Néstor Rivero Pérez

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El 25 de mayo de 1881, la canción patriótica Gloria al bravo pueblo, quedó oficializada como Himno Nacional de la República de Venezuela, en los términos del decreto expedido ese día por el presidente Antonio Guzmán Blanco.

 

Canto patriótico

La primera gran trama conspirativa con densidad programática, con símbolos de nacionalidad y que tuvo como propósito definido dar su Independencia a la Capitanía General de Venezuela, la jefaturaron Manuel Gual y José María España, siendo debelada en 1797. Y a diferencia de otras significativas rebeliones, como la acaudillada por José Leonardo Chirino en la sierra de Coro, la de Gual y España se distinguió por la elaboración teórica de un programa, contando con una bandera y un himno. Y en el curso de los años 1810 y 1811, durante la fase de mayor vitalidad de la I República, tanto la Sociedad Patriótica liderada por Francisco de Miranda, como la agrupación Los Descamisados y otros clubes radicales, entonaban en sus sesiones, cantos revolucionarios, al modo en que se habían enterado aconteció en la Francia revolucionaria.

Autoría

Recurrentemente se trae al debate historiográfico el tema de la autoría de la letra del Himno Nacional de Venezuela. Y si bien hubo quienes atribuyeron la paternidad de la letra a don Andrés Bello o quizás a otro de los letrados republicanos de la Primera República , un examen detenido sustenta la asignación  de su hechura a Vicente Salias. En tanto versificador Salias, quien además era médico y periodista, se distinguía por un estilo que expresaba rasgos del clasicismo, propio de la generación lectora de 1810, entremezclados con signos del temprano romanticismo que muy probablemente fue absorbido de sus lecturas o traducciones provenientes de países europeos. Así, en el extenso poema épico de Salias titulado A la acción de Bárbula, escrito para honrar la gesta de Atanasio Girardot, el entonces director de La Gaceta de Caracas durante su lapso patriótico de 1813-1814, inserta términos como “empíreo”, “santo nombre” o “libertad”, los mismos que dan su significado a muchas de las estrofas del Gloria al bravo pueblo, siendo que en ningún otro bardo del período se encuentran tales similitudes, junto a la semejanza en cadencia. A favor de esta tesis abona una afirmación del caraqueño Juan Vicente González, autor de Biografía de José Félix Ribas, quien sostuvo: “Vicente Salias improvisó el Gloria al bravo pueblo” [http://www.unellez.edu.ve].

Increpación realista

Cabe recordar el profundo disgusto que la canción produjo en el ánimo de los partidarios de la monarquía en las colonias. Así, el Intendente del Ejército Real y Hacienda, en reporte al Ministerio de Hacienda de la Península, en comunicación de julio de 1810, dice: «pero lo más escandaloso fue que en las canciones alegóricas que compusieron e imprimieron de su independencia, convidaban a toda la América Española para hacer causa común, y que tomasen a los caraqueños por modelo para dirigir revoluciones» [Wikipedia].

Ola patriótica

“A través del tiempo se ha recurrido a símbolos que ayuden a identificar a los individuos como miembros de una sociedad. El medio más usual para adoptar una identidad durante el transcurso de la historia, ha sido mediante el establecimiento de algún emblema idiosincrático (estandarte, escudo, bandera, entre otros) que agrupe los principales elementos asociados a la conformación del Estado (historia, tradiciones, costumbres, lenguas, leyes, gobierno, etcétera). El continente americano ha vivido una singular historia de conquistas, colonias y posteriores independencias, y la construcción de estados independientes en entornos complejos, por lo que la presente nota informativa presenta una compilación de las banderas e himnos nacionales del continente como símbolos de identidad; analizando su significado y el contexto en el que fueron establecidos” [https://centrogilbertobosques.senado.gob.mx, pdf].

Sinóptico

1810

Revolución de Mayo

Este día el Ayuntamiento de Buenos Aires (Virreinato del Río de la Plata) bajo el influjo jacobino de Mariano Moreno y otros jóvenes ilustrados de dicha capital, con gran apoyo popular acordaron instalar la Primera Junta de Gobierno, que habría de sustituir al último virrey español, Baltasar Hidalgo de Cisneros. El movimiento rioplatense se inscribía dentro de la ola emancipadora continental iniciada el 19 de abril del mismo año, en la Plaza Mayor de Caracas. Y la élite bonaerense que promovía los cambios, se asomó al balcón de la Sala Capitular para interrogar al pueblo acerca de la sustitución del virrey Hidalgo de Cisneros por una junta de criollos rioplatenses. En el acta del 25 de mayo se lee: ¨Y los señores habiendo salido al balcón y oído que el pueblo ratificó por aclamación dicho pedimento… acordaron… (…) Que los señores que forman la corporación comparezcan en esta sala capitular a prestar el juramento… sus cargos”.

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