Néstor Rivero Pérez

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El 22 de febrero de 1538 muere en Sevilla, España, el cartógrafo y explorador florentino Américo Vespucio, cuyos trazados y mapas inspiraron el término “América”, para identificar la franja continental del Nuevo Mundo. Vespucio fue el primero que supo definir la condición de nuestro continente como gran unidad territorial homogénea y separada del Asia.

Nuevo Mundo”

Tanto Pedro Mártir de Anglería con sus “Décadas del Nuevo Mundo” publicadas en 1504, como Vespucio con “Mundus Novus”, de 1507, fueron los primeros en acuñar el término “Nuevo Mundo”. Y de hecho “Nuevo Mundo” fue el nombre que en tiempos de Colón se daba en Europa a las tierras localizadas de este lado del Atlántico. Y así seguiría hasta que desde 1507, se publicase en Europa -por el cartógrafo alemán Martín Walseemuller- el trabajo ‘Universalis Cosmographia’, con su primer planisferio (o mapamundi) adjunto en el cual aparecía por primera vez esta franja o esta sección continental como unidad territorial independiente. Hasta entonces América aparecía en los mapas como un apéndice del continente asiático.

El nombre de “América”

Walseemuller, quiso expresar reconocimiento al trabajo de Américo Vespucio, colocando a la franja continental del Nuevo Mundo, separada de Asia y Europa, su nombre en femenino “América” en el mapa de 1507. Y el nombre se consagró ante la posteridad, por cuanto si bien el mapa del cartógrafo alemán Walseemuller contenía distorsiones respecto a la anchura del continente recientemente cartografiado en cuanto a su longitud, de norte a sur, en mucho atinaba respecto a su realidad geográfica.

Abya Yala

Esta es la denominación asignada por los indios kuna, establecidos en Panamá y norte de la actual Colombia a las tierras que ellos conocían del continente americano. Al respecto conviene señalar que las grandes civilizaciones prehispánicas, mayas, aztecas e incas, hasta donde se conoce, según el registro de sus expresiones, si bien dejaron caracterización del cosmos y la astronomía, carecían de una visión cartográfica de proyección hemisférica. Y aunque poseían el significado científico de las estaciones, adolecieron de la tecnología marítima que en Europa condujo a la carabela con brújula y astrolabio, instrumentos indispensables para circunnavegar un continente como el nuestro, cruzándolo de norte a sur, a través del Estrecho de Magallanes en ida y vuelta por ambos lados.

Otros nombres

A fines de la Colonia, el Precursor Francisco de Miranda propuso la denominación de Colombeia, en recuerdo a Cristóbal Colón. Y esta herencia la recogería el Libertador Simón Bolívar, quien deseando dar soporte histórico e identitario a su proyecto anfictiónico continentalista -que excluía a Estados Unidos-, recurrió al nombre de la Gran Colombia para el gran Estado que debía levantarse de cara al mar Caribe. Otro que posee carga emocional, sin duda es “Nuestra América”, empleado por José Martí precisamente para diferenciar nuestros pueblos del hegemón estadounidense.

¿Vale el debate?

Un nuevo factor de cuestionamiento al nombre del continente, es el uso excluyente que los centros de poder imperial estadounidense dan a los términos “América” y “Americanos”, y su política neocolonizadora. El proyecto inicial del nombre de EEUU contemplaba en 1776, el de “Estados Unidos de Norteamérica” propuesto por Thomas Jefferson para el Acta de Independencia, y sustituido en la redacción final que se sometió a votación por el de “Estados Unidos de América”. Y ello atendía a la vocación de claro perfil expansionista que ya entonces asomaban sus élites.

A varios siglos, razones de distintos sectores concitan a la prosecución de un debate que contiene elementos de índole geográfica, política, epistémica e incluso afectivo-identitaria. Ya en este siglo XXI, figuras como Hugo Chávez, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia, replantearon a su manera la conveniencia del “Abya Yaya” como nombre que en propiedad correspondía a este continente.

Sinópticos

1832

Murió Goethe

El autor de Fausto -uno de los grandes arquetipos de la literatura universal- murió en Weimar, Alemania. El Dr. Fausto, personaje central de su obra, deseoso de obtener la inmortalidad y de abarcar todos los conocimientos terrenales y del más allá, suscribe pacto con Mefistófeles para perpetuar su ambición sin límite. Fausto refleja su propia angustia ante lo pasajero de la vida y el caudal de sapiencia que nunca podrá dominar.

1838

M. de Céspedes se tituló en La Habana

Carlos Manuel de Céspedes, quien al correr de los años protagonizará la Guerra Larga por la Independencia de Cuba (1868-1878) y presida la República en Armas, obtuvo este día el título de Bachiller en Derecho Civil en la Pontificia Universidad de La Habana. Al pronunciar en 1868 su Grito de Yara, Céspedes concedió la libertad a sus esclavos. Cuba será la última porción de América en eliminar, en 1880, la esclavitud. Los cubanos le reconocen como Padre de la Patria.

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