Jesús Moreno

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La unidad de toda clase de movimientos sociales para asegurar su dominio, control y poder, es preocupación de todos los dirigentes a lo largo de su historia.

Citaremos algunos casos a manera de ejemplo, para tener claro el fenómeno, porque es histórico y en todos los tiempos.

El partido comunista ruso mantuvo una tenaz lucha por su unidad en manos de hombres como Vladimir Lenin; lo mismo dijo Stalin, sin ahorrar cuotas de sangre, persecuciones, cárceles, exilios, para lograr la soñada unidad; por lo mismo luchó sin descanso el partido nacional socialista de Alemania y nada de esas prácticas escatimó la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, con su temible inquisición para alcanzar su unidad, y con la misma tenacidad tiene que luchar el movimiento bolivariano de Venezuela sin haber tenido que llegar a baños de sangre, terror y otras formas antidemocráticas, para conservar el poder y la unidad.

En el caso venezolano estamos viviendo en unidad cívico-militar, como una buena experiencia y fórmula social que orientan las dos fuerzas claves en la marcha de la sociedad: las fuerzas militares y las populares, trabajando en unidad y no como se pretendía antes, verlas casi siempre enfrentadas, separadas, como irreconciliables; pero en Venezuela, la historia las ha reencontrado y desarrollan la Revolución Bolivariana que impulsó el Comandante Hugo Chávez Frías. Su futuro sigue gestándose como proceso libertador y una realidad, marcando nuestra historia con los beneficios de la unidad, porque la unidad del ejército con el pueblo representa la unidad cierta de una nación, sin que eso signifique que brotes constantes no atenten contra esa gran unión.

No sería dialéctico que no se presenten traiciones, diferencias, fracturas, porque no existe la unidad absoluta, porque sería como que una cosa exista con un solo lado. Entonces se amerita un gran trabajo y esfuerzo, organización, estudio de todos los venezolanos para que cada vez la gran unidad siga viva y fortaleciendo la Revolución Bolivariana como expresión legítima de la unidad del pueblo venezolano, empezando por la unidad cívico-militar. Mientras la unidad del pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) funcione, se contaría con poder para sortear toda clase de arremetidas y embestidas que se den contra el proyecto de país, ya que se propone el movimiento bolivariano, que al parecer fue detenido, paralizado en la misma presencia del Libertador Simón Bolívar, como lo reflejan muchas de sus declaraciones que nos da el propio héroe poco tiempo antes de morir, cuando observaba que la unidad para crear los partidos estaba rota y militares empezaron su asalto al poder y se separaron de sus pueblos, hasta que en el siglo XX reapareció el Comandante Hugo Chávez Frías con la fuerza de sus tres raíces. Las palabras y acciones de Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Don Simón Rodríguez, nos llaman a la unidad.

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