Benito Juárez, reformador y patriota
El autor es historiador, docente y abogado
Néstor Rivero Pérez
El 21 de marzo de 1806 nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca (México) Benito Juárez, patriota, estadista y promotor del pensamiento liberal del siglo XIX mexicano, y quien enfrentó la alianza de países europeos, que con apoyo de las clases conservadores nativas, invadieron militarmente su territorio e impusieron por algunos años el imperio de Maximiliano.
Peón de campo
Hijo de campesinos pobres de la etnia zapoteca, de niño Benito laboró como peón de campo y criado de hacienda.
Al paso de los años aprendería a leer y se formaría, cursando Derecho e iniciándose como docente y abogado de comunidades indias en Oaxaca; el Ayuntamiento de esta ciudad le nombra regidor en el año 1832. A los meses asume como miembro de la Corte de Justicia de Oaxaca.
Liberalismo
Respecto a Juárez diría Justo Sierra: “En comparación suya, parecen nada los talentos, las palabras, los actos de los próceres reactores: Ellos eran lo que pasaba, lo que se iba; él era lo que quedaba, lo perdurable, la conciencia”. Juárez, quien estuvo cerca de ordenarse sacerdote de joven, se hará masón en 1847.
Propugnará la emancipación del siervo, la separación del Estado y la Iglesia, la difusión de la enseñanza y la reanimación de su pueblo indígena, hasta elevarlo moralmente a la condición de ciudadanía. De allí su militancia liberal, empero la profunda estructura de castas en el México del siglo XIX, era refractaria y sobreviviría a un programa, el liberal, que se detenía ante el panorama de una revolución agrarista radical.
La invasión
No obstante, Juárez como Presidente de México, nacionaliza los bienes eclesiásticos. En 1861 una fuerza hispano-anglo-francesa invade las costas de México.
A poco los dos primeros componentes salen del país, quedándose las tropas francesas, con apoyo del papa Pío IX, para imponer por instrucciones de Napoleón III, a Maximiliano, príncipe austríaco, como Emperador de México.
En 1862 Francia envía otros 25 mil hombres para reforzar la avanzada del año anterior. Mientras los invasores se adentran en el país, desde Veracruz y Puebla, Juárez muda la sede del gobierno al norte, manteniendo su despacho dentro de una carreta, lo que se conoce como “Gobierno Itinerante”.
Trata de recabar apoyo del gobierno de Abraham Lincoln, de EEUU, enfrascado en la guerra con los secesionistas del sur esclavista. Juárez se desplaza a San Luis de Potosí, de allí a Monterrey, Coahuila, Chihuahua y otras ciudades.
Triunfo
Tras batalla crucial por Chihuahua en 1866, el apoyo diplomático a Maximiliano I decae. En el frente interior este perdía el apoyo de los conservadores, por adherir la reforma liberal de Juárez en materia de matrimonio civil, nacionalización de tierras del clero y libertad de cultos, entre otras.
Acciones como Mihuatlán, San Pedro de Sinaloa y Mazatlán, serán decisivas. Con el disminuido apoyo de los militares conservadores Ignacio Miramón y Leonardo Márquez, Maximiliano abandona Ciudad de México.
En Querétaro se da la cita final: 12 mil hombres de las tropas conservadoras a las órdenes de Maximiliano, esperan a los sesenta mil que responden al gobierno de Juárez. Y, el 16 de junio de 1867, tras ser capturado y enjuiciado, cae fusilado Maximiliano. En el México independiente Benito Juárez retorna a Ciudad de México como Presidente constitucional, reinstala las instituciones y es elegido para un segundo período.
Muere en 1872. De la invasión quedaría la tradición del mariachis, derivada de las bandas austríacas que tocaban, en horas de reposo del emperador, en el Palacio de Chapultepec.
“Conciencia del Deber”
De acuerdo a Justo Sierra, “Juárez… tenía plena conciencia… de la necesidad de cumplir con el deber, aun cuando vinieran el desastre y la muerte (…) veía la redención de la república indígena; ese era su verdadero ideal… emanciparla del clérigo, de la servidumbre rural, de la ignorancia, del retraimiento… por eso fue liberal, por eso fue reformista, por eso fue grande”.
Sinóptico
1818
Pétion: “El Magnánimo”
El 21 de marzo de 1818, hace doscientos años, falleció en Puerto Príncipe, Haití, Alexandre Pétion, gobernante de dicha isla, y cuyo apoyo incondicional a los movimientos emancipadores del continente, especialmente Venezuela, llevó a Simón Bolívar a titularle como “El Magnánimo”.
Hijo de una dama mulata, haitiana, de nombre Úrsula, y del colono francés Pascal Sabés, quien nunca le dio su apellido, el joven adoptó como apellido un apodo que honraba a Jèrome Pétion de Villeneuve, convencionista radical durante la revolución Francesa y miembro de la Sociedad de Amigos de los Negros durante la Revolución Francesa.
En 1804 El Magnánimo dará su apoyo a Jean Jacques Dessalines, quien proclamó la independencia de su patria. En 1806 el Congreso elige a Pétion como presidente de Haití.
En los años siguientes Pétion acogerá en la isla al argentino Manuel Dorrego, al republicano español Francisco Xavier Mina (el Mozo), y gran cantidad de exiliados venezolanos, como José Francisco Bermúdez, Santiago Mariño, Manuel Carlos Piar, Luis Brion y el propio Simón Bolívar.