Federico Ruiz Tirado

[email protected]

(Una foto) Si permanecen de pie esos hombres formados en escuadrón, en aquel claro de la montaña que allí no se ve, no podrás, por eso, distinguirlo, tratando de palpar el cielo. Esa foto es del siglo pasado, vale, y el clarol donde está Alfredo no es de luna. En La Azulita no salía la luna sino una estela apenas radiante de naves y artefactos que surcaban el firmamento. La Azulita, me lo dijo uno de los guerrilleros, era un croquis trazado desde arriba en forma de calidoscopio, era una estación de extraterrestres excéntricos. Nunca nadie se atrevió a decir que eran naves de la CIA, ni nada de esas pendejadas.

Pero ese es Alfredo, claro, tú no puedes verlo, la foto está muy desteñida; pero es Maneiro pensando que los años por venir, si es que vienen, iban a ser peores, porque en el monte los campesinos no sabían de los asuntos de la guerra ni de la lucha de clases, y en el país a los obreros se les diluía la conciencia de clase entre eslóganes y baratijas populistas, y la izquierda tenía un radar para captar un buen postor que la hiciera entrar  bien vestida en la gran Corte de la subasta saudita, que se anunciaba pese al ruido de la represión y el arreglo de las clases dominantes en el ámbito de los grandes negocios.

Claro, eso no se ve en esa foto poblada de yagrumos y sobrevolada por ovnis de la época, ¿no ves que no entró full color en la leyenda ni en la fábula de la narrativa guerrillera? Maneiro no lo permitió, además. Tal vez tan solo sea un flashback de la derrota y figura en alguna mísera hemeroteca de gente olvidada.

(Esto es un collage) Alfredo en el Frente Manuel Ponte Rodríguez, desmontándolo. Alfredo discutiendo las causas del desplome del PCV, deslindándose de las opciones centristas y el rostro risueño del MAS. En esta foto está en Guayana, fundando Matancero. En esta otra tan rara, menos mal que no se ve bien su rostro, está con Pérez Alfonso, pero aquí está con José Vicente y Guillermo. Aquí con el «Dr. Olavarría», como el le decía en público. Son algunos retazos que han sobrevivido hasta después de su muerte el 24 de octubre del ’82.

Esta también está borrosa, pero es con Hugo Chávez, la «pata militar» de su proyecto. Esta es en China, un poco vieja, pero se ve bien; como esta con Billo. Le gustaba bailar al Gordito. Fumaba y comía con la ansiedad en la cara, y se reía como un carajito.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!