Derechos Humanos y el cuidado de la Madre Tierra
La autora es presidenta de Fundalatin.
Eugenia Russian
La Declaración Universal de los Derechos Humanos se firma al final de la Segunda Guerra Mundial (1948), en la naciente ONU, como intento de evitar de nuevo la tragedia. Pero si bien la existencia de esa declaración es una conquista humana, existen interpretaciones divergentes. Así, las visiones consideradas hegemónicas, privilegian solo algunos derechos como el de la propiedad y la libertad de expresión, sobre los demás, dejando de lado derechos humanos vitales, como los de la educación, salud, vivienda.
La perspectiva crítica y ética, como la que se tiene en las comunidades ecuménicas de espiritualidad reflexionada por la teología de la liberación, plantea la necesidad de asumir no solo la totalidad de los derechos humanos sino también los deberes humanos.
Por otra parte, la Conferencia de las Partes de la Convención en el Marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático, conocida como COP28, que se celebra del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023 en Dubái, con el lema “Unir, actuar, ofrecer resultados”, constituye una oportunidad que nuevamente tiene la humanidad para proponer medidas de adaptación al cambio climático, propuestas para recortar sus emisiones de carbono a la atmósfera, invertir en energías renovables, utilizar combustibles bajos en carbono y en tecnologías de emisiones negativas, y generar estrategias para el cumplimiento de los compromisos adquiridos para actuar con éxito en mejorar las condiciones climáticas.
Finalmente, al conmemorar los 10 años de la partida física de Nelson Mandela, que el testimonio de vida del fraterno Madiba, nos impulse a continuar el llamado de conciencia ética. Un clamor que emerge desde la historia de opresión y liberación de la América Mestiza y de la Madre África, y en este tiempo de adviento, nuestro compromiso sea el de seguir contribuyendo a que el ser humano se reconcilie consigo mismo, y que inaugure una nueva forma de convivir.
