Ética y la espiritualidad para rescatar la vida
La autora es presidenta de Fundalatin.
Eugenia Russian
Frente a las actitudes de los grandes poderes mundiales que se dedican a apoyar con violencia tecnológica, imponiendo medidas coercitivas unilaterales, con guerras, invasiones y con el genocidio, como lo viene haciendo el Estado de Israel contra la población de Palestina, acompañado de la agresión desmedida contra la Madre Tierra y la generalización de la violencia cotidiana, en un afán incontrolable por la competencia, incluso a costa de la vida de la gente, desde las comunidades de diversas fuentes espirituales se empieza a sentir cada vez con mayor fuerza, el clamor humano y de la creación que gime con dolores de parto.
De allí que las tendencias planteadas por el modelo capitalista neoliberal imperante, resulten éticamente inaceptables. Se requiere una vía de corrección ética del rumbo. Hay signos esperanzadores en este sentido, como las acciones de los movimientos sociales en función de otro mundo posible.
La sensación de vivir en una humanidad enferma, requiere respuestas amplias para sanar no solo los cuerpos humanos sino también los espíritus y las llagas de la Madre Tierra. Es necesario hacer un alto para repensar el camino hasta ahora recorrido y generar nuevos criterios que nos permitan continuar juntos y vivos. Tenemos que reencontrar nuestras raíces terrenas. Urge que reconquistemos la conciencia de que la palabra hombre viene de humus (tierra fecunda) y que la palabra Adán viene de Adamah (tierra fértil).
Desde las comunidades de buena voluntad pidamos, ya próximos al adviento, que el Espíritu que preside la historia, no nos falte. Y que al conmemorar este 26 de noviembre los 7 años de la partida física del Comandante Fidel Castro Ruz, es importante hacer nuestras sus palabras: “Ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la humanidad. Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo”.
