Néstor Rivero Pérez

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El 23 de noviembre de 1816 el general Manuel Carlos Piar anunció al también prócer Pedro Antonio Zaraza, que había cruzado el río Orinoco desde la orilla norte perteneciente a la entonces Provincia de Barcelona, para adentrarse en la Provincia de Guayana. Dicho paso daría acceso a los patriotas, a la estratégica región desde la cual el Libertador Simón Bolívar, al año siguiente, restablecería la República en su tercer período, y concibiese y preparase la Campaña de Nueva Granada de 1819.

 

Cruces previos

La provincia de Guayana, al igual que la de Maracaibo, permanecía bajo control realista. Meses antes del cruce de Piar, los patriotas José Tadeo Monagas y Manuel Cedeño -quienes hacían la guerra a los españoles al sur de Barcelona-, ya con alguna conciencia del peso que el territorio del otro lado del Orinoco podía jugar en los destinos de la independencia, habían  estado con sus grupos de guerrillas en la orilla sur de este río, escapando al control casi omnímodo ejercido por las fuerzas realistas al sur de Barcelona. Así, esperanzado en las operaciones que preveía en este nuevo escenario, Piar escribe ese 23 de noviembre a Zaraza: “(…) Si el entusiasmo de las tropas y el que manifiestan estos pueblos, fuese un presagio de la victoria, la de Guayana sería infalible”.

¿Por qué informar a Zaraza?

A poco de haber cruzado el Orinoco y penetrar en la Provincia de Guayana, el general Piar se percató del trascendente paso que había dado: En Guayana se encontraba el gran centro de abastecimiento de los realistas: Las Misiones del Caroní, y por esos días, dado que el enemigo no preveía ningún acto atrevido de los patriotas, a quienes se consideraban completamente aniquilados como fuerza de resistencia, la jefatura militar monarquista establecida en Angostura (hoy Ciudad Bolívar) obvió medidas de resguardo a sus fuentes de abastecimiento, de donde se obtenía el ganado con su carne y el cuero que se comerciaba en las islas del Caribe, así como los productos agrícolas para el sostenimiento alimenticio; las Misiones eran custodiadas por los padres capuchinos que las regentaban y hacían trabajar a la población indígena de la región. Y sin embargo, pese a la debilidad de las fuerzas que obedecían a la Corona en cuanto a dar custodia a las Misiones, la primera inclinación de Piar fue tomar a la amurallada Angostura, percatándose casi de inmediato que el control de las Misiones daría superioridad en la balanza de la guerra.

Bolívar y su primer juicio

Al tanto del cruce del Orinoco por Piar, el Libertador Simón Bolívar observó con prudencia el paso dado, por cuanto ponderando la extensión de dicha provincia, su amplia red fluvial que demandaba el acompañamiento de una fuerza naval, la que en esos días se organizaba al mando de Luis Brion; del mismo modo el héroe caraqueño consideraba la relativa dispersión de los acantonamientos realistas en la región. Además, el jefe supremo tenía en cuenta la lejanía del jefe expedicionario Pablo Morillo, quien con su poderoso ejército se detenía en Nueva Granada .al frente de las operaciones militares contra los independientes-. De allí que Bolívar vio mayores probabilidades de que se uniesen los ejércitos republicanos de Barcelona y Cumaná en el nororiente de Venezuela, con el de Piar al sur, para avanzar hacia Caracas y tomar esta capital. Así el Libertador recomienda a Piar: “No perdamos nuestros esfuerzos. Aún no es tiempo de tomar la Guayana. Llegará ese y con suceso”.

“Guayana, fortaleza de Venezuela”

“Guayana es la llave del llano, es la fortaleza de Venezuela (…) por su posición está en contacto con los países extranjeros y con todo el interior: Está cubierta y defendida por un muro más fuerte que el bronce… el Orinoco; ella, en fin, es la única región de Venezuela que… ofrece recursos para… para establecer nuestros almacenes, como para tener un asilo seguro si la suerte nos redujese al último término. La ocupación de Guayana debe ser pues, con preferencia, el objeto de nuestros esfuerzos” [Manuel Carlos Piar, a José Antonio Páez, 28-1- 1816].

Sinóptico

1856

Manuelita Sáenz

Este día murió en la localidad de Paita (Perú), Manuelita Sáenz, singular mujer del tiempo suramericano de las Guerras de Independencia, de las cuales fue partícipe singular en su condición de género: Valiente, inteligente y visionaria frente a los prejuicios del patriarcalismo feudal. La acción política de Manuelita Sáenz tuvo repercusión directa, de forma comprobada en varios países: Perú, Bolivia y Nueva Granada. Durante más de un siglo el nombre de Manuelita Sáenz fue blanco de campañas de descrédito. Y en el fondo de ello se encuentra la activa presencia de la heroína en procesos antimonárquicos, dando aliento a las ideas emancipadoras. En Ecuador contribuyó a organizar el pronunciamiento de Guayaquil de 1820. Otro tanto hará luego en Perú. Y en la Gran Colombia salvará la vida del Libertador durante la noche septembrina de 1828.

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