Néstor Rivero Pérez

[email protected]

El 23 de julio de 1795, el pequeño Simón Bolívar, de 11 años de edad, quien había quedado huérfano de padre y madre, se escapó de casa de su tío, don Carlos Palacios y Blanco, a quien tras el fallecimiento de su madre María de la Concepción Palacios y Blanco, se le había encomendado la crianza del niño. Este corrió a refugiarse en casa de su hermana mayor, María Antonia Bolívar, casada con Pablo Clemente y Francia. Con ambos, Simoncito se sentía muy agradado. Ello daría motivo a una agria disputa judicial entre miembros de la familia Bolívar y Palacios, para definir la tutela sobre Simoncito.

Los Bolívar y Palacios

El pequeño Simón Bolívar formaba parte de una de las familias más acomodadas de la Venezuela colonial, “criollos acomodados en la sociedad provincial venezolana, ricos y poderosos en sus plantaciones de cacao (…) El padre de Simón Bolívar fue Juan Vicente de Bolívar y Ponte, coronel del Batallón de Milicias de Blancos Voluntarios de los Valles de Aragua, que contrajo matrimonio con Concepción Palacios y Blanco, de cuya unión nacieron cuatro hijos: María Antonia, Juana, Juan Vicente y Simón” [https://dbe.rah.es]. A la muerte del padre, Simoncito contaba dos años, y siete al desaparecer su madre.

Tutor

Y en 1792, antes de morir, María de la Concepción dispondría que sus hijos quedasen “bajo tutela del abuelo, don Feliciano (Palacios y Sojo)”, a quien los nietos querían mucho. Sin embargo, al fallecer al año dicho abuelo, las cosas cambian y, habiéndose acordado, con anuencia del propio Simoncito, que se le colocase bajo la tutela de su tío Esteban Palacios y Blanco, y visto que este se encontraba en España, se encomendó la tutela al también tío materno, don Carlos Palacios y Blanco. Don Carlos, atendiendo sus posesiones en el interior del país, descuidaba la crianza del sobrino por lapsos a lo largo del año. A mediados de 1795 resolvió colocarlo al cuidado del maestro Simón Rodríguez, a quien toda la familia estimaba, por haberse desempeñado años antes como amanuense de don Feliciano.

Con don Simón

El pequeño Simón fue llevado por su tío Carlos al establecimiento que desde 1791 atendía el joven Simón Rodríguez, maestro en la escuela de primeras letras, quien atendía a 114 niños, bajo la rectoría de un maestro principal, Guillermo Pelgrón. Pasó algún tiempo para que el niño tomase confianza con su nuevo maestro, quien se convertiría en persona muy próxima a sus afectos filiales. En 1824, ya en la cima de su gloria, Bolívar dirá a su maestro: “Ud formó mi corazón para la libertad, para lo grande, para lo hermoso”; se disipó por tanto, a poco de conocer su trato directo al institutor, el recelo que despertaron en el pequeño las primeras apreciaciones recibidas sobre don Simón.

Juicio

Tras fugarse el niño el 23 de julio, del hogar del tío Carlos y recibir hospedaje donde su hermana mayor y su cuñado, comienza un laborioso juicio. El propio Simoncito Bolívar, con once años de edad, al conocer la decisión tribunalicia de que debía residir con su tío Carlos, expondría que “los tribunales podrán disponer de sus bienes y hacer de ellos lo que quisiesen, mas no de su persona, y que si los esclavos tenían libertad para elegir amo a su satisfacción, por lo menos no debía negársele a él la de vivir en casa que fuera de su agrado”. Tomado a la fuerza, Simoncito fue llevado contra su voluntad a casa de Simón Rodríguez, en cumplimiento de la sentencia judicial, no sin que antes hubiese cruce de palabras entre don Pablo –a cuya ropa se aferraba el niño- y don Carlos, dando este y su hermano Feliciano, de golpes contra el protector de Simón. Se llegó al extremo de que don Feliciano sacó su espada amenazando a don Pablo. De casa de Rodríguez también escaparía Simoncito en una ocasión. Tres meses después las cosas tomarán su curso definitivo, afirmándose entre ambos una amistad que dejó huellas en la historia de nuestra América.

Sinópticos

Cambio Climático

El 23 de julio de 2001 culminó en la ciudad de Bonn (Alemania), la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, la cual se dio continuidad y cierre al ciclo del debate mundial que sobre dicho tema fuere iniciado en La Haya (Holanda) en noviembre del año anterior.

1817
Intimación al general Piar

El Libertador Simón Bolívar instruyó a J. Francisco Bermúdez, jefe militar de Maturín, para que intimase al héroe de San Félix, general Carlos Manuel Piar -quien había salido de Guayana con rumbo a Cumaná-, para que se presentase en el cuartel general del Libertador, a objeto de rendir declaración sobre denuncias de insubordinación.

1825

Cuba y Puerto Rico

Este día el Libertador Simón Bolívar desde el Cuzco, escribe al general Bartolomé Salom, instruyéndole respecto a los preparativos para que una vez culminada la toma del Callao, remitiere las unidades a su mando, hacia Caracas, Venezuela, dentro del proyecto que por esos días concebía Bolívar para armar una expedición libertadora sobre Cuba y Puerto Rico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!