Lluvia de emociones al cierre de taller de poesía de Escuela Cristóbal Rojas

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Durante 3 meses estuvo enmarcado en Escuela Nacional de Poesía Juan Calzadilla, creada en el año 2022. Fotos YG, RG y diario Vea.

VEA / Ildegar Gil

Con desbordada emoción finalizó el taller de poesía de la Escuela Nacional de Poesía Juan Calzadilla, correspondiente al capítulo de la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas (ETVCR), Caracas.

El acto se desarrolló el miércoles 21 de junio en la Sala Gladys Meneses, del Instituto de las Artes, la Imagen y el Espacio (Iartes), con la participación de las alumnas Mariángeles Rangel, Anllimar Cardozo García, Aylén Montilla Zaa, Venus López, Ye’kwana Gil y Victoria Urbina, orientados por la profesora, Ximena Benítez, y el profesor, Leonardo Ruiz.

Padres y madres de las alumnas, el subdirector de la ETVCR, Oswaldo Blazco (quien exaltó la dedicación de las talleristas, augurando éxitos en ellas), y personal de Iartes presenciaron el acto protagonizado por el quinteto juvenil que dio lectura a algunas de las obras desarrolladas durante la actividad que tuvo una duración de tres (3) meses.

El acto central de entrega de certificados, que agrupará a quienes intervinieron en 16 estados del país, está pautado para el lunes 26 de junio, en la Casa de las Letras de Bello, ubicada en la ciudad capital.

Lozanas reacciones

Mariángeles Rangel (13): “Me sentí bien. Me sirvió bastante expresar algunas cosas. Sentimientos que tenía por dentro, que quería expresar. Con esto pude expresarlo mejor”.

Anllimar Cardozo García (14): Fue una experiencia muy bonita, Me gustó mucho poder expresarme. Desde hace tiempo escribía mis propios textos, pero tener la oportunidad de que alguien más allá de mi mamá los escuchara, fue algo muy bonito.  Me sentí bien con todos los ejercicios y el desarrollo que tuvimos y siento que pudimos desenvolvernos bien para hacer textos bien elaborados.

Aylén Montilla Zaa (17):  Excelente. Fue un proceso de catarsis muy chévere. Es aprender a darle forma al desorden. No derrotarlo, sino canalizarlo. Anteriormente participé en un taller con la profesora Ximena. Era un grupo de adultos.  Siempre escribí poemas por mi cuenta.

Poema: Autorretrato
Afirmar que “yo soy” sin saber quién soy
Vestida de sílabas y vocales
La sonrisa retadora, obligatoria
Condimento a nuestros cuerpos convergentes.

Yo soy el jadeo que me duplica en tus ojos verdes
Cuando en mis carnes acomodas tus dedos cual pistola
¡Yo soy el estruendo de tus disparos!

En el silencio, soy observador
Del caballete descuidado con un lienzo suplicando arte
…Mas te niego mi pincel
Garganteos ahogados en cenizas de letras,
la puñalada a mi padre atorada en mi pecho ardiente, esperando escupir sangre.

Perdigón furtivo, resbalones violentos.

Yo soy ese grito que nunca grité,
Yo soy las quemaduras de mi piel.
Una lengua limpia de mentiras
Las costuras de mi corazón amalgamado en costras
Y soy retazos
de palabras ajenas
Adjetivos simples, oraciones descontentas
Y aun sigo escribiendo, afirmando que “Yo soy”
Sin saber con certeza
¿Quién soy yo?

Venus López «Modka» (15):  Fue bastante agradable. Como tomar café con señoras mientras escribes, pero sin tomar café. Primera vez que estoy en un taller de poesía y lo haría de nuevo, porque me ayudó a mejorar la escritura, mi calidad de escritora y a corregir palabras que agregaba de más o no.

Poema: A la luna

La luna, brillante y misteriosa, siempre alumbrando nuestra noches de un azul oscuro que invade cada rincón, la luna siempre amena y fría.

Pero no es un frío que te invade los huesos y te deja titubeando, tan solo estar un poco expuesto a la caricia de su reinado sutil y fuerte. Cada vez que miro a la luna veo a un guerrero, alumbrando a todos y amparándoles cuando están más vulnerables, por eso es bueno de vez en cuando hablar con ella, darle plática de cosas importantes, o simplemente halagarla cuando brilla de una manera tan única, cuando la ves tu cuerpo está frío pero tu corazón siente una calidez inmediata.

Luna, cuánto amo a la luna, si fuera una persona no dudaría en ir a sus brazos, mirarle a los ojos y decirle que la amo, porque fue la que siempre estuvo para mí, escuchando mis llantos y mis risas a medianoche, escuchando mis gritos de auxilio, mis besos bajo su luz blanquecina, ha estado y estará siempre ahí, en ella.

Sí, en ella, la única a la que he de confiar mi corazón.

Ye’kwana Gil (13): Me sentí bien porque hice lo que me gusta. Haría el taller nuevamente si es con la misma profesora. Explica muy bien, como deberían ser todos los profesores. Como la poesía es libertad, imagino que por eso no fue tan estricta. Hasta permitió que adoptáramos un perro al que llamamos Caraota, y estaba tranquila.

Poema: O-N-V-R-3-Z

Los chicos de… son lindos…algunos, no todos, pero tampoco los conozco, y los chicos de…son jodidamente fastidiosos y tienen entre 10/13 en adelante.

Y los chicos de la calle… Quien sabe cómo son, pueden ser drogadictos, violadores, con mala actitud. Pero no todos son así, pero sí la mayoría; otros son amables, educados e inteligentes. Pero lo que si tiene en común es que son H-O-M-B-R-E-S, hombres con pene, que en cualquier momento te pueden manosear, violar, o hasta con solo verte excitarse sin motivo y luego andan chillando porque ellos no tienen un día en específico, o pq nadie los «defiende» pq no tienen una marcha como el 8 de marzo, pero porsupuesto, y piden respeto cuando son ellos los que ven asqueados la menstruación ¡como si fuera un fenómeno! Que asco me dan.

Victoria Urbina «Asrriel Sutcliff» (15): El taller de poesía fue muy entretenido y motivador. Normalmente no me animo a mostrar mis escritos pero al estar allí me sentía muy confiada y me sentía más suelta de lo usual. La profesora me hacía  sentir segura en el ámbito de la escritura y me gustaba mostrarle lo que había escrito, además de que las actividades del taller como el hacer un libro-objeto o hacer escritos a partir de una frase o temática eran bastante dinámicas y ayudaban a liberarse a la hora de escribir. Escuchar los poemas de los demás y su estilo a la hora de expresarse en sus escritos lo volvía un ambiente mucho mejor, definitivamente fue una gran experiencia.

Poema (Sin título)

Lo único que logramos distinguir es el inevitable y escaso interés de una jerarquía y la obsesión humana con ser más poderosos que la naturaleza ¿Qué tiene de interesante ser mejor, si desgarrarás tu carne y tendones por mantener la devoción eterna de otros bajo tus pies?

A la gente realmente le agrada la explosión nuclear y la farsa de unos cuantos humanos que decidieron auto proclamarse como superiores.

La fe eterna de los cuerpos colgantes, apuñalados por su mismo salvador no es más que una ideología controladora.

Si realmente ese tonto, que se regocija de amor sintiera todo eso que en algún momento mencionó, el mundo se hubiera sumergido en la inercia eterna de tratar de superar la mayoritaria obstinación, la locura chamuscada bajo los brazos de los esclavos de la fe eterna.

Veo sus tripas derramándose como agua fresca para que los otros tontos controlados se arrastren y la traguen, y se ahoguen.

Veo constantemente cómo mis órganos son derramados y tragados por cuervos que picotean hasta lo más profundo de mi, sus picos se queman ante el ácido estomacal que sale de mi estómago y es vomitado de mi boca mientras mi cuello roto cuelga bajo la fachada y engaño de la eterna fe.

¿Por qué tenerle fe a alguien que tiene el ego tan suficientemente alto para autoproclamarse como la encarnación de un Dios o un ser superior?

¿Por qué no arrancan mi piel, tendones, uñas, venas mientras sigo viendo los años pasar?

Ximena Benítez: Poesía y sobrevivencia

La vinculación entre la juventud y la poesía “es indispensable para la sobrevivencia humana en el planeta. ¿Por qué? Porque cuando los sensibilizas en el arte, en la poesía, lo sensibilizas con su entorno, con los animales, con la ecología, con lo místico, con el ser humano, con lo social, con la fraternidad, con la familia. Involucras todo. Pero, además, le das una libertad expresiva que ellos necesitan muchísimo”, argumentó la profesora Ximena Benítez, quien además de poeta es egresada de la ETACV en la mención Dibujo y Pintura, además de haber cursado Escultura en la Escuela Armando Reverón.

Fue ella quien durante nueve (9) meses estuvo a cargo de facilitar el proceso de formación del estudiantado. Calificó de preciosa la etapa vivida, entre otras cosas “…porque puedes trabajar individualmente. De cada joven puedes conocer lo que trae y conocer cuáles son las posibilidades expresivas”.

Resaltó que se haya abordado la experiencia a través del módulo de Juan Calzadilla Arreaza, poeta y –como ella-, salido de la ETAVCR.

Le satisface que los jóvenes participantes vayan construyendo una voz propia y al mismo tiempo queden con ganas de leer más, dado que “…no es una creación impuesta por el facilitador, sino que se lee al mismo tiempo que se escribe y se produce como una suerte de detonante en ese texto maestro escogido de la  literatura, para que ellos escriban”.

Leonardo Ruiz: Calificación excepcional

“Es el primer ciclo de una actividad que esperamos tenga muy larga vida”, declaró Leonardo Ruiz, del equipo de Coordinación Nacional de la Escuela de Poesía Juan Calzadilla, cuya creación –según acotó–, fue decretada el año pasado en el marco del 16° Festival Mundial de Poesía.

Agregó que el acto representaba una muestra del universo desplegado en 160 talleres facilitados en 16 estados. Cuatro (4) universidades también vivieron la experiencia.

Subrayó que en esta ocasión la evaluación es cualitativa, en lugar de convencional “…y en ese orden lo veo como una calificación excepcional, por permitir a los jóvenes abrir un campo de sensibilidad frente a un hecho tan significativo de la creación artística y espiritual, como es la poesía”, añadiendo que para el próximo año será un espacio de aprendizaje más integrado al año escolar regular.

Valora altamente la relación del binomio juventud-poesía, puesto que “…es la época de su vida en que son más maleables a cualquier otra influencia que pudiera traducirse en sentimientos antivenezolanos, de los cuales hemos tenido muestras en las últimas décadas por sectores de la sociedad que se empeñan en ello”.

En tal sentido precisó que se trata de una herramienta para el arraigo, “porque la poesía es un quehacer de la sensibilidad y del espíritu, sin por ello dejar de tener su orden, su disciplina. Quizás la más libre de todas, pero con disciplina al fin”.

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