(IV) Un S.O.S. por el bulevar más popular de Caracas (Calles El Colegio – Unión)

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Los comerciantes populares se conectan de manera improvisada a postes de luz y ductos eléctricos subterráneos. Fotos YM

VEA / Yonaski Moreno

Una especie de pasillo han creado los comerciantes populares entre las calles El Colegio y Unión en el bulevar de Sabana Grande, Caracas. Uno al lado del otro, casi sin separación entre ellos, han instalado dos (2) filas de tarantines en las que exhiben productos textiles en este tramo del paseo. Solo han dejado en medio de ambas filas un espacio para el tránsito de la ciudadanía, entre quienes pueden estar potenciales clientes. Podría esto conferir cierto orden al caos ahí reinante de no ser por la gran cantidad de vendedores de otros rubros (alimentos, bebidas, joyería, zapatería y hasta tecnología) desplegados en los márgenes de aquel improvisado túnel comercial.

Lo descrito fue verificado por Diario VEA durante recorrido realizado el jueves 25 de abril como parte del seriado titulado Un S.O.S. por el bulevar más popular de Caracas, cuyas ediciones anteriores (I, II y III) han abordado temas como la contaminación sónica, la obstrucción del paso peatonal y acciones contrarias a la limpieza de los espacios públicos, entre otros desacatos a la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, Civismo y Justicia de Paz Comunal aprobada por el Concejo Municipal Bolivariano Libertador en mayo de 2023.

Varios vendedores de helados y bebidas frías se encuentran en este espacio. Para mantener su mercancía refrigerada, cuentan con congeladores que conectan a través de improvisadas y largas extensiones desde locales comerciales, entre ellos uno dedicado a la venta de cosméticos y artículos para el cuidado personal identificado como Ankara. Esta no es la única forma en que tienen acceso a la electricidad. Es común ver cables que salen desde los postes de luz desplegados por el bulevar hacia diversos puestos. Un ejemplo de esto puede apreciarse en los postes ubicados frente al Hotel Lincoln Suites y frente al edificio Acapulco, cercanos al centro comercial City Market. Las tomas eléctricas subterráneas también son utilizadas para este fin. Para ello desprenden las tapas que las protegen conectando una maraña de cables.

Casos como el descrito anteriormente están contemplados en el artículo 23 de la Ordenanza de Convivencia, en el que se establece que «la utilización indebida o modificación de las redes, instalaciones o estructuras de los servicios públicos por parte de particulares no autorizados para ello» se considera una conducta que afecta el normal funcionamiento de los servicios públicos.

Bullicio en oferta

El recorrido iniciado poco después de las 2:00 de la tarde dejó en evidencia que entre las calles El Colegio y Unión hay mayor presencia de comerciantes populares, lo que también se traduce en mayor bullicio. Es difícil identificar de dónde viene el grito de «¡a la orden!». Por un lado se encuentran varios jóvenes que, con carteles colgados al cuello o sostenidos con ambas manos recitan los especiales que ofrecen los locales de comida rápida cercanos. Por otro los trabajadores de los comercios formales invitan a los transeúntes a visitar sus tiendas. Unos y otros se valen de gritos, altavoces, volantes y alta música para llamar la atención de quienes por ahí transitan.

Entre quienes buscan compradores se encuentran dos (2) jóvenes que con varios modelos de pulseras abordan a los transeúntes. «Mi amor, mira sin compromiso» dicen mostrando las pulseras. Cuando logran que alguien detenga su marcha señalan –con gran rapidez– que son estudiantes universitarios que se encuentran vendiendo las piezas artesanales para cubrir sus gastos. Sin esperar reacción alguna del potencial cliente añaden que las pulseras tienen un alto precio en comercios formales asegurando que ellos cuentan con una oferta imperdible: una pulsera por 1 dólar y tres por 2 dólares.

La seguridad parece comprometida en este espacio, tal vez porque la cantidad de tarantines propicia las aglomeraciones dotando de cierta ventaja a los llamados carteristas. Una pareja que camina en dirección a Plaza Venezuela conversa sobre un intento de robo del que fueron víctimas.

–Está bien, pues y me dejé -es lo primero que se le escucha decir a la mujer.

–Yo no vi lo que pasó -dijo el hombre a su lado.

–Que me quiso arrancar el teléfono cuando lo saqué del bolso, pero lo agarré duro -relató la joven y añadió: él cree que uno se va a dejar.

Pasos más adelante personas agrupadas en un medio círculo rodean a un hombre que con un micrófono llama a la multitud asegurando que ofrecerá gran entretenimiento. Varias personas responden a su llamado y cuando pide un voluntario, una joven se ofrece de inmediato. Aquel espectáculo incluye un fondo musical gracias a un parlante enorme. Se suman, igualmente emocionados, gritos y aplausos.

El ruido generado por el numeroso grupo es ahogado por la música que a todo volumen suena en diversas tiendas. Difícil es determinar qué género o canción se reproduce puesto que cada tienda –algunas de ellas vecinas– tiene una distinta por lo que las letras y ritmos se mezclan en un ininteligible sonido. Xiaomi Group, Leona, Ankara, y la cadena VIP C.A (que posee varias tiendas a lo largo del bulevar) son algunos de los comercios formales que destacan por la atormentante música.

En el numeral dos (2) del artículo 19 la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, Civismo y Justicia de Paz Comunal refiere que las «actividades económicas, deportivas, culturales, recreacionales, de disfrute o de cualquier otra índole en espacios no aptos o no permisados» son actos que obstaculizan el libre tránsito vehicular y peatonal. En tanto el numeral tres (3) del artículo 31 resalta «colocar música con altos niveles de sonido en espacios residenciales, locales comerciales con abertura hacia espacios públicos, en unidades de transporte de pasajeros y pasajeras» constituye un acto que genera contaminación sónica por lo que está sancionado «con una multa equivalente al pago en bolívares de cincuenta (50) veces, el tipo de cambio oficial de la moneda de mayor valor fijado por el Banco Central de Venezuela».

Este tramo tampoco se salva de los motorizados que transitan abriéndose paso con toques de corneta como si se tratara de cualquier avenida. Además los vendedores populares, así como quienes trabajan en los locales cercanos y hasta quienes van de compras por la zona, utilizan los espacios como estacionamiento público. La mayor cantidad de motos estacionadas pueden observarse frente al centro comercial City Market, donde al menos ocho (8) vehículos de dos (2) ruedas estaban estacionados a eso de las 3:20 de la tarde.

A unos pocos metros, diagonal al Centro Comercial Sabana Grande, una parada de Mototaxis llama la atención. Cinco (5) motos identificadas con carteles de colores fluorescentes están paradas al lado de un carrito de barquillas, esperando por los clientes. Al acercarse al lugar, se escucha a los motorizados ofertar su servicio: «Carreras desde un dólar», «Chacaito, Bello Monte, Chacao, un dólar», «mototaxi a la orden», son algunas de las frases que pronuncian.

En el artículo 21 la Ordenanza de Convivencia enumera los actos indebidos cometidos por personas que transitan en motocicletas que son objeto de sanción, entre ellos circular «sobre aceras, bulevares, plazas, ciclovías y espacios no destinados para el tránsito de motocicletas».

Este aspecto también es referido en el artículo 19, concerniente a la obstaculización del libre tránsito peatonal o vehicular. En el numeral cinco (5) se expresa «estacionar vehículos automotores de dos (2) o más ruedas sobre las aceras o vías peatonales» es objeto de sanción, estableciendo «una multa equivalente a 30 veces el tipo de cambio oficial de la moneda de mayor valor fijado por el Banco Central de Venezuela, o la realización de uno (1) de los trabajos comunitarios establecidos en la presente Ordenanza».

3 pensamientos sobre “(IV) Un S.O.S. por el bulevar más popular de Caracas (Calles El Colegio – Unión)

  1. Porque no llevan la queja directamente con el alcalde del municipio libertador. el centro de Caracas y boulevar de Catia están en la misma situación.

  2. Falta de autoridad, y las instituciones Policiales les convienen porque por cada puesto de buhonero le dan su pagos para que no los molesten.
    Y los comercios que pagan impuestos a esos si cada rato lo andan fiscalizando.

  3. Saludos cordiales! hagan una visita al boulevard del Cementerio. ambos se dan la mano. requerimos orden en dicho lugar. graciasss…

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