El Ejército estadounidense instalará un puesto de mando en Albania para el despliegue de sus fuerzas especiales en los Balcanes, lo que supone un desafío a Rusia.

Mediante un comunicado emitido el jueves, el Mando Europeo de Operaciones Especiales (Soceur, por sus siglas en inglés) del Ejército de Estados Unidos, anunció el jueves que establecerá una base militar en Albania para aumentar la eficacia de su presencia en la zona.

El General de División David H. Tabor, comandante del Soceur, dijo que la iniciativa permite reforzar las asociaciones con los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la región y “aumenta la flexibilidad de las operaciones especiales y las fuerzas convencionales en la región”.

“La capacidad de desplazarse y entrenarse rápidamente en los Balcanes, en estrecha coordinación con otras fuerzas aliadas y asociadas, hizo que Albania fuera el mejor lugar para este esfuerzo”, explicó.

Conforme a un comunicado del Soceur, la localización del cuartel general en Albania “proporcionará una mayor interoperabilidad” con los aliados albaneses de la Alianza Atlántica, y “un importante acceso a los centros de transporte en los Balcanes y una mayor flexibilidad logística”.

¿Qué está pasando en los Balcanes?

En los últimos años, EE.UU. ha manifestado su voluntad de reforzar su presencia en los Balcanes, en medio de la creciente influencia de Rusia en esta región. De hecho, la península balcánica se ha convertido en un terreno del juego de poder en el mundo.

En efecto, Washington mantiene contingentes militares desde hace mucho tiempo en Kosovo, Albania, Bosnia y Macedonia, en respuesta a la creciente presencia de Rusia en la península balcánica que lo ve como una amenaza a su dominio.

Todo esto mientras Rusia y el Occidente no han superado las tiranteces que surgieron después de la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea a Rusia en 2014, desde que la tensión entre ambas potencias se ha agudizado con la militarización de Europa por parte de la OTAN y Estados Unidos. 

Las autoridades rusas han advertido, en concreto, del aumento del militarismo de la Alianza Atlántica en los países balcánicos, una medida que el bloque militar occidental aprobó en 2016 como parte de un plan de expansión en el este de Europa, el cual incluyó el despliegue de batallones multinacionales en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, en el marco de una política de contención de Rusia.

error: Este contenido está protegido !!