Néstor Rivero Pérez

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El 15 de abril de 2019, hace cuatro años, se incendió la Catedral de Notre Dame -Nuestra Señora, en francés-, histórico patrimonio que junto al Museo del Louvre, Champs Elysées, el Jardín del Luxemburgo y la Torre Eiffel, identifica la ciudad de París (Francia). La leyenda tejida en torno a dos personajes, Quasimodo y Esmeralda -quienes entrecruzan con sus respectivos dramas los linderos de la historia y la literatura-, mantiene su impronta en los pasillos, escaleras y portones de Notre Dame.

Algunos datos

Durante siglos Notre Dame ha sido escenario de novelas, obras de teatro, filmes y poemas. En tiempos en que Julio César acometía con sus legiones sobre las Galias, ya esta franja de las riberas del Sena se encontraba ocupada por los “parisi”. Este templo se ubica en la pequeña isla la Cité, en medio del río Sena y en pleno centro del París histórico. Distintos investigadores estiman que la Cité debió ser el núcleo primigenio de la actual capital de Francia. Edificada en su primera etapa a partir de 1163 dC, durante el reinado de Luis VII, sus visitantes vieron culminar en 1365 la estructura arquitectónica, en términos muy aproximados al que luce hoy en cuanto a nave principal, área del coro, torres y transepto.

Depósito de alimentos

El templo sobre el cual Hugo publicó su obra homónima en 1831, se vio utilizada en tiempos de la Revolución Francesa, como depósito de alimentos. El París que vio levantarse a Notre Dame en la Baja Edad Media, era una pequeña ciudad de callejuelas estrechas, rasgo este que se mantuvo durante siete centurias, hasta que en tiempos de Napoleón III su arquitecto el Georges-Eugène Haussmann (Barón) diseñó e hizo construir los bulevares y amplias avenidas que en los últimos ciento cincuenta años han distinguido a la Ciudad Luz. Y las distintas refacciones de que ha sido objeto preservaron su estilo gótico inicial, cuyos signos prominentes son la monumentalidad o altura de las paredes y la iluminación de sus interiores, que tributa en símbolo a la divinidad.

Víctor Hugo entre archivos

El padre del romanticismo francés, quien inauguró dicha escuela tanto como novelista y como dramaturgo, tomó una vieja historia del siglo XV de tintes trágicos y, que la tradición oral preservó hasta que llegó a los oídos de Víctor Hugo, quien constatando la fidelidad de los hechos revisó archivos, bibliotecas y manuscritos, para dar vida a Agnés, renombrándola como Esmeralda, bella muchacha de ascendencia gitana y quien se ganaba la vida con lo que le reportaban sus dotes como cantante y bailadora con castañuelas en espectáculos por las calles de París.

Esmeralda y el Jorobado

Y Víctor Hugo supo anudar en su novela El Jorobado de Nuestra Señora, la vida de la bella Esmeralda, con la de Quasimodo, dos cursos de vida perseguidos por circunstancias adversas. Quasimodo -cuya historia ha sido llevada al cine, teatro y televisión en el siglo XX, teniéndose como principal fuente el libro de Hugo- vivió en el París del siglo XV. Habiendo sido abandonado tras su nacimiento, víctima de curvatura arteroposterior, originada en la giba de su columna, además de otro signo de deformidad, este facial y que le restringía la capacidad de ver por uno de sus ojos. El niño fue recogido por el capellán de Notre Dame, quien lo dedicó a labores de mantenimiento menor dentro del establecimiento religioso, y a hacer sonar diariamente las campañas que se escuchaban a la distancia en las callejuejas de París.

Impacto y fin trágico

El impacto que produjo en la opinión pública francesa la publicación, en 1831, de esta obra de Víctor Hugo, llegó al punto que de acuerdo a Suzanne Nash, docente emérita de la Universidad de Princeton, “ese mismo año el gobierno estableció la Comisión de Monumentos Históricos” [https://www.bbc.com]. En la obra de Víctor Hugo, Esmeralda es acusada de hurto por el archidiocesano de la catedral, quien no lograba que ella accediese a sus pretensiones, terminando la joven ahorcada. Quasimodo, enamorado, no soporta lo sucedido y exhuma el cadáver de Esmeralda, para dejarse morir abrazado al cuerpo de la amada fallecida.

Sinópticos

Día Internacional del Arte

En 2012, la Asociación Internacional de Artistas Plásticos (IAA) estableció esta fecha como Día de los Creadores, en homenaje a Leonardo Da Vinci. La Unesco recomienda acercar las artes a la comunidad global, difundir diferentes opciones de expresión artística y revalorar aspectos sociales y económicos del arte.

 

1938

Murió César Vallejo

Este día falleció en París, el vate peruano César Vallejo. Fue impulsor de la poética de vanguardia en el continente y autor de libros como Los heraldos negros, Trilce, Poemas humanos y España, aparta de mí este cáliz.

 

1999

La ELAM

Este día fue inaugurada la Escuela Latinoamericana de Medicina Social (ELAM), para la formación de profesionales en Medicina Social, capacitados y alejados de la visión mercantilista de la salud.

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