Maduro: En Chile faltó un liderazgo firme, con apoyo popular que se pusiera al frente del texto constitucional

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Dijo que al proceso chileno «le cortaron las alas desde el viejo congreso de Piñera». Foto Prensa Presidencial

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

Como «verdaderamente doloroso», calificó este lunes 5 de septiembre, el jefe de Estado Nicolás Maduro, el rechazo a la reforma de la Constitución en Chile, en el plebiscito realizado el día anterior. Aseveró que esa derrota se debió al tratamiento mediático que le fue dado al proceso que emergió contra el modelo neoliberal y «la falta de un liderazgo firme, creíble, que se pusiera al frente del texto constitucional».

Durante una reunión con el Consejo de Vicepresidentes del gobierno nacional y el Buró Político de la Revolución, añadió que la derrota que vivió quienes soñaban con derogar la Constitución del dictador Augusto Pinochet en Chile, se debió a las limitaciones que impuso el saliente Congreso del expresidente Sebastián Piñera (2018-2022) a la Convención Constitucional.

«No fue un proceso popular originario, al proceso chileno le cortaron las alas desde el viejo Congreso de Piñera antes de arrancar como proceso constituyente; lo maniataron y nunca en Chile se convocó un proceso originario, soberano, plenipotenciario; le cortaron las alas temprano. Lo llenaron de limitaciones y al final convocaron fue una Convención Constitucional. En Chile mediatizaron el poder constituyente originario que se despertó del estallido social contra el modelo neoliberal y Piñera en el año 2019, lo mediatizaron desde la primera jugada», expresó con énfasis.

Desde el salón Ezequiel Zamora del Palacio Blanco, ubicado en Caracas, indicó que a diferencia del proceso constituyente liderado por el Presidente Hugo Chávez en 1999, el liderazgo político de Chile no logró aglutinar un masivo apoyo popular.

«En Venezuela, 1999; en Ecuador, 2007 y en Bolivia, 2006, 2007 y 2008. Tres procesos constituyentes: El venezolano, el ecuatoriano y el boliviano, que contaron con un proyecto de país y una oferta clara, una oferta clara de un país mejor, de derechos, de un país de futuro, de un país más democrático. Tuvieron un proyecto constitucional coherente que movilizó a la opinión hacia adelante», dijo.

Mencionó asimismo que en Venezuela, Bolivia y Ecuador, «la derecha mintió tanto o más que en Chile contra el proyecto constitucional en el momento que se iba a someter a referéndum, pero el proyecto constitucional estuvo claro y tuvo quien lo defendiera, tuvo un liderazgo claro, firme, con apoyo popular, como el liderazgo del Comandante Chávez en 1999 en Venezuela, el liderazgo del presidente Rafael Correa en su momento, en Ecuador o el liderazgo del presidente Evo Morales en su momento, en Bolivia».

En Chile, «faltó un liderazgo firme, claro, creíble con apoyo popular que se pusiera al frente del texto constitucional», remarcó.

Lamentó que tras las elecciones de este domingo haya quedado vigente la Constitución de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990); «qué dolor para los pueblos de América Latina y el Caribe. ¡Qué dolor para la memoria de los mártires, de los desaparecidos, de los torturados!», comentó con fuerza.

«Si hubiera habido un proceso popular constituyente originario, plenipotenciario, con un liderazgo claro, con un proyecto absolutamente popular, de cambio radical del neoliberalismo (…), el pueblo chileno estuviera celebrando una gran victoria», afirmó.

«Toda nuestra solidaridad con el pueblo de Chile», manifestó. Añadió: «Derrota del proyecto histórico, derrota de la fuerza popular constituyente en el estallido social, porque la mediatizaron. Y caerá sobre los hombros de quienes mediatizaron esa fuerza esta derrota, porque el pueblo se recuperará y más temprano que tarde, como dijera el gran Salvador Allende, ese pueblo volverá a transitar las grandes alamedas hacia un verdadero proceso popular constituyente, plenipotenciario y soberano».

Con el 99,74 % de las mesas escrutadas, 61,87 % de la población electoral de Chile que participó en el plebiscito celebrado el 4 de septiembre, rechazó la propuesta de redactar una nueva Constitución, solo un 38 % manifestó su deseo de aprobar una nueva Carta Magna.

Un año, diez meses y 8 días pasaron desde que los chilenos, en el plebiscito de entrada del 25 de octubre de 2020, decidieron por amplia mayoría (78,31 % versus un 21,69 %) cambiar la Constitución de 1980 y se diera el inicio al proceso para la redacción de una nueva Carta Magna a través de una Convención Constitucional que fue respaldada por 79,18 % de quienes votaron esa jornada, recordó el domingo el portal chileno La Tercera.

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