Néstor Rivero Pérez

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El 2 de mayo de 1816, hace doscientos tres años, el Libertador Simón Bolívar a la cabeza de siete buques de guerra comandó, junto al jefe naval de la Expedición de los Cayos, Luis Brión, un combate marítimo contra una flotilla realista estacionada frente al archipiélago de Los Frailes, al noreste de la isla de Margarita.

En esta, que sería la única acción naval en que estaría presente, el Libertador obtuvo la victoria.

Al noreste de Margarita

Precisamente el destino de la Expedición de Los Cayos era el puerto de Juangriego en la isla de Margarita. Los Frailes constituyen un archipiélago de diez islotes, de los cuales hoy apenas uno, Fraile Grande o Puerto Real -el de mayor extensión- posee sitio para desembarcar y algunas casas, el resto se encuentra deshabitado, siendo visitados dichos islotes, año tras año, por turistas y pescadores.

Se ubican al noreste de la isla de Margarita y forman parte de las dependencias marítimas de la República Bolivariana de Venezuela. Así para la época de la Expedición de Los Cayos el archipiélago resultaba útil para el ocultamiento de naves realistas que, en el marco de la contienda, vigilaban las rutas marítimas que daban con costas del oriente venezolano.

Los Frailes en la ruta

Entre las previsiones tomadas por el pacificador Pablo Morillo y sus lugartenientes se encontraba la de apostar una flotilla en Los Frailes, con el propósito de cerrar cualquier acceso marítimo patriota a Margarita.

Por esos días de abril y mayo de 1816 los hombres de Juan Bautista Arismendi controlaban más de la mitad del territorio insular. Y el interés por evitar cualquier paso de naves insurgentes respondía a que por, ese tiempo, Margarita era el único punto de la América Meridional donde expedicionarios patriotas podían hallar acogida. Y precisamente, el puerto de Juangriego sería base de llegada para el Libertador.

Así, para arribar desde Los Cayos a Margarita, la mejor ruta era la que, tras el largo rodeo marítimo de abril, tomó Bolívar, colocándose a la espalda de Margarita, precisamente en Los Frailes.

Cañoneo y abordaje

La sorpresa fue un factor crucial en el encuentro marítimo del 2 de mayo. Alrededor de Los Frailes los españoles habían estacionado varias naves con funciones de vigilancia y ataque.

Sin embargo, las naves vigilaban la ruta del noroeste, mientras que la expedición republicana cursaba del lado contrario de los islotes, al noreste, como viniendo del Atlántico.

De allí que la disposición de defensa perjudicó al bergantín Intrépido y la goleta Rita, las que por otro lado se habían separado notoriamente del resto de embarcaciones realistas, por lo cual Bolívar y Brión dispusieron dividir en dos grupos su expedición, cada uno con encargo de atacar y abordar a una de las dos contrarias.

Cerca de las nueve de la mañana y tras el mutuo avistamiento cuando las dos naves españolas buscaron alejarse del peligro, era tarde.

 

Espada en mano

Esta acción tiene el mérito de haber sido la única en el mar donde, espada en mano, intervino el héroe caraqueño alentando a sus hombres y blandiendo el arma contra los enemigos al momento del abordaje. “…Bolívar ordenó izar sobre el palo mayor de la nave Comandante el tricolor venezolano (…). Brión ordenó atacar al Intrépido por babor…mientras Bolívar ordenó el abordaje” (http://www.guardia.mil.ve). El segundo grupo de naves republicanas rindió la Rita.

Margarita al frente

Observando a la distancia la derrota de sus dos naves principales, el resto de la flotilla enemiga huyó a tierra firme con rumbo a Cumaná, bajo control español. Tras quedar libre las aguas de Margarita, los patriotas abrieron ruta a la comunicación con Haití y otras islas del Caribe, asegurando el primer punto para el subsiguiente arribo de voluntarios y pertrechos que del Caribe y Europa comenzaron a recibirse en apoyo a la causa emancipadora.

Así, la Expedición de Los Cayos arriba al puerto de Juangriego al día siguiente del combate naval.

Sinóptico

Contra el acoso escolar

El 2 de mayo de cada año se celebra el Día Internacional contra el Bullyng (acoso escolar) reconocido por la Unesco desde 2013, mediante el cual se aspira crear mayor conciencia en comunidades educativas, estudiantes, maestros, padres, medios de comunicación y autoridades en torno a un fenómeno que perturba emocionalmente a quienes son víctimas de burlas constantes, tachados con un “sobrenombre” ridiculizante o, en el peor de los casos, maltratados físicamente por grupos de condiscípulos dentro del salón de clases o en los pasillos, patios o baños del plantel.

Según la Unicef «uno de cada tres niños sufre de bullying escolar». Hoy se sabe de «formas de ciber-acoso», inducciones sexuales sugeridas, envío de mensajes obscenos, colocación de fotos no autorizadas de la víctima, información engañosa para recabar secretos del hogar o personales del estudiante.

Docentes, con su actitud de guiatura, y los padres, deben generar la confianza del niño para acometer del mejor modo el bullying.

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