Néstor Rivero Pérez

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El 2 de diciembre de 1823 hace doscientos años, fueron enunciadas por James Monroe, presidente de Estados Unidos -en su Mensaje anual al Congreso de dicho país- las líneas de política externa de su gestión, que han pasado a la historia bajo la denominación de ‘Doctrina Monroe’.

Propósito dual

Este mensaje se proponía un propósito explícito y otro implícito, el primero: Rechazar la presencia de potencias europeas en los asuntos del continente americano; y el segundo: Asegurarse para sí el derecho exclusivo a futuro, de intervenir unilateralmente en los países suramericanos y del Caribe. El Libertador Simón Bolívar, quien por esos días se encontraba al frente de la campaña emancipadora de Perú, recibiría con suma cautela la información sobre dicho “Mensaje” del mandatario estadounidense.

Primeros avisos

En dos misivas, una de febrero de 1824, y otra del 15 de abril de 1824, el vicepresidente de la Gran Colombia, Santander, se refirió al Mensaje del Presidente estadounidense en términos auspiciosos. El Libertador se encontraba aislado en Trujillo (Perú), preparando su ejército con miras a “buscar a los españoles en el Cuzco, darles batalla y terminar la guerra”. Entonces Bolívar confrontaba graves limitaciones logísticas, sin perder no obstante oportunidad para informarse del acontecer externo. Así, leyó comentarios de Santander: “El Mensaje de EEUU ha hecho fuerte impresión en Europa. La Santa Alianza estaba ardida de cólera… porque sospechaba que Gran Bretaña había tenido parte en ello” [O’Leary, Tomo 3, pág 140-141].

¿Por qué la cautela?

Bolívar, quien desde 1817, y a propósito del contrabando y venta de armas por comerciantes de EE. UU. a españoles sitiados en Guayana, y vista la hostilidad del gobierno de la naciente potencia, en contra de la República de las Floridas -organizada por patriotas venezolanos y neogranadinos-, no hizo pronunciamiento inmediato al recibir las primeras informaciones. Y dada su extrema dificultad bélica en Perú, lo reducido del número de tropas republicanas para combatir en la sierra peruana, así como la estrechez de pertrechos y vituallas, trató de persuadir a Santander de que el verdadero peligro de ese tiempo radicaba en tierra inca, y no en una presunta invasión de la Santa Alianza contra Venezuela o Nueva Granada, como este aducía. Bolívar, ante los reparos del vicepresidente para auxiliarlo, le dice: “Es inútil pintar tempestades en medio de la calma…” (6 de mayo de 1824). Se esbozaba así el cruce de reacomodos continentales asomados en la Doctrina Monroe, con circunstancias internas de la Gran Colombia y Perú. En todo caso, ello no impedirá la culminación con gloria de la gesta emancipadora continental, el 7 de diciembre de 1824 en Ayacucho.

 

Aliados egoístas

El 8 de marzo de 1825, Bolívar, centrando ya su esfuerzo político en la convocatoria del Congreso Anfictiónico de Panamá, escribirá al vicepresidente Santander, caracterizando los intereses de EE. UU.: “(…) los norteamericanos son unos aliados eventuales y muy egoístas. Luego, parece político entrar en relaciones con los señores aliados… y ganar tiempo”. En todo tiempo insistirá Bolívar en que no se invitase a EE. UU. para la federación anfictiónica del Istmo de Panamá, punto en que Santander le contrarió, al formalizar convocatoria al gobierno de Washington DC.

 

El Mensaje

(…) no podríamos ver ninguna interposición de una potencia europea, con el propósito de oprimirles -los gobiernos que han declarado su independencia y la han mantenido- o controlar de no importa qué manera su destino, de otra forma que no sea una manifestación de disposición inamistosa hacia los Estados Unidos […] Es imposible que los poderes aliados extiendan su sistema político a cualquier parte de otro continente sin poner en peligro nuestra paz y felicidad” [Mensaje del Presidente James Monroe, 2 de diciembre 1823 / Fuente: http://www.mondialisations.org].

Sinópticos

Día Internacional de la Abolición de la Esclavitud

Esta efemérides se propone la erradicación de las formas contemporáneas de esclavitud, tales como trata de personas, explotación sexual y reclutamiento forzoso de niños, para utilizarlos en conflictos armados.

 

1952
Golpe de Estado de Marcos Pérez Jiménez

El hombre fuerte de la Junta que por entonces gobernaba en Venezuela, desconoció los resultados de la consulta electoral del 30 de noviembre anterior y asume el poder “en nombre de las Fuerzas Armadas”, aduciendo que el partido URD había ganado los comicios debido al caudal aportado por partidos ilegalizados como el PCV y AD.

1956
Desembarco del Granma

Este yate había zarpado el 25 de noviembre anterior de las costas de Veracruz (México), y entrado en aguas cubanas el 1° de diciembre, culminando su viaje el día siguiente, 2, cuando sus 82 tripulantes desembarcan con armas y equipaje, para iniciar la lucha armada contra el dictador Fulgencio Batista.

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