Tal día como hoy Gregor McGregor venció a los realistas en Batalla de Los Alacranes

Néstor Rivero Pérez

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El 6 de septiembre de 1816 el general Gregor McGregor derrotó en la jornada de Los Alacranes, al monarquista Rafael López, ratificando con dicha victoria el ciclo triunfal iniciado con los combates de El Onoto y Quebrada Honda.

McGrégor

En 1812 el héroe de Los Alacranes, Gregor Gregor, prestó servicio a las órdenes del Generalísimo Francisco de Miranda. Y en 1816 formó parte de la Expedición de Los Cayos jefaturada por Simón Bolívar. Tendría participación relevante en la Batalla de El Juncal, adyacencias de Barcelona, en la culminación de la Retirada de los Seiscientos, extenso desplazamiento patriota este, que permitió unir las fuerzas provenientes de Ocumare comandadas por McGregor, con los cuerpos al mando de Manuel Carlos Piar y José Tadeo Monagas.

De Ocumare a Los Alacranes

Tras desembarcar en Ocumare de la Costa el 6 de julio de 1816, al frente de 720 hombres entre soldados y oficiales, el Libertador instruyó al general Carlos Soublette para que atravesase la serranía y tomase el puesto de la Cabrera, punto crucial en la ruta hacia Valencia. Soublette tomó el lugar; empero temiendo ser sorprendido por las fuerzas enemigas, supuestamente superiores, de Fco. Tomás Morales, retrocedió hasta el cerro Los Aguacates, donde dio frente a Morales, siendo derrotado. Así en medio del desconcierto el general McGregor  reagrupó a varios centenares de patriotas, emprendiendo la “Retirada de los Seiscientos” por la vía del llano, abriéndose camino hasta la Provincia de Barcelona, donde operaban fuerzas independientes. Y en su primer contacto armado McGregor venció el 18 de julio en El Onoto -cerca de Maracay-, al monarquista Juan Nepomuceno Quero, para seguir rumbo a Barcelona.  De Maracay McGregor se encamina por Cagua y luego a La Victoria para de allí ir a los llanos. Así el 2 de agosto McGregor se mide por segunda vez con Quero, quien estaba al frente de quinientos hombres esta vez en Quebrada Honda, perdiendo los realistas la mitad de sus fuerzas. A poco el general José Tadeo Monagas se une con McGregor sumando ahora 600 infantes y 380 hombres de caballería, determinándose McGregor, el 3 de septiembre, a marchar sobre Guatacaro. Al llegar se entera que Morales concentra en Santa María de Ipire una fuerza numerosa.

El Alacrán

Consciente McGregor del riesgo que significaba la unión de los efectivos de Morales con las fuerzas que controlaban Aragua de Barcelona, a las órdenes de Rafael López, McGrégor resuelve retroceder para colocarse a mitad de camino entre ambos jefes monarquistas. Haciendo mal cálculo López abandona la localidad de Aragua para buscar a McGrégor, encontrándose los dos ejércitos el 6 de septiembre. En esta acción un grupo de cerca de doscientos indígenas comandados por los caciques Manaure y Tupepe, dejaron correr su sangre y heroísmo en defensa de la independencia., teniendo actuación destacada el sargento mayor Juan Bautista Giraud quien, habiendo prestado sus servicios a la República en el Oriente del país entre 1813 y 1814 y tras “incorporarse al Ejército en Carúpano, pasó a Ocumare de La Costa, hizo la retirada hacia el interior del país y combatió en… El Alacrán, entre otras acciones” [http://noticiasdeanzoategui.blogspot.com].

A Barcelona

Seguidamente y animados con la secuencia triunfal de los meses anteriores, Piar, McGrégor y Monagas y Sedeño deciden avanzar sobre Barcelona, para encontrarse en El Juncal, el 27 de septiembre con Morales, a quien propinan una categórica derrota. Días después Gregor McGregor resuelve apartarse del Ejército, dirigiéndose a Margarita, de donde partirá a Norteamérica, para encabezar la creación de la breve “República de las Floridas”.

Sinóptico

1815

Simón Bolívar escribe la Carta de Jamaica

En dicha epístola el Libertador Simón Bolívar expuso sus ideas sobre los países suramericanos que luchaban por la independencia, y esbozó algunas características de estas naciones. Al texto, escrito en respuesta a Mr Cullen, un vecino de Jamaica, se le conoce como “Carta Profética”. Y en la misma el Libertador explica las razones de la lucha emprendida por la América hispana, dando una visión de conjunto de la América colonial, con originales afirmaciones que para numerosos investigadores, configuran hechos que al paso de los años se cumplirían. En todo caso el propósito de la Carta era convencer sobre la validez de la gesta de independencia. Y Bolívar devela la sujeción espiritual en que España mantuvo por siglos a los pueblos americanos “El velo se ha rasgado: Ya hemos visto la luz, y se nos quiere volver a las tinieblas”. Toda la carta es un conjunto de finas elaboraciones, un símil de fina elocuencia que explica la circunstancia, sin que el énfasis termine en perífrasis innecesarias. La justeza y drama de la contienda quedan retratados en la siguiente expresión “(…) la América combate con despecho; y rara vez la desesperación no ha arrastrado tras sí a la victoria”.