Héctor Rodríguez: Yare fue una gran escuela para Chávez

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Recordó que el recinto será convertido en una universidad. «Queremos que esa cárcel sea para el pueblo lo que fue para Chávez», indicó. Foto @HectoRodriguez

VEA / Yonaski Moreno

Durante los dos (2) años que estuvo recluido en la cárcel de Yare, tras liderar la rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1992, el comandante Hugo Rafael Chávez Frías se fue preparando para dirigir el país. Yare fue una gran escuela para Chávez, para el futuro, para la política y será también una gran escuela para el pueblo venezolano.

Así lo expresó este sábado 26 de marzo el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, en una actividad conmemorativa de los 28 años de la salida de Chávez de la cárcel de Yare. El gobernador rememoró que durante su encarcelamiento el líder de la Revolución Bolivariana recibió personas de todas partes de Venezuela: «Fue la cárcel de Yare el espacio que fue amalgamando las distintas luchas que durante años hemos dado los pueblos de Venezuela. En ese esfuerzo permanente que tuvo que hacer Chávez durante esos dos años para atender líderes de la guerrilla, de las Fuerzas Armadas, de los movimientos religiosos, sindicales, juveniles, e ir tejiendo una gran fuerza política, ir aguantando las presiones de la oligarquía. Ahí se fue forjando Chávez».

En tal sentido, recordó que la cárcel Yare I fue desocupada por el Gobierno Bolivariano para su restauración y la destinación de esos espacios a la Universidad de Ciencias Políticas Hugo Chávez. «Queremos que esa cárcel sea para el pueblo lo que fue para Chávez, una escuela para gobernar este país, la escuela para transformar este mundo, la escuela para hacer realidad el proyecto político de Bolívar y de Chávez», expresó.

Añadió que se enfrentan a un trabajo inmenso para convertir Yare I en un centro de luces para el poder popular organizado y propuso que «el curso debería durar los dos (2) años y cincuenta y pico de días que duró Chávez ahí, y graduamos los 26 de marzo». Rodríguez preguntó a los presentes «¿qué les parece?» y los aplausos y ovaciones no se hicieron esperar.

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