Maduro confía en que la ultraderecha desistió del magnicidio

Vea / Ildegar Gil

“Nos hemos sentado a verle la cara a quienes querían matarnos. Al sentarse en México, han cesado en todas sus intenciones”, refirió el presidente Nicolás Maduro ante periodistas nacionales e internacionales durante rueda de prensa en el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, este lunes 16 de agosto.

De esta manera evaluó el jefe de Estado la presencia –en México- de representantes de la ultraderecha venezolana agrupada en la autodenominada Plataforma Unitaria de Venezuela, PUV, luego de haber aceptado conformar una nueva mesa de diálogo auspiciada por el Reino de Noruega y facilitada por el gobierno azteca de Andrés Manuel López Obrador.

En Ciudad de México se dio inicio, el viernes 13 de agosto, a un nuevo proceso de diálogo con el sector  radical de la derecha, que en esta ocasión parece dejar de lado la intención de tomar el poder a través de la violencia, incluyendo la opción del magnicidio y la invasión al país con la operación Gedeón como ocurrió el 4 de agosto de 2018 y el 3 de mayo de 2020, respectivamente.

Debe sumarse a estas intentonas las callejeras acciones sangrientas y mortales como las perpetradas durante los años 2014 y 2017 a través del formato de las “guarimbas”, que consistieron en obstruir principales vialidades para impedir el desarrollo de los servicios públicos, la movilidad ciudadana, el enfrentamiento con cuerpos de Seguridad del Estado y la quema y destrucción de infraestructuras públicas y privadas.

Gerardo Blyde, vocero principal de la PUV, fue militante del partido Primero Justicia, cuyo secretario general es Julio Borges, implicado en el magnicidio, en grado de frustración, intentado en 2018.

Carlos Vecchio, quien se autodenomina embajador -en Estados Unidos- del inexistente gobierno del golpista  Juan Guaidó y quien inicialmente asomó su nombre como parte de la delegación opositora, integra parte de la cúpula del partido Voluntad Popular cuya jefatura está a cargo del terrorista Leopoldo López, actualmente prófugo en España, y del mismo Guaidó, quien ejerció una diputación por esa organización hasta enero de este año.

En el exterior Vecchio ha sido uno de los operadores del golpismo apoyado por el imperialismo, para intentar golpear severamente la economía venezolana a través del asalto de empresas como Citgo y Monómeros, además de la apropiación indebida de cuantiosos fondos represados y secuestrados del erario nacional.

La aseveración de Maduro fue a propósito del planteamiento de la periodista Jéssica Sosa, quien intervino en nombre del portal de noticia RT, presumiendo la existencia de dos (2) dimensiones de conflicto contra Venezuela: una interna contra la oposición, y otra externa liderada por los regímenes de Estados Unidos.