Néstor Rivero Pérez

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El 23 de abril de 1616, hace 403 años, fueron inhumados en Madrid los restos de Miguel de Cervantes y Saavedra, el más grande autor de lengua castellana.

El autor y su obra

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, para muchos la obra cimera de la literatura universal por la perennidad del drama humano entre los límites y el cambio que el protagonista expone con su adarga, discursos y muy envuelto en la armadura -acaso disputándole primacía literaria a La Ilíada, de Homero y a La Divina Comedia, de Dante Alligheri-, mereció del ensayista Juan Montalvo, las siguientes palabras: “El Don Quijote simbólico, encarnación sublime de la verdad y la virtud en forma de caricatura, es de todos los tiempos y de todos los pueblos” [Capítulos que se le olvidaron a Cervantes  /En:https://www.epdlp.com]. Aunque las acciones que acometa en La Mancha don Alonso Quijano, le dejen molido por los palos y caídas que recibe de sus contrincantes, no ceja en su empeño de dar término a la injusticia.

Otros escritos

Cervantes escribió igualmente Las novelas ejemplares, Los trabajos de Persiles y Segismunda, Viaje al Parnaso y numerosos entremeses, que le permitirían algún ingreso en el curso de una vida rodeada de penurias. Sin embargo, sería El Quijote, el libro que le consagraría a nivel universal, siendo quizá esta la obra más traducida y editada de la historia, así como llevada a versiones e inspiradora de personajes y series en formatos de cine y televisión, que reflejan la lucha entre el interés y el ideal. Revolucionarios como el “Che” Guevara tuvieron al Quijote como libro de cabecera.

Bolívar y el Quijote

Símbolo de movimientos libertarios de distinto signo, el Quijote se sobrepuso a la censura y prejuicios en la época en que se publicaron las primeras ediciones. En la Suramérica de 1830 y al final de su vida, el Libertador Simón Bolívar recibió hospedaje de Joaquín de Mier y Benítez en 1830. En la biblioteca de este último dirá: “Aquí está Gil Blas, el hombre tal cual es; aquí tiene usted el Quijote, el hombre como debiera ser”. Así, el término ‘quijotesco’, como expresión de arrojo solitario para combatir actos de injusticia flagrante y cuya liquidación luce imposible y propone un ideal, se hizo usual en la militancia y literatura política moderna.

Ideas e imprenta

El momento en que los seres humanos se inspiran para llevar a signos ideas y sentimientos que llegan a su cabeza, constituye un hito trascendente en hechos como la revolución agraria del Neolítico o la invención de la imprenta de John Guttemberg, en el siglo XV. Distintas regiones del planeta se arrogan el privilegio de haber contado con el idioma cuyos signos fueron tallados por primera vez en piedra o tabla. Del segundo milenio antes de Cristo parece quedar tablillas -de mayor antigüedad que la piedra de Rosetta del antiguo Egipto-. Se trata de “Uno de los primeros testimonios escritos en lenguas indoeuropeas, en sánscrito védico”, que honran a la diosa Devi. La lectoescritura, como fenómeno social, comenzó en Europa con la masificación de libros a partir de la imprenta ideada por Guttemberg a mediados del siglo XV, favoreciéndose de modo sorprendente con la reforma luterana, la que indujo a creyentes de la nueva corriente, a aprender a leer para acceder de modo directo a las páginas de la Biblia. Esto último era canon para el nuevo credo.

Lectores venezolanos

Con la primera edición del Quijote en 1605, comenzó una revolución silenciosa en varios continentes, la que se reaviva en cada nueva generación respecto al agrado por la lectura. En la historia de Venezuela siempre hubo grandes lectores. Francisco de Miranda expuso en una ocasión el significado de los viajes y la lectura, cuando resaltó «la experiencia y el conocimiento que el hombre adquiere examinando personalmente, con inteligencia prolija, el gran libro del Universo”. El Libertador Simón Bolívar acompañaba sus reposos de hamaca en los campamentos, con lotes de libros que hacía transportar a lomo de mulas al lado de los pertrechos. Y Andrés Bello, aprendió griego “en la espléndida colección de clásicos que poseía Miranda (en Londres). Ello supone larguísimas horas de trato con los volúmenes hallados en la mansión del Precursor” [Presentación- Obras Completas de Andrés Bello, Estudios Filológicos, Cs, 1985, Vol 7].

Sinóptico

Día del Libro y el Idioma

Como homenaje a tres autores universales cuyos fallecimientos se estima ocurrieron el mismo día, Miguel de Cervantes y Saavedra, Garcilaso de la Vega y William Shakespeare, se celebra hoy el Día Internacional del Libro y del Idioma. Se trata, uno, de Miguel de Cervantes y Saavedra, autor de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha; el segundo, William Shakespeare, cuyos arquetipos del drama y conflictos internos del hombre, le consagran entre los grandes autores de todos los tiempos. Y el tercero, el inca Garcilaso de la Vega, “primer mestizo biológico e intelectual de América”.

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