VEA / Ildegar Gil

En apenas 33 segundos, la venezolana Yulimar Rojas ratificó al mundo que también en materia de baile tropical es mucho lo que puede mostrar. Como en otras ocasiones, empleando su cuenta @TeamRojas45 en la red digital Twitter, se hizo grabar al son del tema Que se sienta interpretado por el también compatriota Oscar D’ León, de quien es manifiestamente seguidora, según ha dejado ver.

Como si estuviera ante la arena de su más reciente hazaña, cuando ganó el campeonato mundial celebrado en Estados Unidos, marcando 15 metros 47 centímetros en salto triple y convirtiéndose en la primera mujer en obtener seis (6) lauros universales de manera consecutiva, su humanidad de casi dos metros de altura (1,92) se contornea tras la melodía del rey de la salsa quien, como ella, es también de origen humilde.

Ataviada con un conjunto deportivo, color negro, dividido en dos piezas, hace valer sobre sus zapatos (de igual matiz) la autoridad propia de quien se vacila con dulzor la vibración nacida del alegre guateque con impronta de barrio, lucha, rebeldía, tozudez y ¿por qué no? mucho amor.

Caraqueña de nacimiento pero venezolana en lo más explosivo de su corazón, Yulimar Rojas no desaprovecha momento alguno para hacer un alto durante los lapsos de entrenamiento bajo la mirada severa y orientadora del cubano Iván Pedroso para derrochar simpatía captando la admiración de todo el orbe.

Esa es Yulimar: una soberana que no esconde sus miedos; que no amerita de mayores oportunidades para dictar pautas durante las competencias; que genera pánico cuando alguna impertinente lesión la acosa; cuando acepta retos paralelos a su cotidianidad, o cuando no esconde las emociones propias de sus conquistas.

Junto con ella, todos y todas…¡A DISFRUTAR!

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