¡Créditos, materiales y mano de obra! Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

Sí, el dinero es necesario para comprar y adquirir productos, y más cuando se trata de bienes e inmuebles; pero también hay maneras honradas de poder acceder a viviendas dignas más allá del pago directo en efectivo. Estos mecanismos están contemplados en la Reforma de la Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat, sancionada el 30 de abril de este año por la Asamblea Nacional (AN), y promulgada el 1° de mayo por el jefe de Estado, Nicolás Maduro, ante miles de trabajadores y trabajadoras.

Por ejemplo, la Ley en su artículo 31 amplía la finalidad del Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda (FAOV) para también adquirir materiales, mano de obra y servicios requeridos en la construcción de la vivienda autogestionada. El 36 establece que el Fondo de Ahorro Voluntario para la vivienda ahora puede ser colectivo para las organizaciones sociales de base del Poder Popular. Y en el 44 señala que el Ministerio de Poder Popular para Hábitat y Vivienda podrá suscribir alianzas estratégicas con cajas de Ahorro u otros fondos similares de las trabajadoras y los trabajadores para desarrollar proyectos habitacionales.

La recién aprobada reforma «reconoce la participación del pueblo organizado y los trabajadores y trabajadoras como los principales productores de vivienda social a escala nacional». Así lo destaca en entrevista a Diario VEA, el diputado al Parlamento Nacional, Rigel Sergent, quien además presidió la Comisión especial de esta instancia donde se desarrolló y debatió la norma durante un año. Una visibilización que queda plasmada en el artículo 4 del instrumento legal.

Desde la sede de este medio, ubicada en San Agustín del Norte, Caracas, acota que esta ley rige lo que la gente conoce como Ley de Política Habitacional, pero que en la norma se le establece como Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda (FAOV) y Fondo de Ahorro Voluntario. Indicó que el instrumento desarrolla los mecanismos de financiamiento para la adquisición de viviendas, no solo en el mercado secundario, sino también con otras características, como el acceso a la tierra.

Comencemos a desglosar las opciones, que pueden permitir a miles de familias concretar el sueño de tener una vivienda propia.

Producción de vivienda social: Autogestión, autoconstrucción y cogestión

La ley promueve la construcción de viviendas sociales a través del método de autoconstrucción, autogestión y cogestión. Exactamente la medida está plasmada en el artículo 59.

«La actividad de producción social de vivienda y hábitat sin fines de lucro por parte de los usuarios y usuarias, instancias organizativas de las trabajadoras y trabajadores, y organizaciones de base del poder popular, se podrá efectuar mediante la autoconstrucción, cogestión, autogestión familiar o autogestión colectiva. Para ello el Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de Vivienda y Hábitat reconocerá todas las formas sociales del pueblo organizado a nivel sectorial y territorial. El Ministerio del Poder Popular con competencia en Vivienda y Hábitat desarrollará los mecanismos para incentivar esta modalidad de producción y deberá generar las políticas y acciones para garantizar su desarrollo», reza el mencionado apartado.

En ese marco el diputado Sergent explica la diferencia de cada uno de los términos. Sobre autoconstrucción indicó que «es el proceso de pegar bloques, es el tema de la construcción en sí (…). Cuando solo se participa en el tema de pegar bloque, batir mezcla, entre otras, es autoconstrucción (…). Por ejemplo, los barrios se hicieron con autoconstrucción, agarraron, ocuparon esos espacios, y sin apoyo del Estado construyeron los barrios, sin apoyo técnico, sin una política de financiamiento del Estado. Lo hicieron con fuerza propia, eso es autoconstrucción. Había unos ciertos niveles de autoconstrucción colectiva porque fueron varias familias (…)».

Luego está la cogestión que abarca la organización, planificación, el diseño de la vivienda, la construcción en sí. Un proceso en donde participa la comunidad organizada o los trabajadores organizadores en conjunto con el Estado. El parlamentario cita como ejemplo la que llevan a cabo «Mujeres Luchadoras» en el Centro de Caracas y los 48 apartamentos construidos en un 85 % por mujeres en el urbanismo Jorge Rodríguez Padre, ubicado en Antímano, Caracas.

Sobre la autogestión precisa que contempla que todo el proceso de planificación hasta la propiedad lo deciden las familias. Coloca como referencia el trabajo que viene realizando el Campamento de Pioneros 22 de Enero, ubicado en el municipio Chacao, estado Miranda, desde 2011. «Los recursos ellos mismos lo administran y ellos deciden su manejo. Gerencian los recursos que no solamente son dinero, también por ejemplo son las maquinarias. El Comandante Chávez en su momento les otorgó maquinaria para construir».

Un dato que aporta Rigel, es que antes del bloqueo y la pandemia, alrededor del 60 % de las casas que estaba construyendo la GMVV eran con el sector privado. Después de estos hechos y en la actualidad, más del 60 % están siendo edificadas por autoconstrucción, autogestión y cogestión. Vuelve a citar como ejemplo de ello, el urbanismo construido en Antímano por féminas. «Hay otro, el Waraira Repano, en el Recreo», Caracas.

Añade que en la capital venezolana, por estos tres métodos: Autoconstrucción, autogestión y cogestión se está construyendo más del 80 % de las viviendas.

Capacitación para la construcción de la vivienda

Para fortalecer el levantamiento de viviendas bajo la modalidad de autoconstrucción, cogestión y autogestión, el artículo 57 de la norma establece que el Ministerio de Hábitat y Vivienda priorizará las políticas y acciones que garanticen el acceso a la tierra, capacitación, formación técnica, acceso a materiales y maquinarias.

«Para garantizar la eficiencia y calidad constructiva en ese levantamiento bajo las modalidades mencionadas, el Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de Vivienda y Hábitat fomentará la conformación de centros de formación, escuelas populares o alianzas con centros de capacitación pública, centros de estudios y universidades, así como el impulso de cooperativas, brigadas obreras de las trabajadoras, trabajadores y las organizaciones de base del poder popular», reza el mencionado artículo.

Ampliación del Fondo de Ahorro Obligatorio: Adquisición de materiales

Uno de los logros de la norma que destaca Rigel es la aprobación del artículo 31, donde se amplía la finalidad del Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda (FAOV) para que los trabajadores y las comunidades organizadas también puedan adquirir materiales, mano de obra y servicios requeridos en la construcción de las viviendas.

«Una de las cosas que logramos con esta reforma es que ampliamos los objetivos del Fondo de Ahorro Obligatorio y del Fondo de Ahorro Voluntario. Ahora no es solo para adquirir viviendas en el mercado secundario; ahora, por ejemplo, pueden adquirir materiales, solicitar créditos para mano de obra, que eso no lo planteaba antes el Fondo de Ahorro Obligatorio. Puedes adquirir un terreno. Entonces, varios trabajadores se pueden organizar y si hay un terreno que estén vendiendo lo pueden adquirir a través del Fondo de Ahorro Voluntario o el Obligatorio», puntualiza.

Indica que toda esta ampliación «va amarrada» al proceso de autoconstrucción, autogestión y cogestión.

El artículo 31 establece «El Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda estará constituido por el ahorro obligatorio proveniente de los aportes monetarios efectuados por las trabajadoras o los trabajadores bajo dependencia y sus patronas o patronos».

Agrega que los recursos de este fondo serán otorgados para los siguientes fines:

1. Ejecución y financiamiento de planes, programas, proyectos, obras y acciones requeridas para la vivienda y hábitat de las usuarias y los usuarios que hayan contribuido a este fondo.
2. Financiamiento para la adquisición, construcción, sustitución, restitución, mejora para la reparación o remodelación, refinanciamiento o pago de créditos hipotecarios o cualquier otra actividad relacionada con la vivienda principal y el hábitat.
3. Cubrir costos de los servicios provistos a este fondo por los operadores financieros y el Banco Nacional de Vivienda y Hábitat, de conformidad a los criterios y límites que apruebe el Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de Vivienda y Hábitat.
4. Financiamiento para la adquisición de materiales, mano de obra y servicios requeridos en la construcción de la vivienda autogestionada por el usuario con terreno, cuando sea calificado como elegible por el ministerio con competencia en Vivienda y Hábitat.
5. Para el subsidio directo habitacional retornable o no, de conformidad a lo previsto en la presente ley.

Producción de insumos e intercambios con la GMVV

Otra novedad que incluye la norma y que representa una oportunidad para acercar a las comunidades organizadas y a los trabajadores a acceder a una vivienda digna, es a través de la producción de insumos, contemplado en el artículo 60.

Describe Rigel Sergent que por ejemplo, los trabajadores se pueden organizar y constituir una fábrica, empresa, por ejemplo, una bloquera, o elaborar pinturas o insumos de la construcción «que puedan servir no solo para ellos mismos sino para el Sistema Nacional de Viviendas, y ese financiamiento después se puede retribuir de otra forma. El Ministerio puede considerarlo así, que quiere decir eso que puedes acceder a la vivienda si estás produciendo insumos para la construcción para la Gran Misión Vivienda Venezuela».

Sigue ejemplificando, que los trabajadores organizados que cumplan con los requisitos, montan una carpintería que puede suministrar puertas y ventanas a la GMVV, «entonces eso se considera con respecto al tema del crédito para el acceso a un urbanismo» de este programa social. «Es un intercambio, no necesariamente tú vas a pagar el crédito con dinero, sino también puede ser para tu acceso al tema de la vivienda».

«El Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de Vivienda y Hábitat está facultado para articular con los distintos órganos y entes públicos y privados a los fines de garantizar la dotación de materias primas, insumos, bienes intermedios y de consumo final para la producción de vivienda. A los efectos previstos en este artículo podrá otorgar financiamiento a los productores de insumos, pudiendo aplicar métodos compensatorios para el retorno de los recursos entregados», reza exactamente el artículo 60.

Alianzas estratégicas, cajas de ahorro y proyectos habitacionales

Sin dejar de reconocer que las cajas de ahorro de los trabajadores y las trabajadoras se han visto afectadas por la pérdida del salario mínimo integral, producto del bloqueo que mantiene el régimen estadounidense contra Venezuela, Sergent explica que esta figura está presente en la norma y establece mecanismos para fortalecerlas.

«Hay que incentivar nuevamente el ahorro, es difícil, pero es necesario. Esto sería tratar de incentivar fondos más allá del salario, del famoso 3 % del Fondo de Ahorro Obligatorio; es una realidad que a veces los trabajadores también emprenden y tienen otras cosas, buscan otras fuentes de ingresos. Entonces pueden ahorrar, puede ser con la misma caja de ahorro o con las figuras asociativas (…). Pueden generar esos fondos y que con esas alianzas con el Ministerio, Banavih, más esas formas ahorrativas pueden generar algún tipo de financiamiento que se pueda fortalecer», indicó.

Agregó: «Si tienes un poquito aquí, un poco acá, tú unificas allí una fuerza». Citó como ejemplo de alianza estratégica la construcción de unos 40 apartamentos para trabajadores de Corpoelec que se realizaron en Ciudad Tiuna, Caracas. Contó que la construcción de una torre estuvo paralizada producto del bloqueo, la pandemia, entonces, el Ministerio de Vivienda junto con el de Energía Eléctrica, establecieron un convenio; el último aportó «recursos, mano de obra también y terminaron la torre, para 40 trabajadores, 40 familias del sector eléctrico».

«El Ministerio con competencia de Vivienda y Hábitat, a través de la instancia competente, podrá suscribir alianzas estratégicas con cajas de ahorro u otros fondos similares de las trabajadoras y los trabajadores, con la finalidad de desarrollar proyectos habitacionales para sus afiliados, todo ello en concordancia con la ley que rige la materia y los objetivos de la presente ley», dice el artículo 44.

Crédito colectivo

El Fondo de Ahorro Voluntario para la Vivienda, ahora puede ser colectivo para las organizaciones sociales de base del Poder Popular. Así quedó establecido en el artículo 36 del instrumento jurídico, explica el diputado.

Argumenta que por lo general las personas recurren al Banavih para solicitar un crédito para una vivienda en el mercado secundario de manera individual; con la reforma de la mencionada norma, los trabajadores y las trabajadoras y las organizaciones, pueden agruparse para adquirir todo el edificio de manera colectiva. «Lo pueden hacer a través de este fondo de ahorro voluntario, o a  través de una caja de ahorro, también pueden solicitar un crédito colectivo».

Reza el referido artículo: «El Fondo de Ahorro Voluntario, Individual o Colectivo para la Vivienda, está conformado por el ahorro voluntario de las trabajadoras y los trabajadores no dependientes o emprendedores, de las organizaciones sociales u organizaciones de base del poder popular, que formen parte del Sistema de Vivienda y Hábitat. Dichos recursos serán otorgados para los siguientes fines:

1. Ejecución y financiamiento de planes, programas, proyectos, obras y acciones requeridas para la vivienda y hábitat de las usuarias y los usuarios que hayan contribuido a este fondo.
2. Financiamiento para la adquisición, construcción, ampliación, sustitución, restitución, mejora para la reparación o remodelación de vivienda principal o refinanciamiento o pago de créditos hipotecarios, o cualquier otra actividad relacionada con el objeto de la presente ley.
3. Cubrir costos de los servicios provistos a este fondo por los operadores financieros y el Banco Nacional de Vivienda y Hábitat, de conformidad a los criterios y límites que apruebe el Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de Vivienda y Hábitat».

Sergent también explicó que a través del artículo 39 los trabajadores pueden aportar a su ahorro colectivo o individual para concretar la meta de una vivienda.

«El ahorro voluntario, individual o colectivo, forma parte de la corresponsabilidad de las y los ciudadanos para el desarrollo progresivo del derecho a la vivienda. Dicho aporte será registrado en una cuenta individual o en la constitución de un fideicomiso, el cual reflejará los aportes y haberes. El Banco Nacional de Vivienda y Hábitat, como administrador del Fondo, velará por la veracidad y la oportunidad de la información respecto a las transacciones efectuadas en la cuenta de ahorro voluntario, individual o colectivo para la vivienda», reza el mencionado articulado.

Aporte de las grandes construcciones

Otra de las novedades que trae la reforma es el artículo 43 que contempla la activación del Fondo de Equipamiento Urbano cuyo aporte vendrá de las grandes construcciones, por ejemplo la edificación de un gran centro comercial, describe el diputado, quien precisa que este mecanismo surgió en 2015, pero no se estaba aplicando. La recaudación de estos recursos permitirá fortalecer las políticas de vivienda que lleva a cabo el Estado y cuya bandera principal es la GMVV.

«Ese fondo se activa en esta reforma. Los aportes saldrán de las grandes construcciones, sean comercios, oficinas, viviendas, entre otros, que tengan un valor en términos económicos, es decir, por ejemplo si están haciendo un gran centro comercial y eso cuesta 500 mil dólares, ellos tiene que aportar 0.5 % de ese avalúo; estoy dando un ejemplo con el tema de las cifras. Eso hará que al Ministerio le entren otros recursos que ahorita no le llegan», puntualiza.

«Las fuentes de los recursos del Fondo Nacional de Equipamiento Urbano, establecido en la ley que rige la materia de Regionalización y Desarrollo Productivo, estarán constituidas por los aportes realizados por personas naturales y jurídicas de naturaleza privada o pública, que ejecuten obras de construcción, residencial, comercial, de oficina, industrial, de infraestructura y urbanismo. Los aportes se computarán por el cero coma cinco por ciento (0,5 %) del monto total del valor estimado de construcción del proyecto a desarrollar, en todas aquellas obras residenciales, comerciales, de oficina, industrial, de infraestructura y urbanismo, cuyo costo sea superior a 500.000 veces el Tipo de Cambio de la Moneda de Mayor Valor, Publicado por el Banco Central de Venezuela», establece exactamente el artículo 43.

Un ejemplo para la aplicación de la Ley

-Vamos con un ejemplo. Si en una empresa hay 15 o 20 trabajadores que no tienen vivienda, y no cuentan con sindicatos ni ninguna forma de organización, ¿qué deben hacer para organizarse y a través de la ley del Régimen Prestacional de Vivienda poder obtener sus casas a través de la autoconstrucción, autogestión o cogestión?

-Lo primero es el tema de la organización. Ahí como trabajadores, lo primero es que el Ministerio los tiene que reconocer, ya sea que ellos estén organizados, los trabajadores, con una figura de sindicato o caja de ahorro por ejemplo, o como una de estas organizaciones que ya el Ministerio reconoce como las Asambleas de Viviendo Venezolano. Por ejemplo, 15-20 trabajadores se pueden organizar en las Asambleas Viviendo Venezolano (…). Entonces el Ministerio los reconoce. Segundo, los tiene que reconocer también el órgano, en este caso, estadal de vivienda que coordina y dirige la almiranta y tiene que entrar en los planes de política de hábitat de vivienda, porque es un sector organizado. Ellos pueden participar, y el órgano de Caracas, que dirige la alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, o el jefe del Gobierno de Distrito Capital, Nahúm Fernández, entonces (los trabajadores) pueden presentar un proyecto. Ahora se pueden organizar en torno a un terreno que no esté cumpliendo su función social, o por ejemplo un edificio que vean por allí que están vendiendo (mercado secundario), o como decía, también se pueden organizar porque quieren hacer pintura. Primero organizarse, los reconocen las distintas instancias, segundo planificar cuál sería la vía para acceder al tema de la vivienda, puede ser desde cero o dentro del mercado secundario. También pudiera ser organizarse para pedir un crédito colectivo para una de las modalidades que estamos diciendo o se pudieran acercar también, por ejemplo, ellos pudieran encontrar un terreno aquí en Caracas que es del Estado, en El Junquito por ejemplo (…). Entonces, bueno, allí pueden levantar su complejo, su política o su proyecto de vivienda. Supongamos que lo quieran hacer por autoconstrucción, aquí la ley también plantea en uno de los artículos, que el Estado tiene que garantizar la formación técnica por ejemplo, y eso también se puede hacer con alguna instancia de los trabajadores. El Inces forma en el área de la construcción (…). Entonces, mientras se van aprobando los recursos los vamos formando, capacitando y capaz seguramente entre varios de los trabajadores hay unos que saben de electricidad, ese proceso se puede ir dando. Puede ser que se tarde mucho o no hay la capacidad para todas las necesidades que tenga el Banavih de dar créditos en términos de recursos monetarios, pero también pueden acceder, se formaron y pueden acceder a los materiales a través de ConstruPatria, entonces capaz y ellos no están pidiendo dinero, pero están pidiendo los materiales. Entonces allí se puede activar una forma de hacerlo.

Trabajadores y trabajadoras y su participación en el Banavih

Uno de los aspectos de la Reforma Legal que ha sido más destacado mediáticamente, es lo concerniente a la inclusión de la clase trabajadora en la Junta Directiva del Banco Nacional de Vivienda y Hábitat (Banavih) y en el Órgano Superior del Sistema Nacional de Vivienda y Hábitat.

«La Junta Directiva será el órgano supremo de dirección y administración del Banco Nacional de Vivienda y Hábitat. Estará conformada por la presidenta o el presidente del banco y seis directoras o directores principales con sus suplentes. Dos de estos directores o directoras principales con sus respectivos suplentes serán voceros o voceras de las trabajadoras y los trabajadores postulados por la organización sindical de tercer grado en su condición de central mayoritaria», establece el artículo 17.

Al ser consultado sobre cómo los sindicatos elegirán a los trabajadores que participarán en la Junta Directiva indicó que «ese es uno de los retos. Por ejemplo, la Central Bolivariana es una figura de confederación, ahí forman parte distintos sindicatos a escala nacional. Está el Sindicato Nacional Fuerza Unitaria Magisterial (Sinafum), pero también están los sindicatos de la industria petrolera; el sindicato de la construcción. Esa estructura, esa central de sindicato, va a ser la encargada de ver cuál es la forma de elegir a esos dos voceros y voceras».

Más participación de la clase obrera y el poder popular organizado

Rigel, quien conversó con este medio, durante más de una hora, destaca que más allá de la participación de los trabajadores en el Banavih, la norma contempla la intervención de la clase obrera en toda la estructura de la Gran Misión Vivienda Venezuela, «entonces los sindicatos también pueden participar a nivel comunal, local, regional, estadal y nacional. Un sindicato en Apure de cualquier rama puede participar en el órgano estadal de vivienda. Ahorita la ley le da ese derecho».

Recordó que en esas instancias ya vienen participando las organizaciones del poder popular, las Asambleas de Viviendo Venezolano, que son organizaciones en el territorio; pero ahora de manera sectorial están los trabajadores y trabajadoras.

«La ley garantiza esa participación transversal en todos los procesos de la producción de vivienda. Tanto los trabajadores, pero también las organizaciones de bases del poder popular, que es lo que maneja generalmente la Gran Misión Vivienda Venezuela, como son las Asambleas de Viviendo Venezolano, el Comité de Tierras Urbanas, Movimiento de Pobladores, los Campamentos de Pioneros, Anótate y Construye, distintas organizaciones que forman parte del sector vivienda y hábitat. También aprovechamos esta reforma para que también lo reconozca la ley», agrega.

Política de Vivienda va más allá de la construcción

El parlamentario, que lleva décadas luchando porque se respeten los derechos de los inquilinos e inquilinas, remarca que la recién aprobada reforma está muy completa y ahora solo queda velar para que se cumpla con lo establecido en ella y seguir fortaleciendo la política de vivienda y hábitat que impulsa el gobierno nacional.

En ese marco, hace énfasis que la política de vivienda implica: Construcción de nuevos inmuebles, rehabilitación, acceso a materiales, otorgamiento de tierras, adquisición de viviendas a través del mercado secundario.

«Cuando das un crédito estás garantizando el derecho a la vivienda. Cuando das acceso a materiales estás garantizando el acceso a la vivienda. Cuando entregas títulos de tierra estás garantizando también la seguridad jurídica a la tenencia de la vivienda. La seguridad jurídica a la tenencia de la vivienda es una política de vivienda (…) Cuando se logra que inquilinos adquieran viviendas», expresó, al tiempo que se refirió a la adquisición de hogares a través del mercado secundario.

Sobre este último punto destacó que la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital vienen aplicando el método de adquirir hogares a través del mercado secundario, a precios no especulativos, para otorgarlas a familias que las necesitan.

Resume que las aristas mencionadas anteriormente son el compendio de una política de vivienda, y pregunta: ¿Para eso qué necesitas?, para acto seguido responder: «Organización, el acceso a la tierra, el acceso a los insumos, el financiamiento y la construcción, la producción en sí», que son los vértices de la GMVV. «La Reforma de la Ley de Régimen Prestacional de Vivienda los toca todo», finaliza.