¿Qué es un deepfake? China se cuida y lo combate

VEA / Ildegar Gil

A partir de este 10 de enero, en China entra en vigencia una ley que regula el uso de los llamados deepfake también conocidos como síntesis profunda. Este concepto implica el uso de tecnologías «…para crear noticias falsas, engaños, y hasta fraudes», reseña www.iproup.com.

«Los ‘deepfake’, o falsificaciones profundas, son archivos de video, imagen o voz, creados mediante un programa de inteligencia artificial para suplantar de forma muy realista la imagen de los protagonistas de los contenidos, por los de otras personas», refiere la fuente.

Esta tecnología, reitera china-briefing.com, consiste en «…una combinación de aprendizaje profundo y falso. Dicha tecnología utiliza poderosas técnicas de aprendizaje automático e inteligencia artificial, para editar o sintetizar información visual y de audio que, por lo tanto, puede producir contenido falso».

Visto el daño o gravedad que esto puede significar para diversos ámbitos en caso de que su uso sea inapropiado, el gobierno de la República Popular China tomó cartas en el asunto. A finales del año 2022, aprobó una norma para evitar -justamente-, consecuencias adversas a la realidad de su pueblo. El instrumento se denomina Disposiciones sobre la Administración de Síntesis Profunda de Información basada en Internet Servicios, especifica china-briefing.com.

Algunos alcances a la norma

Quienes deberán plegarse al reglamento son, básicamente, los proveedores y quienes le brindan servicio técnico, explica la página referida. Agrega que los usuarios de servicios también están sujetos a cumplirlo, dado que de una forma u otra están vinculados a la creación, duplicación, publicación o transferencia de información.

Los proveedores están obligados a proteger datos personales de quienes sean su motivo de trabajo, ello en concordancia con leyes vigentes en tal sentido, como la Ley de Seguridad de Datos y la Ley de Protección de Información Personal. De igual forma, deben capacitar a su personal en la revisión de algoritmos, el registro de usuarios, la seguridad de los datos, la protección infantil y la protección de la información personal.

Deben, asimismo, establecer criterios para reconocer información falsa o dañina, además de tratar con los usuarios que la produzcan.

Estos proveedores no solo deben tomar medidas para disipar tales noticias, sino que también deben mantener registros y reportarlos a autoridades como el Departamento de Información de Internet.