VEA/ Yonaski Moreno

Luego de años donde los feligreses, autoridades y la Iglesia venezolana recorrieron un largo camino para llevar al Médico de los Pobres, José Gregorio Hernández a los altares, la meta comenzaría a completarse el el 9 de enero del 2020, cuando la Comisión de Médicos de la Congregación para la Causa de los Santos, del Vaticano, aprobó el milagro requerido para su beatificación.

La Comisión de Médicos de la Santa Sede, dirigida por el cardenal Ángelo Becciu, evaluan las virtudes heroicas teologales y de santidad de las personas, para lograr un proceso de beatificación y posteriormente de canonización y tras estudiar el caso de José Gregorio Hernández, determinaron que cumplía con las premisas para llegar a la santidad.

“El paso más difícil ya fue cubierto el día de hoy con la certificación médica de que existe realmente un milagro”, dijo ese día el vocero del Movimiento Católico VenezolanoDoily Hernández, en entrevista telefónica con el Diario VEA.

Tras la comprobación científica del milagro, el caso pasó a la comisión de teólogos y más tarde los cardenales dieron el visto bueno, lo que dio paso al decreto del papa Francisco, firmado el 19 de junio del 2020. Aunque el papa Juan Pablo II lo declaró como El Venerable, en 1986, tuvieron que transcurrir 34 años para formalizar lo que ya era una realidad en el corazón de los venezolanos.

“En su audiencia con el Cardenal Angelo Becciu, el Papa (Francisco) autorizó los decretos que darán a la Iglesia cuatro beatos que representan el continente sudamericano y a Europa con su anhelo de servicio a los pobres, la nación y los jóvenes”, reseñó el portal web Vatican News en aquella oportunidad.

El 26 de octubre de ese año se dio cumplimiento a otro de los requisitos exigidos por el Vaticano para el proceso de beatificación del médico venezolano: la exhumación de sus restos.

Esta ceremonia religiosa fue llevada a cabo en la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, donde reposan los restos del Médico de los Pobres y fue presidida por el cardenal Baltazar Porras. El proceso de exhumación se extendió hasta el sábado 31 de octubre.

“El proceso de exhumación tiene dos momentos, hoy (lunes 26 de octubre) y el sábado próximo (31 de octubre). Ese lapso es porque luego de que culmine la celebración de hoy, todo el equipo médico estará trabajando esta tarde y necesita dos días más para todo el protocolo y el examen médico para la conservación de los restos”, explicó el cardenal.

El proceso de inhumación estuvo acompañado de cientos de devotos que se congregaron en las adyacencias de la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria desde tempranas horas.

Esta ceremonia contó con la presencia de la niña favorecida con el milagro que llevará al médico, oriundo de Isnotú, estado Trujillo, a los altares. Sin embargo, el padre Numa Molina, quien fue el encargado de hallar el milagro y el neurocirujano que atendió a la niña, Alexander Krinitzki, fueron excluidos del acto.

Al respecto, Krinitzki aseguró que su presencia podría “lastimar las intenciones de algunos que quieren ganar indulgencias con escapulario ajeno”.

Tras el proceso los expertos forenses concluyeron que los restos exhumados en la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria corresponden al doctor José Gregorio Hernández.

Finalmente, la Conferencia Episcopal Venezolana y la Arquidiócesis de Caracas anunciarán este miércoles 24 de marzo la fecha oficial de la beatificación del médico venezolano.

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