VEA / Yonaski Moreno

Una denuncia realizada por el expresidente Evo Morales sobre el presunto encubrimiento policial al narcotráfico en Bolivia, destapó un escándalo de corrupción que involucra a jefes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y a un viceministro.

“Según información de policías patriotas, uno de los principales actores en el encubrimiento al narcotráfico en Valle Sajta, es el coronel (José María) Velasco, quien inició un operativo esta madrugada con el plan de responsabilizarnos a mí y a dirigentes del Trópico. Pedimos profunda investigación”, señaló Morales a través de un mensaje en Twitter publicado este martes 5 de abril.

Además de Velasco, señalado directamente por el expresidente, también se han visto señalados el jefe de la unidad de patrullaje antidrogas, Franco Arancibia, y el viceministro de Sustancias Controladas, Jaime Mamani, según el diario La Razón, citado por Sputnik.

Morales destacó en la red social que “en menos de 24 horas se comprobó la veracidad de nuestra denuncia”. Además, alertó que ha recibido denuncias de “personal policial subalterno que advierten de un plan de espionaje y seguimiento para sembrar pruebas en nuestra contra. No tenemos ningún miedo. Pedimos que las investigaciones avancen sin temor a los agentes del golpismo entrenados por #EEUU”.

El escándalo de corrupción inició el pasado 4 de abril cuando el líder indígena denunció una presunta protección policial al narcotráfico. En dicha oportunidad presentó el audio de una llamada telefónica en la que se escucha a un supuesto jefe policial instruir a uniformados subalternos a abandonar una región de Chapare, donde habían descubierto cuatro fábricas de cocaína, resalta la web mundo.sputniknews.com.

El jefe de la FELCN rechazó la denuncia y dirigió una operación en Chapare, asegurando que las fuerzas antidrogas destruyeron las cuatro (4) fábricas de droga. Tras el operativo, Erick Terán, exjefe de patrullaje antidrogas, demandó al comandante Velasco y al viceministro Mamani, acusándolos de encubrir a supuestos colombianos dueños de las fábricas de cocaína destruidas.

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