¡Peligroso! Conoce las investigaciones biológicas militares financiadas por EE. UU. en Ucrania

Estudio de los patógenos bacterianos y virales que pueden transmitirse de los murciélagos a los humanos, eran parte de los estudios. Foto Internet

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

«Estudio de los patógenos bacterianos y virales que pueden transmitirse de los murciélagos a los humanos: los agentes causantes de la peste, la leptospirosis, la brucelosis, así como los coronavirus y los filovirus», eran parte de las investigaciones biológicas militares que estaba financiando Estados Unidos en Ucrania. Así lo dio a conocer este jueves 10 de marzo el Ministerio de Defensa de Rusia, al detallar que encontraron pruebas documentadas sobre las investigaciones.

En ese contexto dieron a conocer los detalles del proyecto UP-4, implementado con la participación de laboratorios en Kiev, Kharkov y Odessa, y fue diseñado el período hasta 2020. El propósito del proyecto «era estudiar la posibilidad de propagación de infecciones especialmente peligrosas a través de las aves migratorias, entre ellas la influenza H5N1, altamente patógena, cuya letalidad para los humanos alcanza el 50 por ciento, así como la enfermedad de Newcastle», describe el Ministerio ruso en su cuenta en Facebook.

En el parte presentado por el portavoz de la cartera ministerial, Igor Konashenkov, Rusia destaca que en esos estudios se identificaron al menos dos especies de aves migratorias cuyas rutas pasan principalmente por Rusia, y también se ha resumido la información sobre las rutas migratorias a través de los países de Europa del Este.

«De todas las formas desarrolladas en Estados Unidos para desestabilizar la situación epidemiológica, esta es una de las más imprudentes e irresponsables, ya que no controla el desarrollo posterior de la situación», denuncia el Ministerio.

El proyecto R-781 y los murciélagos

Entre los estudios que estaba financiando EE. UU. en Ucrania se encuentra el proyecto R-781, «donde se considera a los murciélagos como portadores de potenciales agentes de armas biológicas».

Agrega la cartera ministerial que entre las prioridades se encontraba «el estudio de los patógenos bacterianos y virales que pueden transmitirse de los murciélagos a los humanos: los agentes causantes de la peste, la leptospirosis, la brucelosis, así como los coronavirus y los filovirus», refiere el Ministerio de Defensa ruso en su web.

Dice el Ministerio, que llama la atención el hecho de que la investigación se realizaba muy cerca de las fronteras de Rusia, en las áreas de la costa del Mar Negro y en el Cáucaso.

Además, el ente gubernamental sostiene que los materiales sobre el proyecto UP-8 para estudiar el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y los hantavirus en Ucrania, refutan la afirmación pública de Estados Unidos de que los biolaboratorios del Pentágono en Ucrania están dirigidos exclusivamente por científicos ucranianos, sin la intervención de biólogos estadounidenses.

Tras informar que el Ministerio de Defensa de Rusia sigue estudiando materiales sobre la implementación de los programas biológicos militares de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en el territorio de Ucrania, el portavoz de la cartera ministerial, Igor Konashenkov, indicó que «uno de los documentos confirma que todas las investigaciones serias de alto riesgo se llevan a cabo bajo la supervisión directa de especialistas estadounidenses».

Pagos directos

El Ministerio de Defensa de Rusia detalla que la hoja de cálculo de la nómina para el trabajo realizado por contratistas ucranianos, «demuestra claramente el esquema de su financiación. Se confirma el hecho de que la Oficina del Departamento de Defensa de Estados Unidos paga dinero por participar en la investigación directamente, sin la participación de intermediarios. Cabe destacar los salarios extremadamente modestos, según los estándares estadounidenses. Esto atestigua la baja evaluación de la profesionalidad de los especialistas ucranianos y el descuido de sus colegas estadounidenses».

Detallan además que los documentos disponibles confirman numerosos casos de transferencia de muestras biológicas de ciudadanos ucranianos al extranjero.

«Así, se transfirieron 350 criocontenedores con muestras de suero sanguíneo del Centro de Salud Pública del Ministerio de Salud de Ucrania al laboratorio de referencia para enfermedades infecciosas del Instituto Australiano Doherty, con el pretexto de determinar los títulos de anticuerpos», agrega la nota.

Citan además como ejempo de transferencia, el proyecto financiado por Alemania N.° 68727 EN, «para el estudio de los agentes causales de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y los hantavirus. En su marco, se transfirieron al Instituto de Medicina Tropical Bernand Nocht (Hamburgo), mil muestras de suero sanguíneo de ciudadanos de varias regiones de Ucrania pertenecientes exclusivamente a la etnia eslava».

Expansión del programa

Los documentos contienen propuestas para la expansión del programa militar-biológico de EE. UU. en Ucrania, precisó el ministerio ruso. Así, hay pruebas de la continuación de los proyectos biológicos finalizados UP-2, UP-9, UP-10, cuyo objetivo es estudiar los patógenos del ántrax y la peste porcina africana.

«El Pentágono también está interesado en los insectos vectores que pueden propagar enfermedades infecciosas peligrosas. El análisis de los materiales recibidos confirma el hecho de que más de 140 contenedores con ectoparásitos de murciélagos (pulgas y garrapatas) fueron transferidos desde el laboratorio biológico en Jarkov al extranjero», agrega el Ministerio de Rusia.

El ente recuerda que en la década de 1940 se llevaron a cabo investigaciones similares para la creación de componentes de armas biológicas por parte de la Unidad Japonesa 731, cuyos miembros huyeron posteriormente a Estados Unidos para evitar ser procesados por crímenes de guerra.

El Ministerio de la Defensa de Rusia presume que «una de las tareas de Estados Unidos y sus aliados es la creación de bioagentes capaces de afectar selectivamente a varios grupos étnicos de la población».

Agregan que de acuerdo a la información que disponen, los estadounidenses ya lograron evacuar la mayor parte de la documentación de los laboratorios en Kiev, Jarkov y Odessa, incluidas bases de datos, biomateriales y equipos, al Instituto de Investigación de Epidemiología e Higiene de Lviv y al Consulado estadounidense en Lvov. Suponen que parte de la colección se traslade a Polonia.

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