VEA / Ildegar Gil

Hay situaciones que marcan momentos en la vida. Dependiendo de quien protagonice dicha fase, será o no noticia en el ámbito de la opinión pública inmediata o allende al entorno propio. Es el caso, indiscutible, de Yulimar Rojas, la venezolana que este lunes 18 de julio conquistó la hazaña de convertirse en la primera atleta ¡en todo el orbe! en lograr seis (6) campeonatos mundiales de manera consecutiva en la especialidad de salto triple.

Horas antes de iniciar su participación en el Mundial de Atletismo que se disputó en Oregón, Estados Unidos, la caraqueña tuvo un momento de intimidad con quienes la siguen en redes digitales. Así fue, por ejemplo, a través de la cuenta en Twitter @TeamRojas45 empleada en esa ocasión para pasearse por la raíz humilde de su procedencia social, cuadro del que jamás ha renegado, sino todo lo contrario, ha reivindicado sin medias tintas.

En este canal comunicacional, la soberana del atletismo mundial publicó una gráfica en la que se le observa en un medio radicalmente diferente al que le ha sido propio en los últimos años, en medio de actos, homenajes, luces y realeza, como cuando en marzo del año 2021 fue condecorada con el Trofeo Comunidad Iberoamericana, que forma parte de los Premios Nacionales del Deporte Español y es otorgado por los reyes de España, Felipe VI y Letizia.

La fotografía señalada deja ver a Yulimar Rojas, vestida con jean, zapatos y camisa (colores azul, azul y blanco, respectivamente), dentro de un espacio obviamente localizado en una zona con características populares. Según relata el texto que acompaña el mensaje, se trata del barrio en el que vivió, en la población de Pozuelos, estado Anzoátegui.

Su relato deja al descubierto el momento que -partiendo de sus recuerdos-, tuvo miedo. Lo expresa así: «Justo aquí viví. En Pozuelos, Anzoátegui. Cuando llovía, tambaleaba el techo y nos mojábamos, era uno de los momentos que me daba más miedo».

A su vez, La Voz de Galicia la reseña como «una niña de Pozuelos (Venezuela), que vivía en una choza con el tejado roto, por el que se colaba la lluvia en invierno». La nota fue a propósito del momento en que rompió la marca olímpica y mundial (durante el mismo salto) al participar en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, celebrados -por causa de la pandemia del Covid-19-, en agosto del año siguiente.

En entrevista concedida en abril del año 2020 a eldiario.com, afirmó que «…siendo la misma chama que vivía en el ranchito de Pozuelos”.

La publicación fue acompañada por una imagen que, todo parece indicar que es así, se logró en las afueras de la casa en la que residió antes de iniciar su triunfal carrera.

Otras gráficas colocadas en @TeamRojas45, colocadas antes de la célebre fecha del lunes pasado, dan cuenta del ambiente que le fue propio en los primeros años de su existencia.

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