Néstor Rivero Pérez

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El 3 de noviembre de 1906, la Segunda Conferencia Internacional 2ª Conferencia Internacional de Radiotelegrafía, que se celebraba en Berlín (Alemania), acordó sustituir la señal “TQS” de auxilio, radiaban las embarcaciones en casos de accidente marítimo, por la “SOS”, de mayor prontitud para su transmisión vía Código Morse, que imperaba en la época.

Vela, vapor y accidentes

Tras la paulatina sustitución de los navíos de madera, cuyo impulso para surcar los océanos atendía a la capacidad del velamen y los remos, por los de vapor, se acortaría el trayecto sobre el Atlántico, de un mes y medio hacia la tercera década del siglo XIX, a unos doce o quince días a mediados de dicha centuria.

Ello supuso fuerte estímulo al transporte marítimo, a lo cual se aunó la construcción de navíos de acero y el empleo del carbón hacia 1870 para encender las calderas, animándose empresarios y pasajeros a cruzar el mar con mayor fiabilidad. Y no obstante la mayor seguridad de las embarcaciones, el riesgo de imponderables en altamar -fuese por defecto de fabricación, choque con algún iceberg, o una tormenta de proporciones incontrolables- se mantenía.

 

Del CQD al SOS

En distintos países se utilizaban señales nacionales para alertar sobre emergencias o alguna tragedia en viajes por alta mar. Con la llegada del siglo XX y el impetuoso desarrollo de la industria naval, autoridades con competencia en asuntos marítimos, así como empresas navieras, comprendieron la necesidad de acordar una clave que fuese captable y que se entendiera en cualquier idioma y medio de transmisión, para socorrer a barcos accidentados o en peligro de hundimiento.

¡Así en 1904, mediante una circular interna, signada con el número 57, la empresa Marconi Internacional de Comunicaciones Marítimas dio a conocer la señal CQD, que comenzó a oficializarse en transmisiones telegráficas, manejada con el significado “¡Vengan rápido, problemas!”. Y la CDQ se continúa usando todavía en distintos mensajes en líneas de telégrafo, como identificación de interés de dichos contenidos.

 

Del TQS al “SOS”

Procurando el uso de una señal de fácil transmisión por los radiotelegrafistas y comprensión por cualquier radiorreceptor en cualquier lugar del mundo, la II Conferencia de Radiotelegrafía, que se congregó en la ciudad de Berlín 1906, resolvió ajustar la señal de auxilio al modo en que técnicamente se transmiten los mensajes con el sistema Morse, que para la época constituía la tecnología más avanzada de conexión entre emisor y receptor.

La manera de hacer la señal “socorro” vía Morse es haciendo “tres pulsos cortos, que dan la “S”, seguidos de tres pulsos largos, que significan “O” y luego pulsando de nuevo tres impulsos cortos, que dan otra vez la “S”.

Así, se configura el “SOS”, que recoge el carácter de urgencia de todo requerimiento de ayuda por accidente o peligro de la vida en cualquier circunstancia no prevista por las personas. También puede difundirse la señal SOS mediante “una linterna, con un silbato o golpeando una pared,” [https://www.saberespractico.com].

El “Titanic”

El 15 de abril de 1912, a seis años de aprobada la señal SOS, se hundía el Titanic, considerada en términos de su época, la nave más portentosa que haya surcado jamás los mares.

Y la pérdida de la vida por la mayoría de sus pasajeros y tripulantes en parte se originó en el hecho de que contando con el más novedoso sistema de comunicación radial telegráfica, y navegando diferentes embarcaciones a una distancia en que hubieren podido prestar su ayuda para rescatar a muchos náufragos, muchos pasajeros adinerados habían empleado las primeras horas del trayecto para enviar por el sistema de comunicación del Titanic, mensajes personales o publicitarios, haciendo que distintos barcos que recorrían el Mar del Norte, donde acaeció la tragedia, apagasen sus radios.

 

Sinóptico

1942

Primera cédula de identidad venezolana

Este día es emitida la primera cédula de identidad venezolana, identificada con el N° 00001 y que correspondió al presidente de la República Isaías Medina Angarita. Hasta entonces, como registro de datos en Venezuela, se empleaba el libro bautismal de los templos parroquiales.

Medina Angarita, el gobernante más democrático del siglo XX venezolano -a la par de reformas promovidas en la legislación petrolera para asegurar mayor control por el Estado sobre dicho sector, así como el incremento sustancial de los ingresos por dicho concepto a favor del Fisco Nacional, y el diseño y construcción de grandes obras públicas-, dio el ejemplo en la regularización de los sistemas de identificación de las personas.

En la fila le siguió el ministro del Interior, César González Martínez, y luego el titular de Hacienda, Alfredo Machado Hernández, seguido de otros ministros y particulares. El titular de la Cédula de Identidad N° 00007, Félix María Espino, presidirá la Oficina de Identificación, que se denominaba Onidex.

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