Néstor Rivero Pérez

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El 16 de abril de 1958 falleció a la edad de 37 años en Londres (Reino Unido), Rosalind Franklin, investigadora en los campos de Cristalografía y Química, y cuya contribución resultó decisiva para el trazado de la estructura del ácido desoxirribonucleico (ADN), paso indispensable en el trazado que sobre el genoma humano se adelantarían durante décadas posteriores. Sus trabajos constituyeron una auténtica revolución en lo tocante a la comprensión del modo en que se reproduce la vida, abriendo nuevos horizontes para la acometida científica destinada a prevenir y brindar soluciones en padecimientos e insuficiencias de procedencia genética.

Quién fue Rosalind

Habiendo obtenido su licenciatura en Ciencias Naturales a sus 21 años, Rosalind iniciaría sus estudios de doctorado al tiempo que se adentraba en la investigación sobre estructura molecular del carbón, desarrollando una aptitud muy especial como cristalógrafa de rayos X. En 1945 obtendría su doctorado, al tiempo que se consagraba como una consumada cristalógrafa de rayos X. Seis años después Rosalind lograría identificar “las propiedades clave del ADN”, paso imprescindible en la caracterización exacta de dicho ácido y la estructura de doble hélice que distingue esta proteína compleja.

Fotografiar al ADN

Aspectos como la predisposición hereditaria a una vida longeva o corta, la contextura física e inclinación o rechazo a la actividad deportiva, o tendencias a determinadas patologías, operan en los individuos con signo sustantivo, al margen de factores ambientales o culturales, respondiendo al ácido desoxirribonucleico, cuya presencia en los seres vivos, siempre en la magnitud molecular, se verifica al “interior de las células que contienen información genética y la transmiten de una generación a otra” [https://www.cancer.gov]. Se trata del principal factor configurante de la carga hereditaria de todos los seres vivos. Y esta constatación fue posible tras la toma de la denominada “Foto 51”, quizás la más importante de la historia; una “imagen del ADN lograda por difracción de rayos X, y para muchos se trata de la imagen más importante que nunca antes se haya tomado” [https://www.bbc.com]. La captación de dicha figura se hizo posible tras los trabajos de Franklin.

Hélice del ADN

Durante los años cincuenta, Rosalind Franklin comenzó a aplicar en su trabajo, los modelos concebidos con éxito “por Linus Paulingh en 1951, para el esclarecimiento de la estructura de la hélice alfa, 7385, pero se opuso a la creación prematura de modelos teóricos hasta que se hubiese recabado información suficiente” [Wikipedia].

La genética, ¿hacia dónde?

Durante la séptima década del siglo XIX, Gregorio Mendel dio a conocer las conclusiones sobre sus investigaciones acerca de cruce de plantas, informando de los caracteres que los especímenes progenitores, transmiten a su descendencia. A dichos enunciados, que hoy se conocen como “Leyes de Mendel”, se les prestó entonces escasa atención, hasta que en los comienzos del siglo XX, en 1900, los botánicos Carl Correns, Hugo de Vries y Eric Von Tschermak, así como W. Sutton y T. Boveri, reivindican las líneas de trabajo mendelianas, aportando nuevos descubrimientos y enriqueciendo el lenguaje de esta rama del conocimiento, al incorporar palabras como “alelomorfo, homocigoto y heterocigoto -y- el término genética para designar ‘la ciencia dedicada al estudio de los fenómenos de la herencia y de la variación’…” [http://padron.entretemas.com.ve].

La disfracción de rayos X

“Rosalind Franklin publicó varios trabajos sobre la naturaleza del carbono, considerados de gran relevancia, que fueron y todavía siguen siendo considerados de referencia. Además, este trabajo le permitió especializarse en difracción de rayos X, tipo de experimento que le sería de gran utilidad durante su posterior estudio del ADN y que haría posible la obtención de la famosa foto 51, crítica para establecer la estructura de la molécula esencial de nuestro material hereditario” [https://genotipia.com].

Sinóptico

1889

Charles Chaplin

Este día nació en Londres (Reino Unido) Charles Spencer Chaplin, símbolo del humorismo en el cine. Su creatividad le hizo acreedor a una inmensa legión de seguidores, alcanzando su renombre linderos de lo mitológico. En oportunidades grabó escenas ciertamente peligrosas, representando a su personaje “Charlot”, al patinar de espaldas al borde de un balcón sin barandas, o colgar de lo alto de la escalera confiado en solo su equilibrio; aunque versiones las estiman como escenas “preparadas”. Entre sus filmes destacan El Chico, Tiempos Modernos y El gran dictador. Y a manera de un Quijote desarmado, su personaje obsequia flores a la bella viandante que padece hambre en las calles de Nueva York; o escudar imberbes perseguidos por un policía que hace por someterles en un retén. En sus últimos años, huyendo del macartismo anticomunista de EE. UU.,  se exilió en Suiza.

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