Sofocada la rebelión del Grupo Wagner en Rusia: Hechos y datos interesantes

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La autora es periodista y analista política. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022.

Yoselina Guevara López

@lopez_yoselina

La rebelión de la Compañía Militar Privada Wagner, liderada por Yevgeny Prigozhin, en la Federación Rusa, acaparó la atención mundial entre el 23 y el 24 de junio; no cabe duda que continuará siendo motivo de análisis durante los próximos días, así como de cambios tanto dentro del aparato gubernamental ruso, como del desarrollo del conflicto Rusia-Ucrania.

 

Antecedentes del descontento

Todo parece tener inicio como un enfrentamiento entre Yevgeny Prigozhin y el Ministerio de Defensa ruso, específicamente en la persona del ministro de la  cartera militar, Sergei Shoigu,  y el jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov. Discrepancias que surgieron por inconformidad de Prigozhin por la conducción de las operaciones militares en el frente Rusia-Ucrania. Las declaraciones a la prensa de los últimos meses indicaban el malestar de Prigozhin, por la ineficacia de los mandos y sobre todo por la escasez y baja calidad de las municiones y armamento suministrados desde el Ministerio a sus milicianos Wagner.

En octubre de 2022 durante la contraofensiva de Járkov, Prigozhin declaró en un tono bastante fuerte refiriéndose al alto mando militar ruso, que “todos esos bastardos deberían ser enviados al frente descalzos con solo una metralleta”. Esta posición le dio notoriedad y simpatía a Prigozhin, sobre todo entre las fracciones de ultranacionalistas rusos dentro y fuera de la Federación.

El 5 de mayo de 2023, el líder del grupo Wagner realizó un video que rápidamente se difundió en las redes sociales, en el cual se veía a Prigozhin, delante de una serie de cadáveres, supuestamente miembros de su compañía militar. El jefe de la Wagner declaró que el fallecimiento de estos combatientes del lado ruso, era culpa del ministro de Defensa Serguéi Shoigú y del jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerasimov. Seguidamente Prigozhin, en los primeros días del mes de junio de 2023, denunció que durante el retiro del Grupo Wagner de la zona de Bajmut, Ucrania, sus combatientes habían sido atacados por el Ejército regular ruso, situación que fue desmentida por las autoridades militares rusas.

El Ministerio de Defensa ruso, a mediados de junio de 2023, decidió regularizar al Grupo Wagner dentro de la cadena de mando del Estado Mayor, para lo cual a los miembros de la compañía se les propuso la firma de contratos antes del 1° de julio del año en curso. Con ello se reduciría totalmente el poder e influencia de Prigozhin, pero además el líder también perdería el dominio de las ganancias económicas que produce la compañía militar en África. Estas operaciones de la Wagner han sido jugosamente recompensadas con una serie de concesiones mineras que le han reportado más de 250.000 millones de dólares en los últimos cuatro años, a pesar de las sanciones occidentales que intentaron en vano bloquear estas cuantiosas sumas de dinero. Por ello, lógicamente el líder de Wagner se negó a firmar la propuesta de contrato del Ministerio de la Defensa y de allí que probablemente haya sido una de las causas por las cuales decidió iniciar el alzamiento con el grupo de combatientes que dirigía.

Desarrollo de los hechos

El 23 de junio, la rebelión del Grupo Wagner comienza con la conquista de Rostov del Don, la principal ciudad del sur de Rusia y capital de la región del mismo nombre, fronteriza a su vez con el este de Ucrania. En ella viven cerca de un millón de personas y es un importante puerto fluvial a mil kilómetros al suroeste de Moscú. Pero lo más importante es que alberga el cuartel general del 8º Ejército y el Distrito Federal Sur de Rusia; además de ser uno de los principales centros logísticos dentro del conflicto Rusia-Ucrania.

Prigozhin utilizó ese día las redes sociales para difundir un vídeo en el que afirmaba controlar los emplazamientos militares de la ciudad y, con ello, el centro de las operaciones rusas en Ucrania. Ese día se generó confusión, se comenzaron a difundir videos que registraban que había combates intensos en otro destacamento de la Wagner en Voronezh, una ciudad situada mucho más cerca de Moscú. Prigozhin hizo el anuncio oficial de la “Marcha por la justicia”, no había dudas que era una insurrección armada contra el ejército ruso y su cúpula militar, llegando el líder de Wagner a afirmar que “pondremos fin al caos que se está produciendo en este país”. La amenaza es real con la inminente llegada a Moscú de los mercenarios, si no se atendía su petición de reunirse con el jefe del Estado Mayor y el Ministro de Defensa. Para toda la estructura de poder de la Federación rusa fue un llamado a un “golpe de Estado”.

La Fiscalía General de la Federación de Rusia, el 23 de junio, y el Departamento de Investigación del Servicio de Seguridad Federal ruso (FSB) de Rusia, anuncian la apertura de un procedimiento penal contra Prigozhin, en virtud del artículo 279 del Código Penal de la Federación de Rusia, por el cargo de organización de una rebelión armada. El Ministerio de Defensa ruso difundió también un mensaje sobre las declaraciones del líder de la Wagner: “Todos los mensajes y vídeos distribuidos en las redes sociales en nombre de Yevgeny Prigozhin sobre los supuestos ataques del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa a los campamentos de retaguardia de la Compañía Militar Privada Wagner, no se corresponden con la realidad y son una provocación informativa. Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa siguen llevando a cabo misiones de combate en la línea de contacto en Ucrania”.

Para el 24 de junio la situación en Rostov parecía estar bajo una tensa calma, no obstante a los ciudadanos y ciudadanas se les veía caminar por el centro de la ciudad; pero en la capital, Moscú, el alcalde hizo un llamado a que la población se mantuviera dentro de sus casas, y posteriormente decretó “día no laborable” el lunes 26 de junio. El presidente Vladimir Putin, durante la mañana del 24 de junio, emitió un mensaje a la nación que fue televisado y transmitido en directo en todos los medios de comunicación, nacionales e internacionales. El primer mandatario acusó al jefe de la Wagner de “alta traición”, la cual prometió que “será castigada”. El discurso de Putin, su tono, y la rapidez con la cual lo realiza, confirman que es realmente grave lo que está sucediendo y que efectivamente Prigozhin y sus combatientes, son una amenaza para la seguridad de la Federación Rusa. Así mismo, el líder del Kremlin califica el levantamiento armado como una “puñalada a la espalda” y admitió que Rusia está librando “la batalla más dura por su futuro”.

Hacia el final de la tarde del 24 de junio, la agencia de noticias Tass, difunde que Prigozhin acordó detener la marcha a Moscú tras una conversación telefónica con el líder bielorruso Aleksandr Lukashenko. Pero informaciones que circulan indican que fue una intensa tratativa entre el jefe de Wagner, Prigozhin, y el presidente bielorruso, Lukashenko. La mediación bielorrusa  ofreció garantías tanto a los combatientes de Wagner como a su líder Prigozhin. Aunque no hay declaraciones oficiales al respecto, seguramente la Wagner encontrará refugio en Bielorrusia, eludiendo incluso el proceso de acusación de la Fiscalía de Moscú.

Apoyos van y vienen

La rebelión de Wagner aparentemente no encontró un eco real en Rusia; al contrario, los gobernadores de varias regiones rusas, políticos y figuras públicas influyentes, expresaron su apoyo al presidente Putin y a la integridad del Estado, llamando a la unidad nacional en torno al jefe del Kremlin. Dentro del estrato militar, el apoyo a Prigozhin fue también ambiguo. La Compañía Militar Privada Wagner, para sus operaciones depende estrechamente de las Fuerzas Armadas rusas; utilizan y necesitan de los aviones de transporte militar y vehículos para su despliegue y para los suministros. Es decir, a todas luces, no tienen la autonomía de un ejército regular.

A nivel internacional, varios aliados de Moscú, además de Bielorrusia, ofrecieron su solidaridad y su apoyo al presidente Putin, en caso de que tuviera que hacer frente a un golpe de Estado. Entre estos aliados que apoyaron a Moscú destacó Irán; por ejemplo, el jefe de los Guardianes de la Revolución Islámica, Hossein Salami, declaró el 23 de junio estar dispuesto a intervenir si fuera necesario para salir al campo de batalla con sus fuerzas en Rusia e impedir la caída de Putin. Como es bien sabido, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní es un poderoso cuerpo militar que intervino en Siria en ayuda del gobierno sirio y desempeñó un papel clave en la derrota de las bandas terroristas apoyadas y armadas por las potencias occidentales.

Esto demuestra que Irán es un aliado clave de Rusia y no oculta su determinación de apoyar a Moscú para hacer frente a las potencias occidentales que pretenden derrotar y aniquilar a cualquier país que se oponga a sus políticas hegemónicas. Por otra parte, también se difundió una información sobre que el presidente Erdogan, de Turkiye, manifestó su apoyo a la Federación. A nivel latinoamericano, destacaron los comunicados de solidaridad y apoyo al gobierno ruso por parte de la República Bolivariana de Venezuela y Nicaragua.

Golpe a Putin

No obstante se haya sofocado la rebelión Wagner, no deja de ser una importante crisis política a la cual se enfrentó el presidente Putin. Fue un intento de golpear su legitimidad y debilitar su liderazgo, pero a la vez marca la ruptura del Kremlin con la dependencia del Grupo Wagner para su política exterior “activa”, es decir, las operaciones militares de baja intensidad y las Mootw (Military Operation Other Than War).

En cuanto al conflicto Rusia-Ucrania son diferentes milicias pro Rusia las que se encuentran en el campo de batalla: Los chechenos, con su concepción ideológica religiosa; las milicias separatistas en Donetsk y Luhansk, dirigidas por líderes con su propia agenda política, y una serie de agrupaciones paramilitares o compañías militares privadas que se han estado conformando. Sorprende  inclusive que  la empresa rusa Gazprom, tenga una brigada denominada Potok, a la cual Prigozhin acusó de querer debilitar a la Wagner, más que al ejército ucraniano. Entonces el problema parece ir más allá de que una milicia privada haya llegado a tener tanto poder como para rivalizar con el Estado Mayor de la Defensa. El meollo del asunto puede estar en la manera de mantener a raya a todas estas fuerzas internas que tratan implacablemente de tener cuotas mayores de poder dentro de la Federación rusa. Tampoco se descarta la incidencia efectiva de una intervención encubierta de los servicios de inteligencia estadounidenses y quizás la OTAN hizo un trato con Prigozhin, tomando en cuenta que este último, además de ser un mercenario, es un hombre de negocios.

Por ahora Vladimir Putin sale airoso, manteniendo un control férreo del país y demostrando un liderazgo por encima de los factores de poder que le rodean. El primer mandatario ruso sigue teniendo en sus manos las 834 ojivas nucleares estratégicas que se encuentran en bases terrestres en Rusia, principalmente en la parte europea del país; las 640 que están en submarinos y las 200 en los aeródromos de los escuadrones de bombarderos estratégicos.

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