Sebastián Serenelli sobresalió en II Válida del Nacional de Karting

VEA/Irving Guanipa Ojeda

La segunda válida del Campeonato Nacional de Karting se realizó con éxito en las instalaciones del Autódromo Internacional de San Carlos, donde los mejores exponentes de las nuevas generaciones del automovilismo local expusieron sus argumentos más notables en la pista, entre los que sobresalieron el capitalino Lucio Gortari, Luis La Roche y Sebastián Serenelli.

Serenelli, quien demostró que está llamado a empresas superiores a corto plazo, volvió a estar entre el grupo de los prospectos del automovilismo venezolano del futuro.

El piloto caraqueño de 11 años, compitió en la Easykart Trophy, específicamente en la clase 100cc Junior, donde batalló con pasión, técnica y arrojo desde los ardorosos entrenamientos libres.

Afrontó una cerradísima jornada clasificatoria, en la cual los cinco primeros pilotos se ubicaron en la misma décima. Entonces cronometró Serenelli 50,874 segundos, para ubicarse quinto en la grilla de partida de la prefinal, en la cual se colocó rápidamente de cuarto, atacando con tesón a los rivales que le antecedían.

Un contacto que resultó perjudicial

Logró ubicarse en la tercera plaza, pero en la última vuelta, luchando por el segundo lugar, tuvo un contacto con Uwe Teppa y ambos bólidos quedaron enganchados, perdiendo toda posibilidad de subir al podio. Esta prefinal la dominó Lucio Gortari.

Ya en la final, Sebastián Serenelli partió séptimo, y aunque pudo avanzar hasta la quinta plaza, su vehículo comenzó a tener problemas de carburación que evitaron un mejor lucimiento.

Finalizó quinto, a 13 segundos del vencedor Luis La Roche, en una jornada que le sirvió de experiencia y en la que salió satisfecho por su capacidad de respuesta ante rivales que le aventajan en edad y conocimiento.

“Sebas sigue sumando valiosas experiencias en pista y sigue demostrando que es uno de los pilotos más rápidos. Ahora solo es cuestión de tiempo y que le acompañe la buena suerte para verlo próximamente en el podio”, dijo Giancarlo “el Gato” Serenelli, su padre y mentor.