Néstor Rivero Pérez

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El 22 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial del Agua, efemérides que busca concienciar a la humanidad acerca del significado del producto-madre de la naturaleza y cuya provisión constituye factor prioritario para la existencia y preservación de las especies vivientes sobre la superficie del planeta.

Algo de historia

Cuando en alguna comunidad dentro del territorio de cualquier país, se observa un grupo de personas haciendo  fila para recabar una lata de agua, o llenar varios botellones, se constata la indispensable conciencia de los seres humanos en cuanto a organizarse para resolver necesidades sustanciales. De este modo, el siglo XXI se ofrece como oportunidad para optimizar los niveles de consumo y la disparidad en el acceso a tan vital recurso de la civilización, como es el agua. La celebración surgió como consecuencia de la Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro, en junio de 1992. De la misma surgió la necesidad de estimular una amplia corriente de opinión pública dirigida a sensibilizar a pueblos y gobiernos del mundo, en torno a la impostergabilidad de una “gestión sostenible” en lo atinente a los “recursos hídricos… apoyando la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6” (Wikipedia). Dicho Objetivo del Milenio se orienta a “garantizar el acceso al agua y el saneamiento para todos de aquí a 2030” [Ibídem].

Recurso-Madre

Definida como la sustancia esencial para el surgimiento y desarrollo de la vida, el agua está constituida por dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno (H2O) y opera como medio de transporte interno dentro del organismo, que hace llegar a sus células, nutrientes como los minerales, vitaminas y glucosa. El continuum del agua se manifiesta en sus funciones como elemento insustituible de los encadenamientos para la génesis y procesamiento de los alimentos “y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua” [https://www.un.org].

“Agua para la paz”

Tal es el lema escogido por Unesco para realzar el Día Mundial del Agua en este 2024. En todo caso, téngase en cuenta que al paso de la cada vez mayor comprensión por parte de comunidades e instituciones, acerca del fenómeno conocido como Cambio Climático, se vienen tomando iniciativas encaminadas a la modificación de actitudes en la relación hombre-agua, planteándose entre otras medidas, la conveniencia de contabilizar la cantidad de litros del vital líquido que utilizan las personas en su desempeño diario, y ello con miras a reducir cualquier despilfarro del mismo. Ello tomando en cuenta la drástica reducción de proporciones del agua potable de que dispone el planeta y que según la web https://www.eltiempo.es, se ha restringido, debido a factores de contaminación, al 0,007 %. y un gran volumen de dicha agua potable se mantiene en depósitos subterráneos denominados acuíferos.

“Ríos, océanos… hielo (…) vapor”

“(…) la encontraremos en los distintos elementos naturales distribuidos por todo el planeta. En su estado líquido fluye por ríos, arroyos y océanos. En su aspecto sólido se encuentra en los polos, o cuando lagos y ríos se congelan y se convierten en hielo. Por último, el agua en forma gaseosa es el vapor y lo encontramos en la atmósfera. El 70 % de la superficie terrestre está cubierta de agua líquida y, de ella, alrededor del 96 % corresponde al agua salada que compone los océanos. Cerca del 69 % del restante 30 % es el agua congelada de los polos. Solo entre un 1 % y un 4 % corresponde al vapor de agua presente en la atmósfera (…) Este ciclo -del agua- se compone de varias etapas: Evaporación: Se produce la evaporación y el aire se carga de humedad.- Condensación: Cuando las moléculas de agua reducen su movilidad… se produce la condensación al enfriarse el agua. Así se forman las nubes.- Precipitación: Según se enfrían y condensan las gotas, crecen de tamaño y acaban cayendo debido a su peso.- Derretimiento y aguas escurridas: El agua que cae sobre tierra firme regresa a los ecosistemas acuáticos en forma de aguas filtradas hacia las superficies subterráneas [https://www.fundacionaquae.or].

Sinóptico

1931

“Plan de Barranquilla”

Este día un grupo de venezolanos exiliados en Barranquilla (Colombia), liderados por el joven Rómulo Betancourt, suscribieron el texto genésico de la socialdemocracia criolla. En su mayoría integraban la Generación de 1928. El Plan de Barranquilla hablaba de confiscación de los bienes de J. V. Gómez y apuntaba a un plan nacional de alfabetización e impulso de las artes y oficios y escuelas técnicas. Entre tanto, el Partido Revolucionario Venezolano y su doctrinario Salvador De la Plaza, postulaban limitar los beneficios del capital extranjero a márgenes que nunca fuesen superiores al capital nacional. Para Manuel Vicente Magallanes, el de Barranquilla constituyó un “primer intento serio de análisis de la realidad venezolana”.

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