Néstor Rivero Pérez

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El 23 de marzo de 1822, hace 196 años, circuló el último número del semanario Correo del Orinoco, órgano del bando patriota creado en Angostura por el Libertador Simón Bolívar para servir de modo exitoso como instrumento de difusión, dentro y fuera del territorio venezolano, del ideal republicano, refutando las distorsiones que sobre los patriotas publicaba la Gaceta de Caracas dirigida por el realista José Domingo Díaz.

Por qué cesó el Correo

Una vez conquistada la Independencia, tras la Batalla de Carabobo del 24 de junio de 1821, y quedar reducido el conflicto con la Corona española a Maracaibo y Puerto Cabello -que serían liberados en los dos años siguientes-, el Congreso de la Gran Colombia resolvió trasladar la capital de Angostura a Cúcuta, y luego a Bogotá.

En esta última ciudad por iniciativa del vicepresidente Francisco de Paula Santander comenzó a circular la Gaceta de Bogotá, que ofrecía la visión única oficial de la marcha del país y la guerra.

A ello se sumaba el hecho de que tras la Batalla de Carabobo, en junio de 1821, el escenario principal de la contienda se trasladó al sur de Nueva Granada y Ecuador, por lo cual Bogotá resultaba adecuado como centro de información para todo el Estado grancolombiano decidiéndose privilegiar a la Gaceta de Bogotá, aunque con ello cambió la línea reflexiva que se llevaba en el primero, y sus colaboradores.

 

Propósitos

Desde su primera edición, el 27 de junio de 1818 hasta su último número, el Correo del Orinoco se editó en tres idiomas, castellano, francés e inglés: el Libertador se trazó el propósito de que penetrase, además de la población de habla hispana, en las comunidades anglo y francoparlante del Caribe, enviándose a su vez cantidades de cada número a Norteamérica y Europa a objeto de romper el cerco de opinión y desconocimiento que había en el mundo respecto a la causa emancipadora.

Y ciertamente el periódico dio a la República tantos adeptos como los triunfos obtenidos a fuerza de lanzas y cañones en un campo de batalla. En su edición N° 67 del 17/06/1820, el Correo reflexiona en torno a la necesidad de “someterse a la buena voluntad, y anteponer siempre al propio, el bien general, para que la República pueda descollar y se formen ciudadanos íntegros, irreprensibles y consagrados a la dicha comunal, que son los únicos que merecen el honroso e insigne título de patriotas”.

 

Los redactores

El plantel de redactores se integró con las plumas independentistas más reputadas que lograron trasladarse, en medio de la guerra, a Angostura. También se publicaban mensajes de gobiernos republicanos del continente y boletines del Ejército Libertador. Como principales redactores puede contarse a Francisco Antonio Zea y Juan Germán Roscio, José Rafael Revenga, José Ignacio de Abreu e Lima, y Manuel Palacio Fajardo, además del propio Simón Bolívar.

En la edición N° 67, del 17 de junio de 1820, se enuncia como propósitos del órgano lograr los beneficios de “un periódico que, bien conducido y accesible a toda comunicación importante sea un centinela…y, al mismo tiempo un catecismo de moral y virtudes cívicas, que mejore la condición del pueblo e instruya y forme la generación que nos ha de suceder”.

 

Sus efectos

Al lado de bayonetas y cañones el Correo del Orinoco contribuyó en sus cuatro años de tiraje al propósito de constituir la Gran Colombia. Y así lo comprendió el realista JD Díaz, quien escribió “la imprenta es la primera arma de Simón Bolívar, de ella ha salido el incendio que devora a América, y por ella se ha comunicado con el extranjero”.

En su homenaje el Comandante Hugo Chávez creó en 2009 el órgano revolucionario hermano Correo del Orinoco, hoy en circulación.

 

Sinóptico

 1967

Chema Saher

Este día murió fusilado en el cerro el Bachiller, del estado Miranda, José Manuel Saher Eljuri (el Chema), joven dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionario y las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), al ser víctima de delación; tenía 25 años de edad. En 1962, como militante del MIR, Chema Saher, imbuido de profundo idealismo y honestidad política, se incorpora a las guerrillas en Falcón; su aspecto distaba de la imagen de guerrillero “de carácter apacible, vocación más intelectual que belicosa (…) alto y desmirriado”.

A los dos meses es capturado y remitido al cuartel San Carlos de Caracas. Allí escribe un diario de prisión, el cual, por cierto, será publicado en 1997.

Es indultado en 1964, bajo compromiso de viajar al exterior. El Chema se radica en Inglaterra y estudia Economía. En 1966 asiste a la Conferencia Tricontinental de La Habana, y a poco regresa al país.

Se reincorpora a la lucha armada, siendo delatado, capturado y muerto un día como hoy. En su homenaje, el profesor Freddy Elías Kamel Eljuri expresó: “Chema rebelde en las aulas del Liceo Cecilio Acosta…joven inquieto y ávido de lectura…combatió a los lacayos del imperialismo (…). Fue siempre ejemplo de coraje y patriotismo (http://www.aporrea.org).

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