Sombras sobre la Sociedad Bolivariana de Venezuela: Denuncian crisis institucional

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Directiva alerta sobre usurpación y atentado contra el pensamiento bolivariano. Foto Internet

VEA / Yonaski Moreno

El miércoles 23 de marzo de 1938, Eleazar López Contreras, presidente de lo que para entonces se conocía como los Estados Unidos de Venezuela, decretó la creación de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, considerando que el pueblo «alienta indestructibles sentimientos de gratitud y veneración hacia los Fundadores de la Patria, y cumple al Gobierno Nacional estimular ese culto, mediante la creación de instituciones que tengan por objeto expreso el de honrar la memoria de aquellos…», según expresa Gaceta Oficial de entonces.

Al arribar a su 86º aniversario, la institución mantiene su propósito de exaltar, promover y resguardar la doctrina del Libertador Simón Bolívar, basada en valores de independencia, soberanía e identidad territorial. Sin embargo, esta tarea se ve amenazada por una crisis institucional que tiene sus raíces en un grupo de individuos que ha pretendido autojuramentarse como autoridad de la Sociedad Bolivariana en diversos estados del país, siguiendo los pasos que diera el golpista Juan Guaidó, quien en una plaza pública se autoproclamó «presidente interino».

Así lo expusieron el general de Brigada Pompeyo Torrealba y el doctor Eduardo Díaz, presidente y consultor jurídico de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, respectivamente, en conversación con Diario VEA. En un encuentro que se extendió por alrededor de hora y media, los integrantes de la junta directiva de la octogenaria institución revelaron que recientemente han tenido que enfrentar amenazas de usurpación en los estados Anzoátegui, Yaracuy, Zulia, entre otras entidades.

En cuanto a las razones por las que estas personas buscan erigirse como parte de la junta directiva regional de la Sociedad Bolivariana, mencionaron dos (2). De acuerdo con el general Pompeyo Torrealba, en primer lugar se encuentra el afán de protagonismo. Están «tratando de utilizar a la Sociedad Bolivariana de Venezuela como un trampolín en sus ambiciones personales con fines inconfesables». Para el consultor jurídico Eduardo Díaz la idea es «debilitar el pensamiento bolivariano».

Pompeyo Torrealba, presidente de la institución. Fotos YM.

-¿Por qué buscan imponer juntas directivas de la Sociedad Bolivariana en varios estados del país? – insistió Diario VEA.

-El afán de protagonismo de estas personas las ha llevado a buscar en la Sociedad Bolivariana de Venezuela la posibilidad de figuración, al saber que sin ella no son nadie, tratando de utilizar a la Sociedad Bolivariana de Venezuela como un trampolín en sus ambiciones personales, con fines inconfesables, para optar a cargos públicos y demás. El daño sería muy profundo en cuanto estamos hablando de una sociedad que tiene por responsabilidad enaltecer y llevar adelante todo lo que es la doctrina bolivariana –respondió Torrealba, historiador, escritor e investigador experto en la Guayana Esequiba–.

Seguidamente Díaz aportó, que «en esta actividad de usurpación que estamos viviendo, en mi opinión la idea es debilitar el pensamiento bolivariano, porque quien dirija la Sociedad Bolivariana es quien va a orientar con qué ojos hay que ver al Libertador. De repente lo ponen a alabar la Doctrina Monroe, cuando él hizo todo lo contrario. Recordemos que el Libertador dijo que ‘Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad’, pero si tú debilitas el verdadero sentido de lo que nuestro padre de la Patria ha manifestado, caramba, eso tiene mucho arraigo en un momento dado».

Una lucha de varios años

Corrían los últimos meses del año 2010 cuando en la Sociedad Bolivariana de Venezuela se celebraron elecciones para elegir una junta directiva. El proceso estuvo plagado de vicios e irregularidades, por lo que fue denunciado ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). El dictamen tardó 11 años en llegar. El 30 de septiembre de 2021, mediante la sentencia número 54 del citado órgano, se autorizó la reestructuración de la Sociedad Bolivariana de Venezuela y ordenó a la junta directiva que estaba vigente al momento del hecho controvertido, conducir el proceso que conlleve a una elección. Acatando el dictamen, la junta directiva se constituyó y resolvió que la presidiera el general Pompeyo Torrealba.

-¿Cuándo serán las elecciones? ¿Cuál es el proceso?, indagó Diario VEA.

El general Torrealba respondió:

-El proceso organizativo es a través de los Estados. Cada estado tiene que organizar su junta directiva en la misma dirección y en la misma medida del fallo del Tribunal Supremo y de la Sala Electoral, que estableció que la junta directiva, a nivel nacional, tenía que organizarse con las personas que estaban integrando esa junta directiva de la Sociedad Bolivariana de Venezuela para el momento del hecho controvertido, e incorporáramos y sustituyéramos al que había qué sustituir. Una vez organizada la junta directiva, los miembros de la misma decidieron por unanimidad que fuera yo el que presidiera la junta directiva de la Sociedad Bolivariana para este proceso de reorganización y reestructuración. Ese mismo proceso, por analogía, tiene que aplicarse en cada uno de los Estados. Cuando ya esté estructurada esa junta directiva, deben ir al registro para darle validez legal y solicitar a la junta directiva a nivel nacional, como han venido haciendo en algunos estados, para que nosotros homologuemos la validez de esa junta directiva y no de aquellos que de forma unipersonal han pretendido levantar la mano y juramentarse en forma individual. Hay que dejar muy claro que para que haya unas elecciones en la Sociedad Bolivariana de Venezuela se requiere que se convoque primero a una Asamblea General Bolivariana, que será conformada por cinco (5) miembros de cada Sociedad Bolivariana a nivel estatal, electos por votación directa y secreta, no a dedo. Ellos concurrirían a la Sociedad Bolivariana de Venezuela para formar parte de esa Asamblea General Bolivariana, que es la que tiene facultad de designar una comisión electoral por votación directa y secreta de la asamblea. Hay una cantidad de fases que no se pueden obviar ni se pueden saltar, sino que van concatenadas todas, hasta que se produce el proceso electoral en una fecha determinada. Todo eso tiene que hacerlo la comisión electoral conjuntamente con la comisión que nombre el Consejo Nacional Electoral, para apoyar la elección en la Sociedad Bolivariana de Venezuela. Salirse de esa normativa, salirse de ese proceso, es salirse de la legalidad que está establecida en el estatuto general y en el reglamento electoral de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.

-¿Qué hace falta para lograr esto?

-Lo que estamos buscando es el apoyo institucional. A través del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, estamos llamando a que el Estado se involucre en el funcionamiento de la Sociedad Bolivariana de Venezuela por el interés nacional que ello reviste.

-¿Cuál es el llamado a las juntas directivas regionales de la Sociedad Bolivariana?

-El llamado precisamente es, a que todas las sociedades bolivarianas, de todos los Estados, se aboquen a reestructurar las juntas directivas, para que entonces se pongan a derecho a través de la comunicación con la Sociedad Bolivariana a nivel nacional, a objeto de que nosotros le demos la legalidad correspondiente conforme a lo que establece el estatuto de la Sociedad Bolivariana y se pueda organizar una Asamblea General con transparencia.

Casa de la Sociedad Bolivariana fue profanada

-Ustedes fueron designados como parte de la junta directiva en 2021, ¿cómo encontraron la sede de la Sociedad Bolivariana de Venezuela?

-La encontramos hecha un desastre, en virtud de que estuvo acéfala, desde aquel momento en que hubo las elecciones en 2010 y pusimos la solicitud en el Tribunal Supremo de Justicia. Quedó prácticamente acéfala, no tenía junta directiva a nivel nacional; entonces había un vacío allí que era verdaderamente muy trascendental. Esa acefalia de la junta directiva a nivel nacional generó también que se perdiera el contacto y que se perdiera el proceso de coordinación de la junta directiva a nivel estadal, que era el proceso que estábamos haciendo cuando intervinieron los usurpadores con una cantidad de actividades que nos empezaron a obstaculizar y torpedear el funcionamiento del trabajo de organización y de reestructuración de la sociedad.

-¿Y en lo material?

-Encontramos una serie de irregularidades. Había una cantidad de personas que estaban morando y prácticamente haciendo vida dentro de la sociedad, como si eso fuera una pensión. Se consiguió la situación de que se había tomado la casa destinada para la Sociedad Bolivariana para hacer ferias artesanales y otras actividades que generalmente se hacen en plazas públicas y que no corresponden a un recinto tan sagrado como es la Sociedad Bolivariana  de Venezuela.

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