Ildegar Gil

Es común entre las y los seguidores del catolicismo organizar un acto conocido como Novenario, propicio cuando culmina su misión terrenal alguna persona identificada con esta corriente filosófica. Compuesto por nueve capítulos consecutivos durante igual número de días, generalmente desarrollados en horas nocturnas, se les conoce como rezos, a cada uno de ellos.

«Estos días son celebrados ininterrumpidamente en aras que su espíritu sea recibido en la gloria y asegurar su descanso», leemos en el portal ALEPH.

Pues, el viernes 27 de mayo fue lo que popularmente es conocido como «la última noche» o «último rezo», a, Alejandro Santiago, alguien que más que un amigo o un hermano, de la vida, trascendió en sentimientos para mucha gente.

Su cambio de plano, en Caracas el 16 de mayo, aún no es del todo asimilado por quienes siempre lo tendrán al alcance de los imborrables recuerdos. Adriana, su esposa; Clemente Bolívar, compadre pero, sobre todo, hermano; Eloína, comadre y tierna hermana; Warao y Félix, los sobrinos querendones y una extensa lista de amistades, siguen intentando domar la rabia de la precipitada partida de un hombre que sin llegar a los 60 años de edad se marchó siendo dueño de una sensibilidad artística que dejó plasmada en composiciones que brindó al orgullo de haber nacido en Barinas y transitado diversos estados llaneros.

Muchas son las anécdotas que compartimos con este buen catador de cocuy larense. Una de ellas, en el año 2018. Warao y quien suscribe, le ganábamos una partida de dominó, 99 a 0. Reservado como siempre se mostró, nada decía. Haciendo pareja con Clemente Bolívar, rompió el zapato y luego la chancleta. Fueron descontando puntos hasta que la algarabía reventó en ellos luego de habernos dejados en el terreno, como se dice en el beisbol.

En su honor, y como una especie de homenaje, contactamos a una dama y dos caballeros, vinculados al canto, para escuchar cómo recuerdan a quien compuso varios temas, entre ellos A mi hija, cuya letra puede leerse más abajo y escucharse en su voz. Indiscutiblemente, todo un poema que solo sus amigos hemos tenido la dicha de apreciar. Esto nos dijeron:

«Trabajé hasta horas de la madrugada para subir a Youtube el video con la canción A Tío Simón, para que él lo viera. Y cuando él se enteró que efectivamente lo había grabado, se emocionó mucho», nos comentó la cantante, María Gabriela Núñez.

Oriunda del estado Portuguesa pero residenciada en Cojedes, recuerda que lo conoció cuando ambos coincidieron laborando para la misma empresa, sin que estuviesen al tanto de sus respectivas cualidades artísticas. 

La oportunidad de grabar la letra del tema señalado, fue propicia para rendir homenaje a Simón Díaz (1928-2014), precisó, para luego recordar que la relación profesional y de compañerismo con el amigo ido, se mantuvo de forma constante a tal punto que «siempre me mandaba letras», algunas de ellas «vinculada a la madre, o a la hija».

«Fue un hermano, buen compañero. Alegre. Chistoso. Amigo. Tocaba muy bien el cuatro. Lo conocí hace años aquí en Barinas. Hace poco me dijo que me tenía un tema para grabar. Eso quedó pendiente. Hablar de Alejandro es hablar de tantas cosas buenas», subrayó, el folclorista, Alcides Gutiérez.

Al momento de elaborar la presente nota, el cantante, Lenín Montilla, desconocía la partida de Alejandro. El tono impregnado a su voz para aceptar la noticia, no dejó lugar a dudas: lo afectó

No lo veía “desde hacía unos 12 años, porque él se fue de aquí de Barrancas pero siempre estábamos en contacto”, señaló.

La relación entre ambos quedó evidenciada con el ofrecimiento del tema A mi hija. “Eso fue como en noviembre del año pasado”, expresó, Montilla, quien no logró grabar la composición por un asunto estrictamente económico.

-¿Te gustaría hacerlo?-, le preguntamos. Su respuesta no podía ser otra: “Claro, me gustaría grabar ese tema”, indicó amablemente.

La letra aludida es la siguiente:

A mi hija

Que bonito es querer, así como te quiero

que bonito es querer a un amor verdadero

Te quiero sin temor, aunque te encuentres lejos

eres mi bella flor y yo tu jardinero.

Hija, la dueña de mi amor, la reina de mi vida

te bendiga Dios, te colme de alegrías, te libre del dolor, te quiero niña mía, eres tú la mejor.

Hija, la dueña de mi amor, la reina de mi vida
que te bendiga Dios, te colme de alegrías, te libre del dolor, te quiero niña mía, se la debo al creador.

Que bonito es amar como te estoy amando

que bonito es amar, sin saber hasta cuando.

Este amor es tan tierno, es del amor más grande

es un amor eterno, pues se lleva en la sangre.

Hija, la dueña de mi amor, la reina de mi vida
que te bendiga Dios, te colme de alegrías, te libre del dolor, te quiero niña mía, eres tú la mejor.

Hija, la dueña de mi amor, la reina de mi vida que te bendiga Dios,

te colme de alegrías, te libre del dolor te quiero niña mía, se la debo al creador.

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