Néstor Rivero Pérez

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El 13 de enero de 1898 el periódico Le Aurore, de París (Francia), publicó en su primera plana la carta abierta Yo Acuso dirigida por el escritor Émile Zolá a Félix Faure, Presidente de la República. Mediante dicha epístola el autor de El vientre de París y Naná denunciaba la macabra red de presión y corruptelas que se tejía entre el poder judicial galo y el Alto Mando del Ejército y mediante la cual se acordó enviar a presidio al capitán Alfred Dreyfus. Este oficial, de ascendencia judía, siendo inocente se vio imputado por “traición a la Patria” por supuestamente haber entregado a cambio de dinero secretos de Estado a Alemania, sempiterna rival de Francia en Europa.

En la Isla del Diablo

En enero de 1895 el capitán Dreyfus fue condenado a cadena perpetua la que debía purgar en la llamada Isla del Diablo, frente a las costas de la Guayana francesa, bajo el cargo de haber dado información confidencial al agregado militar alemán en París. El año anterior “los servicios de contraespionaje del Ministerio de la Guerra francés interceptaron un documento dirigido al agregado militar alemán en París, Schwartzkoppen, en el que se menciona…informaciones concretas sobre las características del nuevo material de artillería francés (…) había, pues, que encontrar a un culpable (…) los expertos comparan letras de los oficiales del Estado Mayor y concluyen que el capitán Alfred Dreyfus, judío y alsaciano, es su autor. El 15 de octubre de ese año Dreyfus es arrestado, juzgado por un consejo de guerra y declarado culpable de alta traición” (https://biblioteca.org.ar).

Yo acuso vs prejuicios

Cuatro años después, luego de enterarse de pormenores del caso y constatar las terribles anomalías del procedimiento, Emile Zolá publica su Yo Acuso. Ese 13 de enero habría de comenzar un deslinde categórico en la opinión pública que se divide a partir de la denuncia de Zolá, entre quienes suponían a Dreyfus ‘culpable de traición’ sin atenuante, y quienes consideraban que este oficial había tomado como “chivo expiatorio”, en un caso de flagrante injusticia, y que conllevaba el ominoso encubrimiento del verdadero autor del delito de espionaje. La publicación del Yo Acuso de Zolá constituyó un momento decisivo en la historia del periodismo mundial por cuanto el escritor y el periódico Le Aurora enfrentaban la poderosa corriente de prejuicios antisemitas que dominaba en muchos países de Europa.

Además de trasladar a Dreyfus a la terrible cárcel identificada como “Isla del Diablo” en atención a las condiciones inhóspitas de sus instalaciones, para su mayor humillación a Dreyfus se le degradó en forma pública. Durante años la inocencia de Dreyfus solo contó con las diligencias de su esposa y su hermano Mathieu. El tesón de este último hizo que personalidades como Émile Zolá se interesaran en el caso.

Francia partida en dos

Un año después de la condena y estando Dreyfus recluido en la Isla del Diablo, en París es designado un nuevo jefe de Información del Ejército, el coronel Picquart, quien detecta un telegrama del oficial Ferdinand Esterhazy, miembro del Estado Mayor y cuya letra manuscrita era muy parecida a la de Dreyfus, lo que atrae su atención, convenciéndose a poco que con Dreyfus se ha cometido un gravísimo equívoco; empero Picquart es transferido a Túnez. El antisemitismo del Tribunal cierra toda posibilidad a revisar un asunto que se tiene como “Cosa Juzgada”. El caso se enciende al punto que tras la publicación del Yo Acuso, un tribunal ordenó la detención de Émile Zolá, bajo cargo de difamación contra altos oficiales. Amenazado de muerte Zolá se exilia en Inglaterra. Con el Yo Acuso de Zolá la trama del caso comenzó a develarse, retornando Zolá a su patria luego de un año de exilio. En 1906 Dreyfus fue rehabilitado, y la condena definitiva recaerá sobre Esterhazy, quien sin embargo elude el castigo escapando al exterior.

Sinóptico

1813

Liberación de Güiria

Este día el prócer Santiago Mariño tomó la población de Güiria en la costa sureste del actual estado Sucre, dando así inicio a la Campaña de Oriente, al tiempo que en la frontera oeste de Venezuela -sin ningún conocimiento ni concierto- Simón Bolívar abría operaciones por San Antonio en los preliminares de su Campaña Admirable que le llevaría hasta la capital, Caracas. Al menos 43 de los 45 firmantes de la célebre Acta de Chacachacare, zarparon la noche del 12 de enero de 1813 desde el islote homónimo. A Mariño le acompañaban Manuel Piar, J Fco Bermúdez y su hermano Bernardo, J F Ázcue, JJ Valdez y otros que cobrarían relevancia en la Gesta Magna. Dos se quedaron en Trinidad, uno, Manuel Valdez, para enrolar a otros simpatizantes. Años después Valdez será uno de los héroes de la Campaña del Sur. El armamento del que disponían los patriotas para liberar Güiria consistía en algunas espadas, machetes y lanzas de la tropa; y como armas de fuego cinco mosquetes.

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