Néstor Rivero Pérez

[email protected]

El 2 de agosto de 1884 nació en Caracas Rómulo Gallegos, cuya obra literaria constituye aproximación sociológica a la Venezuela del período agrario e inicios de la era del petróleo. Gallegos ofrece con sus personajes la opción de civilidad y educación para superar el atraso del país, colocando en segundo orden -aunque sin negarla-, la penetración imperialista como factor de dominación en nuestros países.

Luzardo ¿la respuesta?

Reinaldo Solar, idealista y corajudo y con la memoria repleta de los libros que ha leído, y la ilusión de los que él piensa escribir, ve en la guerra la vía para enfrentar el atraso y las fuerzas oscuras que imperan en la nación.

En la forma de lucha difiere de Santos Luzardo, quien enfrenta la barbarie con la ley, haciendo citar a Doña Bárbara y Mr Dánger ante el jefe civil, Ño Pernalete y su secretario Mujiquita. Luzardo aplica al binomio bárbaro del latifundio y Mr Dánger las armas de la ley, de que aquellos se burlan.

La salida armada

Y no obstante pertenecer ambos, Luzardo y Solar a la clase de los propietarios. Este último incursiona en las ideas de León Tolstoi gustando de su socialismo agrario. Funda en Caracas la “Asociación Civilista”; empero, ante la imposibilidad de obtener, por este medio, cambios, se va a la guerrilla buscando una salida para Venezuela.

En estas peripecias contraerá paludismo, para regresar y morir frente al Guaraira-Repano.

Cantaclaro

Florentino Coronado y el Dr Juan Crisóstomo Payara -hacendado cuyo drama personal teje episodios sustantivos de la novela Cantaclaro – retratan con fidelidad espesos tramos de la fisonomía llanera. Justiciero de su propia mano, Payara da vida a leyendas como la de La Mata del Ahorcado, ante cuyo recuerdo Florentino entona la copla “Iban los dos caminando / por la orilla del estero/ llevaba el indio la soga / el blanco el mal pensamiento. / el blanco, que bien sabía/que el indio no era cuatrero, / sino que el hambre le dijo: anda y róbate el becerro”.

Florentino quiere enrumbar su vida con Rosaura, a la que se lleva a lomo de caballo una madrugada. Más adelante asoma un cambio “Hay que hacer algo para que en esta tierra un Juan el Veguero no tenga tres hijos que se le mueran de hambre y fiebre”.

Al final de la obra Coronado oye el discurso de “la guerra civil como único medio para…ideas de reforma social”.

Sin embargo, su destino no está en la guerrilla, sino en la llanura donde se extravía su nombre.

Plebe alcoholizada

Gallegos quiso plasmar la lección de su vida en el párrafo final de Doña Bárbara, con Santos Luzardo. Y piensa que de sus discípulos en el liceo saldrá una generación de Santos Luzardo, que han de dar término a la desolación del país retratado en Lorenzo Barquero, ahogado en alcohol. Gallegos se propuso y creyó formar en el aula una generación de venezolanos que debían hacer realidad el sueño de superación de la pobreza moral y material.

Civilismo insuficiente

El novelista supuso que se podía enfrentar el orden neocolonial impuesto por Mr Dánger y sus aliados criollos, los terratenientes y generales de la mesnada rural, con libros y códigos civiles.

Así como alguno de sus personajes incursiona en la política, fundando Acción Democrática; sin percatarse de que a muchos de sus otrora discípulos les atraía la entente con los intereses de Mr Dánger dentro del país, antes que encarar la transformación profunda de las estructuras sociales y culturales.

“Poder sobre los hombres…”

Sin embargo en punto a la literatura, Gallegos crea tipos en la ficción de impresionante vitalidad. Orlando Araujo resume una de las creaciones cimeras del novelista “Doña Bárbara es la ‘hembra tremenda’ que reúne…barbarie y destrucción…sus actos…todos dirigidos a una sola finalidad, el Poder; poder sobre los hombres y sobre las cosas y más allá…sobre un mundo misterioso y extrahumano.

A veces en su alma asoma como una pequeña lumbre de amor puro, el recuerdo de Asdrúbal, el enamorado adolescente”.

Sinópticos

1775

Nació José Ángel Lamas

El más reconocido autor musical del período colonial venezolano, nació en Caracas. Es autor de la inmortal pieza Popule Meus, la más importante de todo el período colonial y la más conocida universalmente. Lamas, quien murió en 1814 fue alumno de Juan Manuel Olivares y miembro de la Escuela de Chacao. Vivió al margen del turbión político iniciado en Venezuela el 19 de abril de 1810; tampoco se definió como realista. Hasta su muerte ocupó la función de bajonista titular en la Catedral de Caracas.

1825

Arenga de Choquehuanca

En Pucará, a su paso hacia el Alto Perú (Bolivia), el Libertador Simón Bolívar escuchó la corta disertación de José Domingo Choquehuanca, de elevación épica que alcanza la gloria “Sois…el hombre de un designio providencial. Nada de lo hecho hasta ahora se asemeja a lo que habéis hecho (…). Habéis fundado repúblicas…llamadas a elevar vuestra estatua a donde ninguno ha llegado. Con los siglos crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!