Ética y cuidado de la Casa Común
La autora es presidenta de Fundalatin.
Eugenia Russian
La Carta de la Tierra, a juicio de muchas comunidades de buena voluntad, es una de las referencias éticas fundamentales, hacia una toma de conciencia planetaria para el futuro de la humanidad y de la creación de la Madre Tierra. Fue propuesta por el teólogo Leonardo Boff, el 22 de abril de 2009, en su discurso en la Asamblea General de la ONU, al proclamarse ese día como el DIA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA.
La Carta entiende la Tierra como dotada de vida y como nuestro hogar. Presenta pautas concretas que pueden salvarla, cuidándola con comprensión, compasión y amor, como cabe hacer cariñosamente con nuestra madre. La elección es nuestra, formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros, o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida. Se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida. Se requiere pasar de una cultura de la violencia a una cultura de la solidaridad, de la paz y de la responsabilidad. Con unidad en la diversidad y fortalecimiento ético y espiritual, hacia la construcción urgente de una sociedad responsable con la gente y con la Madre Tierra. Para sentir a la Tierra como Madre no es suficiente la razón dominante, que es funcional e instrumental. Necesitamos enriquecerla con la razón sensible, emocional y cordial en donde se enraíza el sentimiento profundo, se elaboran los valores, el cuidado esencial, la compasión y los sueños que nos inspiran acciones salvadoras.
Hoy necesitamos ofrecer condiciones para un nuevo modelo de producción y de consumo que nos haga salir de la actual crisis. Solo así podemos garantizar un futuro común de vida y esperanza, pero para llegar allí, tenemos urgencia de rescatar la dimensión del corazón, el valor de la razón sensible, de la inteligencia espiritual, del afecto y del amor.