Tal día como hoy, hace 110 años, nació Jacinto Convit, creador de la vacuna contra la lepra
El autor es historiador, docente y abogado.
Néstor Rivero Pérez
El 11 de septiembre de 1913, hace ciento diez años, nació en Caracas Jacinto Convit, cuyas investigaciones y descubrimientos médicos, así como en la humanización del tratamiento de quienes padecen el Mal de Hansen y la lehmaniasis, le convirtierton en un benefactor de sus semejantes. En el curso de más de medio siglo de trabajo, Convit hizo aportes fundamentales en la confección de una vacuna eficaz contra la lepra.
Lazaretos
La lepra ha sido durante siglos tema de predicadores y taumaturgos. En las Sagradas Escrituras se hace referencia al respecto. Jesús sanó, con la unción de sus manos, a Lázaro, quizás el paciente más célebre de la historia y cuyo nombre dio origen al término “Lazareto” y a la expresión Mal de Lázaro. Ya en el Antiguo Testamento María, mujer de Aaron, tras haber ofendido en ausencia a Moisés, se vio castigada al aparecer sobre su piel “lepra blanca como la nieve y fue echada del pueblo durante siete días”, obteniendo su sanación debido a la directa intercesión de Moisés. Asimismo en Crónicas 26 se alude al rey Uzías, quien “fue leproso hasta su muerte, lo sepultaron con sus padres en el campo de los sepulcros reales, pero fuera de ellos, porque dijeron: “Leproso es” [https://ordensanlazaro.es].
Leprosorios en Venezuela
Del padecimiento de esta enfermedad en Venezuela, se tiene noticia desde el tiempo de los conquistadores. A mediados del siglo XVI se edificó en el sector de La Hoyada, en Caracas, el primer centro para la reclusión de pacientes, leprocomio este sustituido en 1906 por otro construido en el Litoral: “Sería mudado a Cabo Blanco, actual Aeropuerto de Maiquetía. Por otra parte, para Occidente, el Libertador ordenó en 1828 construir un lazareto en el Lago de Maracaibo, en la Isla de Burros, posteriormente llamada Providencia” [https://www.academia.edu].
Trato a pacientes
Desde el tiempo de sus prácticas médicas en la UCV, Convit observaba con angustia el modo con que se acometía a quienes eran sospechosos de sufrir la afección cutánea. “Se les tomaba -apunta Convit-, los metían en un camión y los llevaban a las leproserías. Los embarcaban en una goleta… que venía y tardaba como 15 días. Así era la situación de difícil, que yo una noche recibí una persona maniatada con cadenas, lo traían de Oriente, en un camión custodiado con gente armada, un pobre hombre que lo único que tenía era que había sido infectado con lepra” [Ibídem]. La segregación llegaba al extremo de establecer en Providencia y Cabo Blanco, la circulación de monedas para uso exclusivo de los pacientes, ante el temor que el contacto con el dinero de estos contagiase a personas lado afuera de dichos establecimientos. En sus siete años como médico de Cabo Blanco, Convit logró desvirtuar los falsos mitos sobre el contagio de la lepra, y adelantó iniciativas para su cura definitiva, usando el aceite de chalmoogra. Habiendo fundado el Instituto de Dermatología proseguirá las investigaciones, hasta generar “sus vacunas contra la lepra y la leishmaniasis, que le valieron en 1987 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, y en 1988 la nominación al Premio Nobel de Medicina” [Ibídem].
¿Cómo se contagia?
“El contagio se produce a través de las vías aéreas superiores y la piel, por contacto directo y prolongado entre un enfermo no tratado y una persona sana con predisposición especial para enfermar, lo cual puede ocurrir luego de 3 a 5 años o más. Según la estadística, el 90 % de la población posee defensas naturales contra la lepra y, además, solo una parte de los enfermos no tratados (los más bacilíferos) son contagiantes. La lepra es de muy difícil contagio; sin embargo, en nuestro país aún se detectan entre 300 y 400 casos nuevos por año” [https://www.argentina.gob.ar].
Sinóptico
1973
Golpe de Estado en Chile
Este día fue derrocado en Chile el Presidente Constitucional Salvador Allende Gosens, quien murió bajo los bombardeos al Palacio Presidencial de La Moneda en la capital, Santiago. El Presidente-Mártir inició una administración profundamente humanista, con profundo signo de reforma social a favor de los trabajadores y sectores desprotegidos de la población. Sin embargo, este primer ensayo de un gobierno socialista establecido por el voto popular y ajustado a la Constitución vigente, encontró la hostilidad de los centros imperiales del hemisferio y la tradición conservadora de los grupos económicos y Ejército de la nación austral. Allende creía que “Puede concebirse la evolución pacífica, en los países donde la representación popular concentra en ella todo el poder, donde de acuerdo con la Constitución se puede hacer lo que se desee desde el momento en que se tiene tras de sí a la mayoría de la nación” (Salvador Allende, Discursos / http://www.salvador-allende). Tras su desaparición, se instauraría en Chile un cruel régimen militar de 17 años, bajo la jefatura del general Augusto Pinochet.
