¡Júbilo en Chile! Es profunda la herida de la derecha

VEA / Ildegar Gil

Diversas agencias reportan el desplome de la derecha en Chile, resultado de las megaelecciones de este fin de semana en las que la población eligió a sus 155 representantes a la Convención Constituyente, CC, espacio que diseñará la Constitución que desplazará a la que el país heredó de la dictadura del general, Augusto Pinochet. En ella se promueve la empresa privada en todos los sectores de la economía, incluidos la educación, la salud y las pensiones.

El sector del presidente Sebastián Piñera -que se presentó en una única lista llamada, Vamos por Chile, quedó con 37 escaños. Eso se traduce en que está distante de los 52 (un tercio) necesarios para influir en el contenido de la nueva Carta Magna y vetar artículos.

La CC estará bajo control de fuerzas que escapan del control de los partidos políticos tradicionales, como se evidencia luego de escrutado el 99,91% de los votos, afirma BBC. «Los independientes logran casi un tercio de los puestos»  (48 escaños), y destaca que las organizaciones tradicionales «obtienen una representación muy inferior a la esperada».

Añade que la suma de los independientes con las dos grandes listas de la oposición (Apruebo Dignidad, con 28 escaños, y Lista del Apruebo, con 25) supera los dos tercios de los 155 escaños de la Convención, que contará con 17 cupos reservados para los pueblos indígenas y tendrá paridad entre hombres y mujeres, lo cual es algo inédito en el mundo.

La CC también incorpora a los 10 pueblos originarios reconocidos por el Estado, entre ellos, los mapuches, aimaras, quechuas y diaguitas. De los 155 integrantes de la asamblea, 17 escaños están reservados paralos indígenas.

Elpais.com resalta la derrota de Piñera «aunque fue de la mano del Partido Republicano, de extrema derecha». También destaca que Apruebo Dignidad, de la izquierda, tomó 28 puestos en una cifra superior a los 25 escaños de Apruebo, que aglutina a buena parte de la Concertación, que gobernó Chile entre 1990 y 2010.

El medio precisa que esta salida electoral fue resultado del estallido social «en octubre de 2019», sofocado con una brutal represión como sucede ahora en Colombia.

Por ahora, el mandatario parece darse cuenta, por fin, de que el régimen anda por un lado y el pueblo por otro: «La ciudadanía nos ha enviado un claro y fuerte mensaje, tanto al Gobierno como a todas las fuerzas políticas tradicionales: no estamos sintonizando adecuadamente con sus demandas y anhelos”.