Néstor Rivero Pérez

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El 25 de septiembre de 1828, en horas de la medianoche y mientras dormía, aquejado por algunos quebrantos de salud, el Libertador Simón Bolívar fue víctima del más terrible atentado que en contra de su persona fuese perpetrado en el curso de su vida pública.

Santanderianos contra Bolívar

Si bien entre los años 1821 y 1823 las relaciones entre el Padre de la Patria y el general Francisco de Paula Santander -quien de acuerdo a la Constitución de Cúcuta ejercía como vicepresidente de la Gran Colombia- fueron de gran colaboración, a partir de 1824, cuando el Libertador se encontraba ya al frente de Perú en sus preparativos para las campañas de Junín y Ayacucho, comenzaron a deteriorarse.

En torno al Vicepresidente comenzó a formarse un círculo integrado por diputados, abogados y periodistas neogranadinos. Y diferencias acerca del modo de gestionar el Estado comenzaron a aflorar a propósito de los requerimientos de ayudas en hombres, pertrechos y transporte, que demandaba Bolívar para dar finiquito a la Guerra de Independencia continental, concibiendo que mientras España contase con una base en Tierra Firme, podría en cualquier momento hacer peligrar los territorios libertados y nuevas repúblicas.

Al tiempo, el Vicepresidente privilegiaba el interés nacional, especialmente de su terruño, Nueva Granada, y en dicho punto de vista era aupado por su círculo de allegados.

 

Retorno y hostilidad

Así, cuando tras cinco años de ausencia retorna de Perú con su haz de triunfos bélicos y dos nuevas repúblicas (Perú y Bolivia) hermanas de la Gran Colombia, a objeto de sofocar la corriente separatista de la Cosiata en Caracas, la comunicación entre ambas figuras mostraban fisuras: Al tanto que Bolívar objetaba la orientación dada por Bogotá a sus diferencias con el general José Antonio Páez, jefe militar del Departamento de Venezuela, así como el manejo del Empréstito Arrublas por Santander, este último aspiraba a un voto público de confianza por parte del hijo de la gloria.

 

De Ocaña a la noche septembrina

Y visto que tras la Cosiata el Libertador no encontró otra opción para salvar la unidad territorial de la Gran Colombia, que la de indultar en enero de 1827 al general Páez y sus seguidores, de inmediato el partido santanderista abrió fuego contra el Padre de la Patria por supuestamente haber violado la Constitución.

De este modo, ante una crisis política que se agravaba, Bolívar convocaría a la Convención de Ocaña a reunirse los primeros meses de 1828. Y dado que la cita de Ocaña concluyó en fracaso, al Libertador se le propuso gobernar como dictador, circunstancia que los santanderistas emplearon como coartada, para denigrar de su figura y proclamar la ilegitimidad de las instituciones: las pasiones apuntaron a la trama del magnicidio septembrino.

 

Asalto al Palacio

Esa noche el Libertador-Presidente decidió pernoctar en la planta alta del Palacio San Carlos, sede del gobierno, y no en la Quinta Bolívar, que era su residencia en Bogotá, acogedora y situada al pie del cerro Monserrate de la capital.

El Palacio, construido en 1580, poseía en esos días escasa vigilancia, por cuanto el Libertador nada temía en cuanto al magnicidio de sus adversarios santanderistas. Así, en medio de una lectura de Homero que a su lado recitaba Manuelita Sáenz, se durmió, para ser repentinamente despertado por esta última cuando se oyó en la planta baja disparos y gritos.

Al momento tocaron en la puerta y Manuelita sospechando el suceso, instó a Bolívar a saltar por una ventana que daba a la calle, siendo que el primer impulso de Bolívar empuñando una espada fue dar frente a los asaltantes.

En forma violenta y soez penetraron a la alcoba Pedro Carujo, quien comandaba al grupo; Hortman, Luis Vargas Tejada y Florentino González, entre otros. Y hubo quien pretendió asesinar a Manuelita, impidiéndolo uno de los conjurados. Y aunque salvó su vida, Simón Bolívar quedó desde entonces sumido en terrible desconcierto y pesimismo, cuadro al que se aunaría el deterioro inexorable de su salud.

 

Sinópticos

1879

José Martí

José Martí, quien había regresado a Cuba el año anterior tras un primer exilio, es deportado por segunda vez a España, bajo acusación de actividades conspirativas.

1963

Derrocado Juan Bosch

El escritor y catedrático dominicano había sido electo Presidente de República Dominicana en las primeras elecciones democráticas de su país, ocho meses antes. Sin embargo, la herencia dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo mantenía su presencia en la nación caribeña. Y el asomo de una tímida reforma agraria y otras reformas del autor de Bolívar y la Guerra Social, provocó una reacción cuartelaria con patrocinio de EE. UU. Su deposición y destierro indujo a una insurrección popular y de jóvenes militares donde destacó el capitán Alfredo Caamaño. Bosch mantuvo estrecha relación con Venezuela; en varias ocasiones fue invitado del Comandante Hugo Chávez.

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