Néstor Rivero Pérez

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El 29 de agosto de 1827, el Congreso de la Gran Colombia aprueba el Reglamento Electoral para escoger a los miembros de la Gran Convención Nacional, que con carácter constituyente debía reunirse el 2 de marzo del año siguiente, 1828, en Ocaña.

Por qué el Reglamento

Dicha normativa buscaba canalizar la profunda crisis política abierta desde 1826 por los manejos del grupo santanderiano de Nueva Granada, que aspiraba al poder supremo en detrimento del Libertador Simón Bolívar, y el círculo paecista que en Venezuela patrocinó el movimiento separatista de La Cosiata. Aquel mismo año. Bolívar y las principales personalidades de la Gran Colombia que deseaban la preservación del gran Estado frente a las tendencias disgregadoras, concibieron la idea según la cual solo una Convención Nacional de carácter constituyente, podía dar solución al drama que padecía la institucionalidad grancolombiana, colocada en la triple encrucijada centralismo-federación-separatismo.

Antecedentes
Graves disensiones se sucedieron en la Gran Colombia entre 1825 y 1826, en mucho derivadas de las desavenencias entre José Antonio Páez, comandante militar de Venezuela, y el vicepresidente del gran Estado, Francisco de Paula Santander, quien por entonces ejercía como encargado el Poder Ejecutivo en Bogotá, ante la ausencia del Libertador Simón Bolívar, quien se mantenía en Perú tras la victoriosa campaña independizadora de 1824. La crisis hizo que el
Padre de la Patria precipitase su retorno de Lima a Bogotá, arribando a esta última capital el 14 de noviembre de 1826, para dirigirse de inmediato a Venezuela, donde permanecerá hasta fines de julio de 1827.

Compuertas de la crisis

Obligado Bolívar a contemporizar con el “Centauro” en Venezuela, para reducirlo a la autoridad grancolombiana y atraerlo a sus planes de organizar la expedición naval que debía dar su independencia a Cuba y a Puerto Rico, obtuvo ciertamente el avenimiento del llanero; empero los términos del arreglo malpusieron al Libertador con el vicepresidente Santander.

 

Reglamento Electoral

De este modo, para el 29 de agosto de 1827, cuando todavía muchos sectores de Venezuela, Nueva Granada y Quito, aún concebían viable la permanencia de la Gran Colombia, representantes de los tres departamentos expidieron el Reglamento Electoral, disponiendo la elección de “un diputado por cada 24 mil almas”. El acto del sufragio se previó para el 15 de noviembre. Las dudas de los comicios debían ser resueltas en junta de “alcaldes y conjueces”. Los requisitos para ser sufragante serían los de la Constitución de Cúcuta de 1821, que exigía saber leer y escribir y poseer bienes de fortuna o ingreso anual por una cuantía comprobable y suficiente, como para extraer de la misma el monto del Impuesto Sobre La Renta.

Naufragio de Ocaña

En todo caso la convocatoria inserta en el Reglamento Electoral de 1828, para seleccionar a los constituyentes de Ocaña, si bien cumplió el cometido de movilizar las provincias para la escogencia de sus representantes ante la Gran Convención, una vez instalada y en funcionamiento dicha corporación, la misma terminará sin acordar el nuevo texto supremo que debía sustituir a la Constitución de Cúcuta, en atención a los irreconciliables enfrentamientos entre los dos bandos presentes, santanderistas y bolivarianos. Estos últimos, que conformaban un poco más de la tercera parte de la Convención, visto que no lograban imponer sus puntos de vista, resolvieron abandonar Ocaña en bloque, para dejar sin quórum la Gran Convención.

Nueva convocatoria

Así las cosas y ante el naufragio político de Ocaña, el Padre de la Patria, asumiendo la dictadura, resolverá en junio de 1828, convocar un Congreso con carácter Admirable, a reunirse en enero de 1830, con el objeto de redactar la nueva Constitución para asegurar la integridad de la Gran Colombia. En todo caso el Reglamento Electoral de 1827 cumplió el cometido de hacer posible la Convención de Ocaña.

Sinópticos

Día Internacional contra los Ensayos Nucleares

Este día internacional tiene como objetivo alentar a todos los países,  instituciones académicas, redes sociales y medios, a concienciar e informar sobre la necesidad de la prohibición de los ensayos nucleares hacia un mundo más seguro para la humanidad.

1975
Nacionalización del petróleo

El Parlamento venezolano, tras debates en torno al artículo 5º, aprobó el 29 de agosto de 1975 la conocida como Ley de Nacionalización del Petróleo, a la que el presidente Carlos Andrés Pérez pondrá el “ejecútese”. Esta Ley reservaba al Estado Venezolano la exploración, explotación, manufactura, refinación, transporte y comercio del petróleo, asfalto y todo tipo de hidrocarburos. De esta manera el 31 de diciembre de 1975 quedaron extinguidas las concesiones petroleras, anulado el derecho unilateral de realizar actividades de industria
petrolera a quienes recibieron concesiones, las trasnacionales.

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