Carvajalino: Si cae el chavismo seré más perseguido que quienes me atacan ahora por las redes

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Entrevistado por Diario VEA, aclaró a sus detractores que “rescatar” a Freddy Guevara y a Miguel Pizarro, “no era que yo lo iba a perdonar”. Foto Internet,

VEA / Ildegar Gil

Como “álgidos, candentes, sin ningún tipo de consideración”, califica Pedro Carvajalino, ante Diario VEA, los temas que con periodicidad quincenal tratará junto al periodista Vladimir Villegas, en el espacio “Par de calvos”, producido desde el 14 de febrero en formato podcast, vía canal Youtube, del portal https://venezuela-news.com/.

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Curiosamente, con tal dosis de atributos (álgidos, candentes, sin ningún tipo de consideración) fueron aliñadas las reacciones que en su contra vaciaron quienes cuestionaron algunas posturas suyas durante la emisión del programa inicial, donde el tema del odio resaltó como insumo de arranque. Las redes digitales, y canales como guasap (medio por el que establecimos contacto con él), quedaron impregnados de los comentarios hacia el conocido co-moderador de Zurda Konducta (programa de VTV).

Entrevistado por quien suscribe, contestó cada una de las interrogantes planteadas, destacó la utilidad del diálogo entre compatriotas y lanzó una especie de “carajazo” a sus detractores: “Créeme que si gana un Guaidó, un Leopoldo López o un Freddy Guevara, yo sería más perseguido que un montón de personas que me escriben ahorita en las redes”.

Tal consideración, arrojada luego de la pregunta: “De haber un cambio de gobierno, ¿estimas que ya no serías perseguido?”, tuvo su complemento: “Para ese escenario estamos más que preparados. Para el escenario que haya un cambio de gobierno que vaya en contravía del chavismo y que de repente pretenda imponer su hegemonía, estamos más que preparados por la historia que representamos, por la historia que conocemos cercana. Aquí no se está planteando una claudicación de nuestras ideas. Se está planteando es que nos encontremos como país para poder solventar una serie de situaciones políticas, económicas y sociales que hay que solventar ya. Y si había que dar un paso, bueno, yo me siento feliz de haber dado un paso para reunirme con Vladimir”.

 

-¿Qué opinas de las reacciones? Las hay a tu favor y las hay en contra.

-Quisimos hacer un programa en donde tuviésemos dos visiones encontradas, pero que la vez nos permitiera saber y darnos cuenta de que este país va más allá de las expresiones de un sector. El primer tema fue el odio.

 

-¿Qué dices a quien te cuestione por reivindicar a Freddy Guevara y a Miguel Pizarro? Ambos han hecho mucho daño al país.

-Hice algunas acotaciones de rescatar a algún sector de la política, y cuando yo decía “rescatar”, no era que yo lo iba a perdonar. Cuando yo decía “rescatar” era rescatarlos a la política, que volvieran a la política. Un tipo como Pizarro, un chamo como Pizarro es de nuestra generación; estuvimos en posiciones encontradas desde 2007 en adelante, nos veíamos en manifestaciones, yo entrevistándolo; Pizarro fue chavista también en un momento determinado y se pasó a la oposición. Freddy Guevara sí es más de sectores reaccionarios de la derecha, pero yo decía era rescatar a la política a esa gente que de repente hay un sector de la oposición que cree en las sanciones, porque creen que se van a resolver los problemas vía sanciones y vía imposición de un Presidente que ellos elijan, y hay un sector que cree en las elecciones como mecanismo para resolver los problemas. Yo no reivindiqué a Guevara o a Pizarro como figuras políticas, que yo quiero que sean mis amigos. No. Que vuelvan a la política. Eso me lo ha enseñado Chávez. Chávez nunca se lanzó una campaña, digamos, en donde sacrificaba a sus enemigos políticos, sino al contrario: los invitaba a que participaran en política. Tanto así que mucha gente participó en golpes de Estado y hubo amnistías y la posibilidad de reconciliarnos a través del debate, a través del diálogo. ¿Ah, que reincidían? Sí, bueno, cuando la gente reincide en las acciones golpistas, ahí sí se tienen que encontrar fácilmente en la posibilidad de que se sometan a la justicia.

 

-¿Por qué esas reflexiones tuyas ahora? ¿Obedecen a alguna estrategia por la paz?

-¿Si hay una estrategia de paz? No hay una estrategia de paz. Yo creo que el diálogo debe ser algo permanente y el presidente Nicolás Maduro ha dado demostraciones fehacientes de diálogo; tanto así, que hasta Freddy Guevara, que es a quien me están sacando en términos de redes y generó más ruido a un sector del chavismo, está en la Mesa de Diálogo. Yo no tengo qué decir que a Freddy Guevara lo voy a rescatar. No. Yo no soy juez, arte ni parte: soy un comunicador que tiene ahorita un programa con una persona que piensa totalmente distinto a mí.

 

-¿Conocían tus compañeros de ZK esta forma de pensar de Pedro Carvajalino?

-Los muchachos de Zurda Konducta no sabían del programa. Fue un proyecto que se llevó en discusiones internas con Vladimir y se le convenció de que hiciéramos un programa para el diálogo y el debate.

 

-¿Sientes que alguna vez hiciste daño a la izquierda con tu postura radical?

-Cuando hablé de cambiar algunas posturas radicales, hablaba de cambiar algunas posturas, digamos, que inclusive el presidente Nicolás Maduro nos las ha enseñado. De repente a veces decimos: nosotros no nos reuniríamos con tal persona, y al final, si eso contribuye en beneficio del país, que mermen las sanciones, etcétera, etcétera, uno se podría sentar hasta con el mismo diablo. Yo me sentaría hasta con el mismo diablo para que mejoren las condiciones de vida de los venezolanos.

 

-¿Que se siente comer en paz en Las Mercedes?

-Con el tema de Las Mercedes, que es el tema que más han vilipendiado, yo no hablo de Las Mercedes en sí; yo hablo que después de 2017, 2018, hubo un cambio, y que habían sitios vedados o vetados para algún sector del chavismo. Es decir, yo hablaba fundamentalmente de que había opositores que de repente no podían conocer el centro de Caracas porque había una crispación, una polarización, y habíamos sectores del chavismo que de repente no podíamos salir a comer a un restaurante. Mi punto de honor no es el restaurante, porque todas esas personas que me están señalando nunca han sido objeto de odio. Yo fui objeto de odio en un hotel en Carabobo y ese día yo vi el delito de odio cosificado cerca de mis ojos, de la intolerancia, y por eso tengo una política ahorita de la tolerancia y la intolerancia, que si eres venezolano tienes derecho a ir donde te plazca la gana, si eres chavista también tienes derecho a ir donde te plazca la gana, y si eres opositor y quieres conocer el centro de Caracas también tienes derecho a que te plazca la gana de conocer el centro de Caracas. Hablo de sitios que antes eran vetados para sectores políticos y que de repente ahorita no hay tanta crispación y polarización.

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