Los niños le honran.

Néstor Rivero Pérez

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El 1° de marzo de 1813, tras vencer dos días antes a las fuerzas realistas de Ramón Correa en Cúcuta, el brigadier Simón Bolívar al frente de 400 soldados, penetra en territorio venezolano, con miras a avanzar hacia el centro para dar batalla a los ejércitos de Domingo de Monteverde, y restablecer el orden republicano depuesto en julio de 1812.

Invicto en el Magdalena

A finales de 1812, el entonces coronel Simón Bolívar y un grupo de venezolanos arribaron expatriados a Cartagena de Indias buscando asilo, y para ofrecer sus servicios militares a las Provincias Unidas de Nueva Granada, cuya capital era la ilustre ciudad.

Cada uno fue destinado como oficial en atención a su experiencia, a un punto de territorio neogranadino.

Bolívar es enviado al fuerte de Barrancas con mando sobre 70 hombres, a quienes de inmediato sometió a entrenamiento y convirtió en un pequeño ejército que habría de ejecutar uno de los más sorprendentes ciclos liberadores de la patria de Camilo Torres, desalojando a los españoles de las riberas del río Magdalena y abriendo para el comercio de Cartagena la estratégica vía fluvial de la naciente república.

Ello le valió la admiración de Camilo Torres, Manuel Rodríguez Torices y otras autoridades neogranadinas.

En Cúcuta

Cayendo de modo inesperado sobre los fuertes españoles de Tenerife, Mompóx, Ocaña y otras localidades, el joven héroe comienza a granjearse el reconocimiento de los patriotas de Cartagena y Bogotá.

Estos, admirados de su resolución y éxito, desoirán las acusaciones que el superior militar de Bolívar, Pierre Lavatud, le formula por aparente desobediencia al abrir operaciones sobre el Magdalena.

Así, luego de liberar dicha región ribereña, Bolívar emprende la ruta de Cúcuta que le lleva a la frontera con Venezuela, animado del apoyo desinteresado que sus amigos del Ejecutivo y Congreso le ofrecen.

Vence el 28 de febrero a Correa en Cúcuta, y el 1° de marzo se adentra hasta San Antonio del Táchira, en donde emitirá dos proclamas, una a la población, y otras a los soldados, comprometiendo su honor y el de las banderas que enarbola, en nombre de la libertad.

De Cúcuta a San Antonio

Del Magdalena, Bolívar, con 400 hombres -e informando al gobierno de sus operaciones- se dirige a Cúcuta para enfrentar el peligro de una invasión realista desde la Venezuela dominada por Domingo Monteverde.

En Cúcuta derrota el 28 de febrero al peninsular Ramón Correa y propone a su Estado Mayor atacar La Grita, para desbaratar a los españoles.

El héroe caraqueño avanza hasta San Antonio, donde se detiene ante la oposición de los oficiales Manuel del Castillo y Francisco de Paula Santander a seguir adelante.

A los ciudadanos

El ánimo de Bolívar era cubrir con sus armas el perímetro de San Antonio a La Grita y Barinas.

Sin embargo, se ve obligado a detener su avance en San Antonio debido a las fuertes objeciones de los dos oficiales neogranadinos.

En todo caso, la sorpresa como arma de guerra ha de permitir al héroe derrotar a los ejércitos realistas del occidente y centro del país, hasta tomar Caracas el 6 de agosto de 1813, al tanto que Santiago Mariño hace lo propio libertando la región oriental de Venezuela.

Al entrar a San Antonio, Bolívar dicta una proclama para la población, despejando los propósitos de su campaña: “He venido”, les dice, “a redimiros del duro cautiverio en que yacíais bajo el feroz despotismo de los españoles (…) He venido, digo, a traer libertad y el reino de la justicia”.

Sinópticos

1870

Muere en combate Francisco Solano López

Según recuerda el investigador Fernando Bossi, las últimas palabras del Mariscal quien se tambaleaba y desangraba en la batalla del Cero Cora (Paraguay) fueron (sin soltar su espada) “Muero por mi patria”.

Se trató de la última batalla en la llamada “Guerra de la Triple Alianza”, coalición de los ejércitos de Uruguay, Brasil y Argentina, forjada por Inglaterra, para adentrarse en territorio paraguayo y, en una carnicería sin parangón en la historia del continente, liquidar las fuerzas patrióticas del único país de Suramérica verdaderamente independiente en lo económico en ese entonces.

Su nivel de autoabastecimiento, desarrollo metalmecánico, agrícola y calidad de vida de su población, le colocaba en condiciones superiores al resto de las naciones suramericanas.

Paraguay inició este ciclo de autonomización económica en el gobierno de Gaspar Rodríguez de Francia, en 1812, y lo prosiguió hasta 1870, cuando terminó derrotada y desarmada.

La Triple Alianza, es calificada por Bossi como “hoja infame en la historia de la Patria Grande”.

1847

Monagas asume la Presidencia

El general José Tadeo Monagas asume la Presidencia de la República. Había sido electo por el partido Conservador, sin embargo, una vez en funciones inició su separación de la oligarquía paecista, conmutando la pena contra Antonio Leocadio Guzmán y Ezequiel Zamora, ambos condenados a muerte por jueces conservadores.

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