Néstor Rivero Pérez

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El 29 de agosto de 1825 el reino de Portugal y su excolonia Brasil firman el Tratado de Paz entre los dos Estados, lo que constituía el reconocimiento de la independencia del segundo por el primero, su exmetrópoli.

La corte en Río

Brasil se constituyó en posesión lusitana a partir de 1534, basándose en el reconocimiento pionero del conquistador Pedro Álvarez del Cabral. Para 1808, ante la invasión de la Península Ibérica por el ejército napoleónico, el regente portugués, Juan de Braganza (Juan VI), trasladó su corte a Río de Janeiro. El hecho dio impulso al comercio y manufacturas de la colonia. A diferencia de Fernando VII de España, Juan facilitó la apertura de Brasil con el comercio británico.

Tiradentes

La permanencia de la corte en Brasil por trece años dio a un sector de las élites brasileñas el hábito en labores gubernamentales. Y ello, aunado al fortalecimiento de corrientes liberales, se expresaría en una opinión pública que cada vez más se hacía proclive a la independencia. Así, en 1821, año decisivo en la emancipación de la América hispana eclosionó en Río un motín que indujo al monarca “a prometer una constitución y dejar al príncipe Pedro (su hijo) como regente, retornando aquel a Portugal” (Espasa-Calpe, Tomo 9, Pág. 674). Ya en 1792 había estallado un movimiento proemancipador conducido por Joaquim José da Silva Xavier, conocido como “Tiradentes”, y quien terminó ahorcado ese año. También, en 1817 estallaría la frustrada Revolución Pernambucana, donde participó la familia de José Abreu e Lima. Este sería luego oficial del Ejército de la Gran Colombia.

En 1822, el hijo de Juan VI asume el cargo de Regente de Brasil, adonde llegó de diez años, y el nombre de Pedro I. En torno a este se nuclearon sectores mercantiles, letrados y militares. La corte lisboeta quiso asegurarse el control de la colonia segregándola en departamentos cuyos gobernadores se designarían desde Lisboa. A su vez envió una fuerza de dos mil hombres para asegurar su autoridad, estas no lograron desembarcar, bajo la amenaza de ser bombardeadas desde el puerto, viéndose rodeadas por diez mil brasileños.

“El Patriarca”

Ante los proyectos de las Cortes en Lisboa, reacciona, a sus 59 años de edad, José Bonifácio de Andrade e Silva, naturalista, poeta y estadista oriundo de la localidad de Santos, y a quien sus connacionales reconocen como el “Patriarca de la Independencia”. Este dirige una epístola al Regente “V. A. Real debe quedar en Brasil cualesquiera sean los proyectos de las Cortes Constituyentes (…) Si V.A. Real estuviera deslumbrado…además de perder para el mundo la dignidad de hombre y de príncipe…tendrá también que responder, delante del cielo, del río de sangre, qué de cierto va a correr por Brasil”.

A la semana, Pedro contesta “Como es para el bien de todos y felicidad general de la nación, estoy listo: ¡diga al pueblo que me quedo!”.

Bolívar y Brasil

Las relaciones entre Brasil y la América de habla hispana se mantuvieron en el curso del siglo XIX en un nivel respetuoso, sin iniciativas de alianza como las enunciadas en el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826. Y ello respondió a la dinámica interna en los dos grandes bloques territoriales de la América del Sur. En 1825, y ante una agresión ejecutada por un oficial brasileño, contra la provincia de Chiquitos (Bolivia), el Libertador recomendó evitar precipitación en las medidas a tomarse. Así, razona al vicepresidente Santander de la Gran Colombia “la invasión de Chiquitos debe ser una obra absurda y precipitada del Comandanta Araujo”. Cierto; a poco el Emperador Pedro I ofrecerá excusas por el incidente, y desautoriza al oficial brasileño. En 1830 en uno de sus últimos actos como Jefe de Estado, Bolívar recibió en Bogotá al cónsul de Brasil ante la Gran Colombia.

Sinóptico

1831

Inducción electromagnética

Este día el químico británico Michael Faraday formuló conclusiones acerca de la radiación electromagnética, hallando que “un campo magnético puede crearse debido al movimiento de cargas eléctricas; asimismo, a través de sucesivos experimentos se puede demostrar que un campo magnético puede originar el movimiento de cargas eléctricas” (https://feriadelasciencias.unam.mx). La inducción electromagnética es el fenómeno que da lugar a una fuerza electromotriz o “tensión…en un medio o cuerpo expuesto a un campo magnético, sea móvil respecto a un magnetismo estático, o la variación de las líneas de campo que atraviesan dicha superficie mediante un giro” (Wikipedia). En su web la OMS inserta información de interés al respecto “en el medio en que vivimos, hay campos electromagnéticos por todas partes. Se producen campos eléctricos por la acumulación de cargas eléctricas en las tormentas. El campo magnético terrestre provoca la orientación de las agujas de los compases en dirección Norte-Sur y los pájaros y los peces lo utilizan para orientarse”. El electromagnetismo constituye un área de conocimiento en el cual la última palabra está lejos de haber sido pronunciada.

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