Que la verdad salga a flote y se aplique la ley, pide artista James Lakay, víctima de discriminación racial al este de Caracas
No es la primera vez que el cantante nacido en Haití es víctima de actos discriminatorios. Fotos Ildegar Gil
VEA / Yuleidys Hernández Toledo / Ildegar Gil
Que se aplique la Ley al restaurante Cría Fama, espera Douny James Saul, mejor conocido como James Lakay, quien el sábado 05 de agosto denunció haber sido víctima de trato discriminatorio en el referido restaurante ubicado en Altamira, municipio Chacao, estado Miranda. Su aspiración la manifestó en entrevista concedida en la Dirección de Diario VEA,
Ese día, Lakay, quien es cantante de reggae, realizó en su cuenta Instagram una denuncia que se volvió viral. En ella relataba que el dueño del referido establecimiento, “llamó al gerente, le dijo que yo no podía estar aquí por mi color”. Dos días después, el caso ya es de conocimiento del Ministerio Público, de acuerdo a lo informado por el artista, este lunes 07 de agosto en visita a este medio.
La llamada de la institución que dirige el fiscal general Tarek William Saab, ocurrió apenas ingresaba a las instalaciones de Diario VEA.
–¿Entiendo que le acaban de llamar de Fiscalía… ¿cómo les llegó la denuncia?
-Llegó vías redes sociales, ellos tienen una oficina, una sala situacional, tanto lo que puede ser llamado directamente o lo que son denuncias vía publica, que se hacen virales y se contactan con las partes para esclarecer los hechos.
-¿Qué espera de la investigación del Ministerio Público?
-Que salga bien, que salga la verdad a la luz. Ellos, el restaurante, ayer activaron su batería mediática; empezaron a desinformar lo que yo dije. Activaron a Alberto News (…) y otros periodistas, y el título es: ‘Hay información, indicios de que ese video viral es de manipulación, es un show’.
-Aspira entonces que salga la verdad, ¿espera que también haya sanción, castigo? porque en Venezuela por ley, la discriminación está prohibida. ¿Espera que se aplique la ley?
-Sí, aun no he leído la ley completamente, pero hasta donde tengo entendido, sí hay sanciones (…) creo que ya se dio tanto tiempo, que hasta ese mismo momento del video, las personas podrían haber arreglado eso tranquilamente, diciendo ¿sabes qué?, «sí, señor, no te pudimos dar una respuesta (….) pero pedimos una disculpa públicamente de que esos hechos no volverán a ocurrir (…).
¿Qué sucedió con Lakay?
Contó Lakay a Diario VEA, que el día sábado fue invitado por unos amigos a encontrarse en el restaurante Cría Fama. Les comentó que andaba en franelilla y short; preguntó, que si podía ir así. Ellos le dijeron que sí, pues una de las personas con la que se reuniría, el que seleccionó el lugar, estaba vestido de esa forma.
«Dije ok, yo voy a pasar una hora nada más para hablar, medio compartir y luego me retiro del lugar», relató, agregó que le pasaron la ubicación y se llegó al sitio. «Paro mi carro, no me dijeron nada en la entrada. Accedo a la mesa, empezamos a compartir, pasó como una hora». Luego de ello, añadió que salió a hablar con una persona de su círculo de amistades, «mientras estamos afuera conversando, pasó alguien, que digamos es el dueño, un carro afuera, citó al gerente y le armó un lío y el gerente tranquilamente no dijo nada, y entra al local».
Lakay cuenta que mientras está afuera, el gerente conversa con sus amigos, que aún estaban en la mesa, y les dice que «yo no podía estar en el local».
-¿Viste cuando el dueño le armó el lío?
-Sí, lo vi, que yo no podía estar en el local.
Agregó que el revuelo estaba armado adentro y él y su acompañante seguían afuera conversando. «Al entrar empezamos a ver todas las caras de molestia en la mesa, ahí fue cuando preguntamos: ¿Qué pasó?No, que nos acaban de informar, que tú no puedes estar aquí».
La información que él no podía estar en el establecimiento se le comunicaron sus acompañantes, a raíz de lo que el gerente les notificó a ellos.
Dice que preguntó cuáles son las razones, y le alegaron desde el establecimiento que su código de vestimenta no era para el lugar. «El que me esta invitando está aquí en franelilla y short». Explica que mientras le prohibían a él estar en el local, llegaron dos personas más que estaban en short.
-¿Y esos compañeros que estaban en short y franelilla también son afrodescendientes o su color de piel son distintas?
-No, son de tez blanca, es ahí donde subsiste todo el meollo del asunto. Las razones no son las que me están dando, porque primero el amigo no debería haber entrado al lugar, si es código de vestimenta, no tendría que estar ahí sentado, y lleva más de una hora sentado. Si ya tenemos un conflicto dentro del local por lo que se llama código de vestimenta, lo más sensato es que los dos nuevos que están llegando es decirle, oye disculpe, ya tenemos un conflicto aquí, que ya lo habían dejado pasar con esa vestimenta, y no queremos el mismo conflicto con ustedes, podrán venir otro día. Todo hubiese quedado claro en el momento, que estás tratando de solucionar un conflicto que se suscitó en el momento, que no es nada de racismo, es código de vestimenta, pero no, los señores se sentaron pidieron su servicio, todo tranquilo.
Añadió que luego de esto, llegó a su mesa una señora se presentó como dueña del local y seguía con la misma temática, que la razón por la que él no podía estar era por código de vestimenta. «Explícame, si me estás reclamando por código de vestimenta, por qué acaba de permitir a esos dos señores empezar a consumir, están en short».
-¿Qué respondió?
-En el local tratamos de reforzar, mantener la vestimenta- y acto seguido, el entrevistado acotó: «Entendimos cómo era todo, me quedé en el aire, antes de retirarme del lugar decidí hacer un video para que tuviera una respuesta de parte de ellos».
Agrega: «La intención mía nunca es que ellos se hiciera daño». Expresó que si de verdad hubiese sido por código de vestimenta le dan una advertencia y le dicen, «sigan pasando bien su día, por esta vez le vamos a permitir esa ropa, para la próxima vengan bien vestiditos como el local lo exige y los atenderemos con todo el gusto del mundo».
Agregó que si desde el establecimiento hubiesen tenido esa actitud «ni el video hubiese llegado a las redes sociales, porque el entendimiento de uno dice, lo hice mal, cada negocio tiene su forma, hoy me pasaron un día la falta, no puedo volver a cometer la misma falta».
-¿En algún momento ellos aludieron a tu color de piel?
-No, pero te queda (…)
–¿Y tú o tus compañeros le preguntaron a los encargados si fue por el color de piel?
-Sí, yo lo hice, porque ya dentro de un conflicto en el cual estás buscando una respuesta, si tú dices que es por mi ropa, y hay aquí 50 con la misma ropa y no son reclamados (….)
-¿Qué te respondieron?
-Ni lo negaron ni lo afirmaron.
-¿Qué hicieron tus amigos?
-Ellos mantener la calma, porque ya tú entiendes lo que va a pasar. Llegar a un conflicto mayor no era nuestro deseo. Quiero pasar mi fin de semana tranquilo, cálmense. Les dije, quédense, porque a ustedes no los están botando, y ellos en solidaridad se fueron. Pedimos la cuenta, pagamos y nos retiramos.
Dijo que el resto de los comensales no reaccionaron ni a favor ni en contra. Señaló que algunos conocidos les preguntaron luego porqué no grabó a los otros que llegaron en short y pudieron quedarse en el lugar, y argumenta, que hay que respetar la privacidad.
-¿Cómo definir que quienes estaban ahí distinto a ustedes no hayan reaccionado a favor de ustedes, estamos hablando de algo humano?
-No lo catalogo mal, porque vivimos en un mundo donde cada persona está metida en su mundo, nadie sabe con qué problema vinieron ese día (…)
-¿No se lo atribuye a falta de sensibilidad?
-Pudiera ser (….) En redes después que la gente vio el video, uno entiende que los buenos son más.
-¿Qué piensas de las disculpas que ofreció el restaurante en Instagram?
-De hecho las borró, cuando dio la disculpa se sigue basando en el código de vestimenta. Ahí es donde está el punto de tranque, si usted me va a decir código de vestimenta, sabes que voy a seguir con la pregunta de nuevo, que ellos escriban porqué los demás sí.
No es la primera vez
Lakay, quien nació en Haití y lleva 27 años residenciado en Venezuela, describió que no es primera vez que es víctima de discriminación racial en el país.
«Ya lo había vivido, pero nunca lo había hecho público, es como un día a día (…) A veces uno entra a centros comerciales, y uno dice, vamos a poner al vigilante a trabajar un rato, te metes por la parte de joyería, desde que llegas tienes un seguridad personal atrás tuyo».
–¿Te han ocurrido muchas situaciones de este tipo?
-Sí, solo que esta vez hice la denuncia (…) Tres por mes.
–¿Por qué en esta oportunidad sí decidió hacer la denuncia, ya está cansado que le suceda?
-Uno es el cansancio; dos, en las oportunidades anteriores uno decía había evolución en el ver cosas que han ido cambiando en Venezuela (…)
¿Qué dice la Ley contra la Discriminación Racial?
En 2011, la Asamblea Nacional (AN), con mayoría de diputadas y diputados del bloque de la Patria sancionó la Ley Orgánica contra la Discriminación Racial, texto legal que establece los mecanismos adecuados para prevenir, atender, erradicar y sancionar la discriminación racial en cualquiera de sus manifestaciones.
En octubre de 2021 este instrumento legal fue reformado por el Parlamento Nacional. El artículo 8 contempla: «A los fines de esta Ley y conforme al ordenamiento jurídico vigente, se prohíbe todo acto de racismo, discriminación racial, xenofobia, incitación al odio racial y prácticas afines, que tengan por objeto limitar o menoscabar el reconocimiento, goce y ejercicio de los derechos humanos y libertades de la persona o grupos de personas».
La reforma de la norma que fue publicada en Gaceta Oficial en octubre de 2021, y que puede ser leída en la web de la Asamblea Nacional, reza en su artículo 40: «Toda persona que mediante acción u omisión, realice de forma directa, indirecta, o interseccional una distinción, exclusión, restricción o preferencia, basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico, con el propósito o resultado de anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades reconocidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los tratados internacionales sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la República, en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública o privada, en perjuicio de una persona o grupo de personas, será penada con prisión de uno a tres años, seiscientas horas de servicio social comunitario».
