de las fuerzas hitleristas.

Sin embargo, dos años antes de que Adolfo Hitler ordenase el inicio de la Operación Walkiria, de acuerdo a estudiosos de las contiendas internacionales, el finlandés Simo Hayha en la denominada Guerra de Invierno ocurrida entre 1939 y 1940, habría dado de baja a 505 soldados soviéticos.

Y no obstante, uno y otro caso, el francotirador que mayor renombre ha alcanzado hasta hoy ha sido Vasily Sáitzev, cuyo fusil Mosin-Nagant, usado por la infantería rusa desde los tiempos del zarismo, le permitió dar de baja a 260 enemigos según unas versiones, y a 700 de acuerdo con otras.

Vasily había sido entrenado de niño como cazador por su abuelo. Entre sus bajas destaca el oficial alemán Heinz Thorvald, quien habiendo sido director de una escuela de tiro de la Wehrmacht, fue transferido a Stalingrado para liquidar a Sáitsev.

Duelo Thorvald-Sáitzev

Así haciéndose público que el mejor tirador de la infantería soviética que operaba en Stalingrado se medía con el exdirector de tiro alemán, resulta explicable la celebridad que tocaría a quien triunfase en este duelo.

En su desempeño como tirador experto, Sáitzev, además de su fusil Mosin-Nagant con mira telescópica contó con amplio respaldo de la prensa soviética.

Era decisión del Alto Mando soviético, mantener elevado el ánimo de sus efectivos, para quienes cada baja del combatiente de los Urales simbolizaba el poder del tino y la promesa de vencer el terrible cerco impuesto por los alemanes a Stalingrado.

Finalmente, en 1942, Sáitzev habría de liquidar de un disparo al “Mayor Koning”, apodo que utilizaba Heinz Thorvald en Stalingrado.

Nina la heroína

Tras la invasión alemana a la URSS en 1941, Nina Petrova se ofreció como voluntaria, siendo adscrita a un Batallón de Fusileros del 42° Ejército que defendía Leningrado.

Pronto, en virtud del acierto de sus disparos, ascendería al rango de sargento y obtendría otros reconocimientos. En 1944 tuvo destacada actuación al eliminar a un oficial de comunicaciones enemigo y otros 35 alemanes.

Habiendo recibido las máximas condecoraciones de su patria, Nina Petrova alcanzó a entrenar en el curso de la contienda, a 512 francotiradores. Días antes de entregar la vida en un accidente de transporte, Nina escribió a su hija sobre su deseo de que las hostilidades cesasen pronto.

“Estoy cansada de luchar, cariño, porque es el cuarto año en el frente. Preferiría poner fin a esta maldita guerra y volver a casa. ¡Quiero abrazarte y besar a mi querida nieta! Tal vez vivamos para ver este día feliz”.

Sinóptico

1889

Día del Trabajador

Este día, en conmemoración de la “Masacre de Chicago” contra los trabajadores de la fábrica de herramientas McCormick, ocurrida tres años antes, el Congreso Obrero Socialista que se reunió en Bruselas a instancias de la II Internacional, acordó celebrar el día 1ro de mayo de cada año como “Día del Trabajador”.

Desde mediados del siglo XIX en EEUU logias como los “Caballeros del Trabajo”, con sus periódicos y hojas sueltas reclamaban mejores condiciones laborales. Gran cantidad de miembros extranjeros llegaban a los muelles de Nueva York desde Polonia, Alemania o Irlanda, muchos de ellos con experiencia de barricada y protestas en Europa.

Así, habiendo comenzado una huelga de trabajadores en la empresa de implementos agrícolas McCormick de Chicago, la misma concitó desde el 1° de mayo solidaridad de otros trabajadores, congregándose la multitud en la Plaza Haymarket de Chicago.

Prosiguiendo el conflicto el día 4, la policía de la ciudad actuó ocasionándose una refriega con varios muertos y decenas de heridos.