Luis Zárraga

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A pesar de los pesares esta revolución sigue de pie y como exclama nuestro Presidente lo hace con logros tangibles.

Son logros que se pueden tocar, se perciben de manera precisa y Nicolás Maduro cuando se refiere a quien todavía intenta mantener en lo ficticio como jefe de Estado de Narnia, es decir, algo que en la práctica no es viable y con su accionar o robo seguido a los dineros de la nación se debe hacer justicia.

Maduro ha dicho en ese aspecto que se debe hacer justicia legal. Ha expresado «No me temblará el pulso, estoy listo, preparado, para hacer justicia legal. Ya basta de que en las narices de los venezolanos se repartan como un botín el dinero que le pertenece a la nación».

«El gobierno de EEUU con gran desparpajo dice haberle entregado a la mafia de Guaidó 1.900 millones de dólares… ¿quién atesora este dinero? ¿quién se lo llevó?», se preguntó el primer Mandatario nacional, toda vez que solicitó a la Asamblea Nacional investigar a la extrema derecha, para que le muestre al país «la podredumbre y muestren cómo se repartieron millones y millones de dólares, el clan de mafiosos encabezados por Juan Guaidó.

El Presidente aseguró que el gobierno de EEUU reconoce que la extrema derecha se repartió 1.900 millones de dólares por cuanto la AN debe investigarlo.

«Entre gallos, tragos y medianoche, acontecen sucesos trágicos, deleznables que muestran la pudrición de un sector del extremismo de la derecha venezolana. Los sucesos del 4 de enero tienen que ser investigados, explicados a los venezolanos. El pueblo de Venezuela pide justicia para esta mafia nauseabunda que se ha repartido el dinero de los venezolanos. Ya basta de estas mafias», sentenció durante el acto de notificación por parte de la nueva Directiva de la Asamblea Nacional sobre el inicio del Período de Sesiones 2022-2023.

A través de la historia recordamos algunos hechos anteriores como lo fue el fracasado pacto de PuntoFijo cuyos antecedentes visualizamos a manera de repaso.

El 23 de enero de 1958 termina la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, asume el control del país una junta de gobierno presidida por el contralmirante Wolfgang Larrazábal, que prometió realizar elecciones libres antes de finalizar el año.

El fin de la dictadura no trajo directamente un gobierno civil democrático ni tampoco todas las tendencias que ayudaron al derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, querían un gobierno civil democrático.

De esta forma el 31 de octubre de 1958, en la residencia PuntoFijo, propiedad de Rafael Caldera, ubicada en la avenida Francisco Solano López, en Sabana Grande, con los partidos AD, Copei y URD.

Entre los objetivos de ese pacto, que luego fracasa porque no se cumplen, estaban defendiendo la recién instaurada democracia y lograr que perdurara en el tiempo.

Defender la constitucionalidad y el derecho a gobernar conforme al resultado electoral. Es decir, respetar al ganador de las elecciones, el cual debe recibir el respaldo de los otros dos partidos políticos, los cuales no utilizarán la fuerza para cambiar el resultado.

Formar un gobierno de unidad nacional, mediante la participación equitativa de todos los partidos políticos, en el gabinete ejecutivo del partido ganador de las elecciones.

Tener un programa de gobierno mínimo en común.

Los firmantes de ese pacto fueron:

AD: Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Gonzalo Barrios.

Copei: Rafael Caldera, Lorenzo Fernández y Pedro del Corral.

URD: Jóvito Villalba, Ignacio Luis Arcaya y Manuel López Rivas.

Fue un bipartidismo entre AD y Copei, hasta la elección presidencial del 5 de diciembre de 1993, cuando gana Rafael Caldera del partido Convergencia, conocido popularmente como “el chiripero”. Esto pone fin a la etapa puntofijista, y al bipartidismo entre AD y Copei aunado a la llegada al poder del Comandante Hugo Chávez Frías.

También revisamos el texto del periodista y político Manuel Caballero quien escribió sobre Rómulo Betancourt y señala: “A poner manos a la obra de enjuiciar a Betancourt, los venezolanos no admiten buenos oficios ni términos medios. Unos lo repudian con rencorosa acrimonia:

-¡Betancourt es un bandido!

Otros dan la vida, si es llegar el caso, en resguardo de su prestigio a esta guisa, Manuel Caballero espeta:

“…Durante muchos años nos opusimos a la acción política de Rómulo Betancourt, a su segundo gobierno (durante el primero éramos demasiado jóvenes para hacerlo) y a su creación, Acción Democrática. Lo hicimos con toda la vehemencia de que somos capaces; pero no venimos, con este libro, de regresos ni de arrepentimientos; tampoco es que ahora hayamos escogido el fácil observatorio de la imparcialidad. No somos jueces, y eso nos exonera de tener que situarnos en un lado u otro de los dos extremos.

Eso decía Caballero, pero lo cierto es que volviendo a los hechos tangibles que cita Maduro sobre nuestra actualidad política, tenemos que ha esbozado: el gobierno de Estados Unidos, al felicitar al recién electo gobernador opositor del estado Barinas, ha reconocido al sistema electoral venezolano y a las autoridades estatales cuyo poder ha emanado del pueblo a través del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Con antelación el vocero de la Casa Blanca para Venezuela, James Story, felicitó al dirigente opositor del estado llanero por su elección como gobernador y «a todos los venezolanos que defendieron la democracia en las elecciones de Barinas».

«La elección del 21 de noviembre y las elecciones de Barinas del pasado domingo, son un éxito total para el sistema electoral de Venezuela, y más ahora que hemos recibido la felicitación del gobierno de Estados Unidos», expresó Maduro en respuesta.

Calificó como positivo que el gobierno de Estados Unidos haya felicitado al dirigente opositor, «porque felicitándolo a él, felicita al Poder Electoral, felicita a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y me felicita a mí como Jefe de Estado, le doy las gracias al gobierno de Estados Unidos», ironizó Maduro ante las cámaras de televisión.

El Mandatario agregó además que la Casa Blanca, de manera directa o indirecta, reconoce tras su declaración a todos los gobernadores y alcaldes que ganaron, porque con el mismo sistema electoral se eligieron a todas las autoridades regionales y locales del país.

Recordó que las fuerzas progubernamentales obtuvieron más de 220 alcaldes de 335 alcaldías y triunfaron en 19 gobernaciones de 23 en disputa.

En conclusión la Revolución Bolivariana sigue de pie y firme y esos son hechos tangibles e indiscutibles.

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