Néstor Rivero Pérez

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El 10 de enero de 1827 Simón Bolívar, procedente del Perú y tras seis años de ausencia, entró a Caracas siendo recibido por una multitud que le manifestaba el regocijo por sus hazañas y campañas militares a lo largo del continente y cuyo resultado se tradujo en la independencia de cinco naciones y creación de la Gran Colombia.

De acuerdo con Daniel Florencia O’Leary, quien estuvo presente, esa fue la última gran entrada triunfal que los pueblos tributaron al Libertador.

De Ayacucho a la Cosiata

Para finales de 1825 Bolívar comienza a recibir cartas de Caracas y Bogotá que le informaban acerca de las dificultades existentes entre José Antonio Páez y el gobierno de Bogotá a cargo de Francisco de Paula Santander y el Congreso. “Fue de Venezuela, sin embargo, de donde partió la clarinada que le advirtió a Bolívar el desquiciamiento político que se avecinaba (…). Como es frecuente en las situaciones de descontento general, los venezolanos, y sobre todo los caraqueños, acusaban al gobierno de Bogotá de que nada hacía para remediar sus males”, refiere Augusto Mijares en su obra El Libertador.

Ajeno Bolívar en Lima a los hilos que tejía la política menuda en Bogotá, se enterará del requerimiento que hace el Congreso para que José Antonio Páez se apersonase en la capital de la República para ser juzgado por denuncia arbitrariedades ocurridas en una acción de reclutamiento ejecutada en Caracas por unidades del ejército a su mando.

El Centauro inicialmente expresó aquiescencia a la solicitud de ir a Bogotá, sin embargo, sus consejeros le hacen desistir, con razonamiento político, comentándole sobre el reciente fusilamiento en Bogotá del prócer venezolano Leonardo Infante en juicio donde se señaló la intervención del vicepresidente Santander. Comienza así en Valencia y Caracas el movimiento separatista de la Cosiata con Páez como centro.

Así, para sofocar el separatismo que se avecinaba, Bolívar parte de Lima el 3 de septiembre de 1826 con destino a Caracas pasando antes por Quito y Bogotá.

Cruce epistolar

Al desembarcar en Puerto Cabello, procedente de Occidente, el Padre de la Patria da a conocer el 3 de enero de 1827 un Decreto mediante el cual se indulta a todos los comprometidos en “La Cosiata”. Dicho Decreto dispone en sus dos artículos sustantivos lo siguiente: “Primero. Nadie podrá ser perseguido ni juzgado por los actos, discursos u opiniones que se hayan sostenido con motivo de la reforma (…).Tercero. El general José Antonio Páez queda ejerciendo la autoridad civil y militar bajo el nombre de Jefe Superior de Venezuela”. Dichas disposiciones, de una parte calmaron al grupo separatista en Venezuela, y de la otra generaron intenso malestar en los grupos santanderistas de Bogotá contra Bolívar.

Entrada a Caracas

Al enterarse del Decreto del 3 de enero dictado por el Libertador, Páez manifiesta su conformidad con el mando de aquél, deponiendo su actitud de rebeldía, y aceptando la invitación que Bolívar de entrar juntos a Valencia y luego a Caracas. “Fácil es conocer, dice Baralt, hasta dónde haría llegar Caracas los transportes de alegría cuando…recibió la nueva de su arribo (el del Libertador)”. Así el héroe caraqueño, quien venía a caballo por la carretera de Antímano, al llegar a la plaza de San Juan (Capuchinos) sube a una carroza que le había preparado la Municipalidad haciéndose acompañar en el vehículo por el general Páez para hacer demostración fehaciente de la reconciliación y acatamiento del orden grancolombiano. De esta entrada triunfal queda un extenso relato cuya publicación fue ordenada por la Municipalidad y que se recoge en el Tomo XI de la Colección de Documentos para la historia de la vida pública del Libertador de Colombia, Perú y Bolivia, cuya recopilación está bajo la dirección de José Félix Blanco y Ramón Azpúrua.

Sinóptico

1861

Ezequiel Zamora justiciero, no malhechor

Este día cayó en San Carlos (Cojedes), víctima de un balazo en el cráneo, Ezequiel Zamora, principal líder militar de la Guerra Federal iniciada en 1859. Su inesperado fallecimiento incidirá en el prolongamiento por varios años de las hostilidades y en la suscripción adversa a las reivindicaciones populares, del Tratado de Coche de 1863.

Respecto a la actuación pública del caudillo agrario en la Venezuela del siglo XIX se conocen dos posturas en la historiografía venezolana: la de quienes lo han adversado abiertamente -sin avenirse al contexto histórico y el drama social de aquella fase de la Guerra Larga-, y entre quienes descolló José Santiago Rodríguez, cuya obra Contribución al Estudio de la Guerra Federal muestra escasa simpatía por el héroe de Santa Inés; y quienes hacen resaltar su papel como reivindicador de las clases expoliadas en la Venezuela Agraria; y entre estos últimos destaca Laureano Villanueva autor de la primera biografía sobre el General del Pueblo Soberano, titulada Vida del ilustre ciudadano Ezequiel Zamora.

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