Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera

Ramón,

Profeta contemporáneo,

anunciabas liberación

en tiempos de persecusión,

distinto a muchos,

hablaste con la verdad.

Tu voz se escuchó

en el desierto de la indolencia,

en medio de tanta hipocresía,

predicador de contracultura,

todo en ti fue Rebeldía,

novedad, lucha y esperanza.

No negociaste tus principios,

precursor de la Revolución,

todo en vos fue futuro.

Allanaste caminos,

enderezaste senderos,

primogénito de la liberación.

Consejero y hermano mayor,

te adelantaste en la historia,

levantaste tu voz cuando

otros escogieron callar.

Tu voz siempre proclamó

en momentos difíciles,

el tiempo del Señor.

Nunca te acobardaste,

tomaste el arado,

no miraraste atrás.

Cuando se perseguía

a la verdad por ser verdad,

y la mentira se disfrazaba

de libertad y democracia,

eras Profeta de verdad.

Cuando era difícil

predicar un mundo otro,

una nueva humanidad,

denunciabas la maldad.

No te sentaste con gente

falsa y mentirosa,

no negociaste con mediocres,

luchaste contra el mal,

de quienes gobernaron enriqueciéndose.

Ramón, Profeta, hermano, maestro,

ahí está tu ruta trazada,

tu camino recorrido,

tus sueños y esperanzas,

Ahora caminas a la eternidad,

Has luchado la buena batalla,

avanzaste tu carrera,

guardaste la fe,

ahora recibes la corona de la vida.

¡Vé buen Siervo!

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